Aunque las mesas de estación son una propuesta de la pedagogía Waldorf, este recurso también puede ser utilizado por Montessori para acercar la naturaleza a los niños desde el hogar, conectar con ella y aprender de sus ciclos y estaciones.
Con el otoño a punto de comenzar, queremos proponerte hacer con los niños una mesa propia de esta estación del año. Te contamos cómo prepararla, qué vais a necesitar y qué grandes beneficios aporta esta actividad al desarrollo, aprendizaje y curiosidad de los niños.
¿Qué son las mesas de estación?
Como su propio nombre indica, la mesa de estación es una superficie o un rincón habilitado en casa (también puede usarse en el aula) y decorado con elementos representativos de la estación en la que nos encontremos.
Uno de los principios de la filosofía Montessori es que los niños son naturalmente curiosos y ansían explorar el mundo que les rodea. La mesa de estación aprovecha esta curiosidad innata al proporcionar un lugar central donde los niños pueden interactuar con materiales, conceptos y temas específicos de cada estación.
El propósito de esta actividad es que los niños aprendan sobre las estaciones mediante la observación, la manipulación y la experimentación, interiorizando el paso del tiempo y la estacionalidad, y fomentando la conexión con la naturaleza.
La mesa de estación no sustituye las actividades en la naturaleza o la interacción directa del niño con su entorno. Es muy importante que los niños jueguen a diario al aire libre y en entornos naturales, pues está demostrado que mejora el bienestar físico y emocional y fomenta el aprendizaje.
Por ello, uno de los requisitos imprescindibles para preparar una mesa de estación en casa es que los niños salgan a la naturaleza y se involucren en la recolección de los elementos que tendrá este espacio.
Beneficios para los niños de crear una mesa de estación Otoño
El propósito de la mesa de estación de otoño es despertar el interés de los niños por la naturaleza y las características específicas de esta estación, así como promover la observación, la exploración y el aprendizaje autónomo. Los niños pueden interactuar libremente con los materiales y objetos presentados en la mesa, lo que les permite desarrollar su curiosidad, habilidades sensoriales y conocimientos sobre el entorno natural.
En este post te explicábamos con detalle todos los beneficios que tiene para los niños preparar una mesa de estación, pero entre otros destacaría el aprendizaje vivencial, el razonamiento lógico, la comprensión del paso del tiempo y los cambios naturales, la estimulación de los sentidos y la motricidad fina mediante la manipulación de los distintos elementos o el fomento de la concentración.
Cómo hacer una mesa sensorial Montessori de otoño
Esta actividad puede realizarse a partir de los 18 meses, y es fundamental que el niño participe de forma activa en ella para favorecer su curiosidad y aprendizaje.
Te explicamos cómo preparar una mesa de estación de otoño y qué elementos incluir.
1) Elige dónde colocar tu mesa de estación
No es necesario disponer de un gran espacio para hacer una mesa de estación, aunque se recomienda que su emplazamiento sea siempre el mismo y no lo cambiemos con cada nueva estación; es decir, cambiaremos el decorado, pero no el lugar.
2) Permite que tu peque manipule los elementos de la mesa
Como venimos diciendo, la manipulación de los elementos que van a decorar nuestra mesa de estación es clave para el aprendizaje y la estimulación sensorial de los niños. Así que permite que tu peque toque, observe y juegue con los objetos de la mesa de otoño, pero siempre dentro de este contexto.
3) Elige los colores más acordes a la estación
A la hora de decorar nuestra mesa de estación debemos elegir colores predominantes de la estación en curso, a fin de crear un entorno de armonía y belleza cromática adecuada a los tonos que vemos en la naturaleza. Podemos ayudarnos de telas, pañuelos de colores, láminas...
La paleta de colores del otoño es cálida y acogedora, con una mezcla de tonos rojos, naranjas, amarillos, marrones y ocres que reflejan los cambios en la naturaleza durante esta estación.
4) Qué elementos incluir en la mesa de estación otoño
Os compartimos algunas ideas de elementos que podéis incluir en vuestra mesa de Otoño:
- Elementos que con prudencia y respecto recolectemos de la naturaleza, como piedras, hojas secas de diferentes colores y tamaños, piñas, castañas, bellotas y nueces, trozos de madera, palitos, ramas secas, musgo, tierra...
- Láminas de pared, pegatinas o vinilos con imágenes, dibujos o fotografías de paisajes otoñales, donde predominen las hojas secas caídas en el suelo, los frutos otoñales o los árboles vestidos de colores naranjas.
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- Fotos, tarjetas o figuritas de animales que con frecuencia asociamos al otoño en los bosques, como los ciervos, jabalíes, zorros, ardillas o aves migratorias, que en ocasiones pueden verse en su viaje a climas más cálidos.
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- Selección de libros y cuentos sobre el otoño y sus cambios.
- Podéis hacer juntos arreglos florales y colocar vuestras creaciones en la mesa de otoño.
- También podemos colocar un cesto con frutas y frutos secos típicos de temporada (calabaza, manzana, pera, higos, uvas, castañas, ciruelas, caquis...). Este recurso nos permite enseñar a los niños sobre la naturaleza y sus frutos y estimular sus sentidos con la manipulación de los elementos, al tiempo que inculcamos hábitos de alimentación saludable.
En definitiva, la mesa de estación otoñal debe ser un espacio de aprendizaje libre y autodirigido en el que el niño pueda investigar y estimular su curiosidad interactuando con los diferentes elementos. Cuanta más variedad de colores, elementos y texturas aportemos a nuestra mesa, más enriquecedora será la experiencia de aprendizaje.
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