La OMS y las principales sociedades científicas pediátricas recomiendan mantener la lactancia materna en exclusiva durante los seis primeros meses de vida. A partir de ese momento, los bebés comienzan a necesitar otros nutrientes y deben complementar la leche con alimentos diferentes. Es lo que conocemos como alimentación complementaria.
Las recomendaciones en torno a este tema han ido cambiando mucho y es un tema que genera muchas dudas a los padres. A continuación contestamos a las preguntas más frecuentes que surgen en la consulta sobre la introducción de alimentos sólidos en los bebés.
1.¿Cuándo empiezo?
Para comenzar a tomar otros alimentos el bebé necesita, por un lado, que su intestino, sus riñones y su sistema inmune estén preparados. Por otro, necesita estar listo también a nivel neurológico (ser capaz de mantenerse sentado, mostrar interés por la comida, que desaparezca el reflejo de extrusión...). Esto suele suceder en torno a los 4-6 meses en la mayoría de los bebés.
Como hemos comentado, la recomendación actual es mantener la lactancia materna en exclusiva hasta los seis meses. Se ha comprobado que mantener la lactancia materna exclusiva hasta esa edad ofrece ciertas ventajas frente a introducir otros alimentos a los cuatro meses, y no se ha visto que haya diferencias significativas en cuanto a crecimiento ni carencias nutricionales.
En los bebés que toman fórmula artificial no está tan bien establecido el momento de iniciar la alimentación complementaria aunque suelen seguirse las mismas pautas que para los amamantados.
Para los bebés prematuros tampoco hay un consenso y es importante individualizar cada caso, atendiendo al desarrollo psicomotor de cada niño; comenzar en torno a los seis meses de edad corregida podría ser una opción.
2. ¿Con qué alimento primero?
Actualmente no existe ninguna evidencia de que comenzar con uno u otro alimento sea mejor. Cada familia elegirá aquellos que mejor se adapten a sus necesidades. Pero sí debemos priorizar alimentos ricos en hierro y zinc, pues son nutrientes muy necesarios en estas edades.
Salvo las excepciones que comentaremos a continuación, podemos ofrecer prácticamente cualquier alimento a partir de los seis meses de edad. Se recomienda introducir los alimentos separados unos de otros 2 ó 3 días, para comprobar que el lactante los tolera bien.
3. ¿Triturados o sólidos?
Esta decisión la debe tomar cada familia tras recibir información sobre ambos métodos. La alimentación complementaria con triturados (purés y papillas) es de sobra conocida. En los últimos años, el método llamado Baby-Led-Weaning (BLW) está ganando popularidad y la Asociación Española de Pediatría lo considera una alternativa válida, siempre que se reciba una correcta información previa, como publica en su última guía de 2018. En BLW se ofrecen diferentes alimentos al bebé (en su mayoría suelen ser sólidos) y él decide qué, cómo y cuánto come.
En el caso de que decidamos hacer una alimentación con triturados, es importante remarcar que entre los 8 y los 9 meses debemos comenzar a ofrecer alimentos menos triturados (por ejemplo chafados o más grumosos) e ir aumentando la textura progresivamente. El retraso en la introducción de las texturas más grumosas se ha relacionado con problemas en la transición a los sólidos y con menor consumo de verduras y frutas.
4. ¿Cuánta cantidad deben comer?
Al igual que la lactancia materna y la fórmula artificial, la alimentación complementaria debe ofrecerse a demanda y respetando las señales de hambre y saciedad de los bebés. Los bebés tienen la capacidad innata de regular su ingesta. Al principio es habitual que apenas tomen unas cucharada o chupen algunos trocitos; progresivamente irán tomando más cantidad. Recordemos que la leche sigue siendo el alimento principal todo el primer año de vida.
Matizar únicamente que, aunque nuestros hijos coman a demanda, debemos tener cuidado con la cantidad de proteína que toman al día. Así, entre los 6 y los 12 meses de edad suele ser suficiente con 20-30 gramos de carne al día o 30-40 gramos de pescado al día o un huevo pequeño (talla S).
5. No quiere comer determinados alimentos, ¿insisto?
Los bebés también tienen sus gustos y es habitual que rechacen inicialmente determinados alimentos. Hay estudios que indican que, en algunos casos, puede ser necesario probar un alimento hasta 15 veces antes de que nos guste. Los bebés amamantados al pecho parece que tienen mejor aceptación de los sabores nuevos, pues a través de la leche materna se transmiten diferentes sabores.
Así que, si algo no le gusta podemos seguir ofreciéndoselo, pero siempre sin forzar. Comer con pantallas o premiar o castigar con la comida no debería ser nunca una opción para que coman mejor.
6. ¿Puedo añadir sal a las comidas?
Antes del año de vida se recomienda evitar la sal, pues los riñones de los bebés son aún inmaduros. La OMS recomienda que los primeros 12 meses de vida los lactantes tomen menos de 1 gramo de sal al día. Entre el año y los años, no deben superar los 2 gramos de sal al día.
7. ¿Cuándo pueden tomar azúcar?
La mayoría de sociedades científicas recomiendan evitar los azúcares libres y añadidos en los menores de dos años. Debemos tener especial cuidado con las papillas de cereales que llevan miel o azúcares añadidos o con aquellas que, pese a ser sin azúcares añadidos, tienen un alto contenido de azúcares libres como resultado de su proceso de dextrinación.
La OMS recomienda evitar bebidas y postres azucarados así como zumos o batidos. El consumo de azúcares en niños mayores de dos años no debería ser superior al 5% del consumo calórico total (en torno a 15 g para los niños pequeños).
La miel debe evitarse al menos durante el primer año de vida por el riesgo de botulismo.
8. ¿Hay que retrasar algunos alimentos por el riesgo de alergia?
Aunque hace años recomendábamos retrasar los alimentos alergénicos hasta los 9 o 12 meses (pescado, huevo, frutas con pelo, legumbres); con la evidencia actual, no se recomienda retrasar ningún alimento por este motivo, pues se ha visto que la aparición de alergia no se evita por ofrecer esos alimentos más tarde, e incluso podría ser al contrario. Sí es recomendable, sin embargo, introducir los alimentos nuevos separados uno de otro 2-3 días.
9. ¿Pueden tomar cualquier fruta y verdura?
A partir de los seis meses los bebés pueden tomar cualquier fruta, siendo ideal que consuman alimentos de temporada. En cuanto a las verduras, la Asociación Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda evitar aquellas de hoja verde ancha (acelgas, espinacas, borraja) por el riesgo de metahemoblobinemia (una enfermedad de la sangre). Entre el año y los 3 años de vida, los niños pueden tomar pequeñas cantidades de acelgas o espinacas (máximo 45g/al día). La borraja no debe ofrecerse antes de los 3 años de edad.
10. ¿Puede comer cualquier pescado?
A partir de los seis meses los bebés pueden tomar tanto pescado blanco como azul. Únicamente deben evitar aquellos muy grandes: atún rojo, lucio, tiburón (también llamado cazón o marrajo) y emperador o pez espada. Estos peces son grandes depredadores y acumulan mucho mercurio, pudiendo influir en el desarrollo cerebral de los más pequeños. Por ello, no se recomienda su consumo a niños menores de 10 años, embarazadas ni madres lactantes. Los niños entre 10 y 14 años no deberían consumir más de 120 gramos al mes de estos pecados.os pecados.
11. ¿Cómo introduzco el huevo?
Tradicionalmente se retrasaba la introducción del huevo por ser un alimento alergénico. Con los conocimientos actuales, puede introducirse desde los seis meses. Tampoco parece necesario introducir primero la clara y luego la yema como se hacía antaño.
Sí es importante comenzar ofreciendo cantidades pequeñas e ir aumentado progresivamente y ofrecerlo bien cocinado. Podemos añadir un poco de huevo duro al puré en el caso de niños alimentados con triturados u ofrecerlo como tortilla bien cuajada o formando parte de rebozados o de tortitas, por ejemplo, en el caso de bebés que hagan Baby-Led-Weaning.
12. ¿Cuánta leche necesitan tomar cuando comenzamos con la alimentación complementaria?
Como hemos explicado previamente, los alimentos diferentes de la leche son complementarios, y la leche continua siendo fundamental y debe seguir ofreciéndose a demanda.
Si se mantiene la lactancia materna y el bebé realiza 4-5 tomas al día, no necesita otros lácteos En el caso de los bebés alimentados con fórmula, se recomienda que tomen al menos 500 ml al día.
13. ¿Cuándo puede tomar yogur?
Antes del año de vida los bebés no deben tomar leche de vaca como bebida principal. Sin embargo, a partir de los nueve o diez meses pueden tomar pequeñas cantidades de leche de vaca o derivados, incluyéndose aquí el yogur.
Existen también en el mercado yogures elaborados con fórmula de continuación y etiquetados por ello como "aptos a partir de los seis meses". Sin embargo, recordemos que el motivo de iniciar la alimentación complementaria a los seis meses es que la leche comienza a ser insuficiente para aportar todos los nutrientes que necesitan, y deben complementarla con otros alimentos. Estos "primeros -yogures" aptos a partir de seis meses no aportarían ningún nutriente adicional a la leche materna o de fórmula.
14. ¿Son necesarias las fórmulas de crecimiento?
No. A partir de los 12 meses los niños pueden tomar leche de vaca. No obstante, recordemos que la OMS recomienda mantener la lactancia materna hasta los 2 años o más, siempre que la madre y el bebé así lo deseen.
Los niños sanos que siguen una dieta variada, no necesitan ningún otro suplemento ni dieta especial para obtener todos los nutrientes que necesitan.
15. ¿Cuándo se introducen los cereales?
Los cereales pueden ofrecerse desde los seis meses. Desafortunadamente no sabemos cuál es el mejor momento para introducir el gluten a fin de evitar la enfermedad celíaca y las recomendaciones han ido cambiando a lo largo de los años según se han ido realizando diferentes estudios científicos.
Actualmente, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN) recomienda introducir el gluten entre los 4 y los 12 meses, y, aunque no sabemos cuánta cantidad deben tomar los bebés, recomienda evitar grandes cantidades al inicio.
La forma de ofrecer los cereales no tiene que ser obligatoriamente en forma de papilla; la mayoría de papillas del mercado tienen altas cantidades de azúcares. Y, por supuesto, la madre que amamanta no tiene por qué extraerse leche para hacer una papilla. Pan, pasta, arroz, avena... también son cereales.
16. ¿Cómo sé si tiene alergia a algún alimento?
Esta es una de las dudas más frecuentes cuando hablamos de alergia alimentaria con los padres. Los alimentos que con mayor frecuencia originan reacciones alérgicas en nuestro medio son la leche y el huevo, seguidos del pescado, los frutos secos y algunas frutas.
En el caso de las alergias alimentarias mediadas por IgE suelen aparecer manchas en la piel a los pocos minutos (menos de 2 horas) de haber tomado el alimento en cuestión. En los casos más severos pueden aparecer también síntomas respiratorios (dificultad para respirar, pitos) y/o digestivos (náuseas, vómitos, dolor abdominal).
En el caso de las alergias no mediadas por IgE (llamadas comúnmente intolerancias), los síntomas predominantes son los digestivos, suelen ser síntomas más sutiles y aparecen horas después de la ingesta del alimento.
17. Apenas toma agua, ¿me preocupo?
Cuando nuestros bebés empiezan la alimentación complementaria, es el momento de ofrecerles agua. Sin embargo, debemos tener en cuenta que siguen tomando una cantidad importante de leche (y que muchos alimentos, como los purés o la fruta tienen un alto contenido en agua).
Por ello es habitual que al principio apenas quieran beber agua (y menos aún los que mantienen lactancia materna a demanda; para ellos la leche materna continúa siendo su principal fuente de hidratación). Aún así, continuaremos ofreciendo, pero nunca obligando.