Llamamos alimentación complementaria al momento en el que un bebé comienza a comer alimentos diferentes de la leche. Se sucede en torno a los seis meses de vida, y es un cambio muy importante en su desarrollo.
Esta transición suele generar muchas dudas en los padres y a veces puede suponer todo un reto. En este sentido, uno de los principales problemas que suelen aparecer es el rechazo por parte del bebé a la cuchara, pues no siempre aceptan de buen grado su tacto.
Si te encuentras ahora mismo en esta situación con tu bebé, te ofrecemos una serie de consejos que pueden facilitar la transición del pecho o biberón a la cuchara.
¿Por qué el bebé da arcadas cuando siente la cuchara en su boca?
Los bebés poseen un reflejo natural llamado 'reflejo de extrusión', que les lleva a empujar hacia fuera cualquier alimento que se mete en su boca y que no tenga la textura suave y blandita asociada a la alimentación con leche.
Este reflejo innato les protege de ingerir alimentos que aún no están preparados para asimilar, de ahí que muchos bebés rechacen de inicio la alimentación con cuchara, empujando con su lengua el propio objeto o el contenido de la misma.
El reflejo de extrusión tiende a desaparecer entre los cinco y los seis meses de edad, de ahí la importancia de no tratar de introducir alimentos diferentes a la leche antes de los seis meses de vida (salvo que el pediatra indique lo contrario), pero también de prestar atención a las necesidades individuales de cada bebé.
Y es que cada niño tiene sus propios ritmos madurativos, por lo que además de fijarnos en su edad, antes de comenzar con la alimentación complementaria debemos tener en cuenta los siguientes factores:
- El bebé muestra interés por la comida de los adultos (echa mano cuando nos ve comer, quiere coger cosas de nuestro plato...)
- Se mantiene sentado
- Ha perdido el reflejo de extrusión
Si no consideramos estos requisitos, el inicio de la alimentación complementaria supondrá un momento de estrés para el bebé y para los padres, que observarán impotentes como su peque expulsa la comida con la lengua y rechaza la cuchara de forma reiterada.
Consejos para iniciar la alimentación con cuchara
Teniendo claros los consejos arriba mencionados, si observas que tu bebé ya está listo para comenzar con la alimentación complementaria y tienes claro que vas a optar por purés o triturados, estos consejos podrían ayudaros a hacer la transición del pecho/biberón a la cuchara más fácil:
- En primer lugar, jamás hay que obligar al bebé a comer. Cada niño es único y necesita su tiempo para adaptarse a este importante cambio, por lo que es necesario ser paciente y respetuoso con sus ritmos y respetar las señales de hambre y saciedad.
- Tampoco hay que seguir al pie de la letra las recomendaciones de cantidades que a menudo ofrecen los pediatras o enfermeras en consulta. Comenzaremos gradualmente, y en caso de dudas o si tenemos la sensación de que el bebé no come suficiente, consultar siempre con el pediatra.
- En relación con el punto anterior, introduce al principio la punta de la cuchara con la comida, para que el bebé pruebe el contenido con los labios. No le fuerces a abrir la boca ni introduzcas de inicio toda la cuchara en su cavidad bucal. El proceso debe ser gradual.
- Deja primero que tu bebé se familiarice con la cuchara, juegue con ella, la observe, se la introduzca en la boca vacía y compruebe su textura.
- Opta preferiblemente por cucharas de silicona blanditas y planas, evitando el plástico duro y el metal. El frío y la rigidez de estos materiales puede provocar un mayor rechazo del bebé.
- Prueba a darle a tu bebé la cuchara para que sea él quien la maneje. Aunque al principio derramará buena parte del contenido, si elegimos cubiertos adecuados a su fisionomía no solo estaremos facilitando su autonomía y desarrollo, sino consiguiendo que la comida sea un momento divertido, de aprendizaje y experimentación, con todos los beneficios que esto conlleva.
En cualquier caso, recordamos que no es imprescindible que la alimentación complementaria sea a base de triturados. El método Baby Led Weaning (BLW), que ofrece sólidos desde el inicio, está ganando cada vez más popularidad y es una alternativa válida a los purés y papillas.
Traducido como "destete guiado por el bebé", este método de alimentación se basa en ofrecer diferentes alimentos al bebé y que él sea quién decida cuánto y cómo lo come, siempre teniendo en cuenta su desarrollo psicomotor.