Nos preocupa la salud de nuestros niños en un tiempo en que la obesidad se ha convertido en una problemática a nivel mundial. Comer bien y llevar una vida activa es la combinación perfecta para mantenerse en el peso adecuado, pero según un estudio las calorías son menos importantes que el sedentarismo para la obesidad infantil.
Es decir, que puede que un niño ingiera más calorías pero si hace más ejercicio que otro que coma menos, tiene menos riesgo de obesidad. Eso sí, hay que tener en cuenta que no son lo mismo las calorías derivadas de grasas de mala calidad, de harinas refinadas y azúcares simples que otras más saludables.
Según el "Estudio Cuenca", llevado a cabo por el Centro de Estudios Sociosanitarios de la Universidad de Castilla-La Mancha controlando la evolución de los factores de riesgo cardiovascular en escolares desde el año 1992, los niños que más comen son precisamente los más delgados, hasta 200 calorías más diarias de media que los niños con sobrepeso.
Y es que la realización de ejercicio podría influir en la expresión de los genes relacionados con la obesidad y el gasto energético procurar un descenso de la materia grasa. En definitiva, sería el desequilibrio energético por un exceso de conductas sedentarias lo que propiciaría la obesidad infantil.
Otro dato interesantes que se desprenden del estudio es que, con la crisis, la frecuencia de niños con bajo peso se ha duplicado hasta alcanzar al 20,5% de la población infantil, mientras que la de sobrepeso y obesidad ha descendido hasta el 20,4% (estaba cerca del 35% en las mediciones anteriores a 2008).
La estatura de los niños, por otro lado, también se ha visto afectada por la crisis: entre los niños de cuatro a seis años en 2013 (nacidos en 2007-2008) hay hasta casi cinco centímetros de diferencia en su estatura dependiendo de que el estatus socioeconómico de sus familias sea alto o bajo.
Como conclusión señalaremos que, dada la importancia del sedentarismo para el aumento de la obesidad infantil, a partir de los resultados del "Estudio Cuenca" se ha llevado a cabo un programa de actividad física en escolares ("MOVI", del que os hablaremos próximamente). El objetivo es reducir el sedentarismo entre los niños para mejorar su condición física e incluso su rendimiento académico.
Foto | Thinkstock
Vía | Siete días médicos
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