Hace pocos días os hablé de la alimentación complementaria a través de las hojas que pediatras y enfermeras entregan a los padres con las pautas para empezar con ello.
Son varias las hojas que he podido leer hasta la fecha y son varios los errores de concepto que he observado y que pueden inducir a error a los padres o a seguir unas recomendaciones con poco sentido común. Hoy vamos a hablar de aquella en que la alimentación complementaria se convierte en enemiga de la lactancia al especificar en la hoja cuántas tomas de pecho debe hacer un bebé de seis meses.
Cuántas tomas de leche materna debe hacer un bebé de seis meses
Es muy probable que antiguamente, cuando la mayoría de bebés tomaban leche artificial, en las hojas de alimentación complementaria se dijera a las madres que redujeran el número de biberones a dos o tres al día, para ofrecer otras comidas en sustitución de los otros biberones.
Al haber más madres amamantando a sus bebés y al llegar éstas a hacerlo por más de seis meses las hojas tuvieron que modificarse para aquellas madres que no se creían eso de “a los seis meses tu leche se convierte en agua” y para que distribuyeran durante el día leche y alimentos.
Pues bien, pudiendo aplicar la lógica decidieron no hacerlo y al “Tres biberones de leche al día” añadieron “o bien tres tomas de pecho”, como si fuera lo mismo y como si un niño tomara la misma cantidad mamando que con un biberón.
Si hablamos de leche artificial, recomendar un máximo de tres tomas al día está bastante bien, porque teniendo en cuenta que a partir de los seis meses un niño debe tomar unos 500 ml de leche pues ya viene siendo eso, unas tres tomas de leche, a veces más o a veces menos: si por ejemplo se mete biberones de 240 ml, pues con dos ya cumple, prácticamente.
Un bebé de seis meses no puede tomar sólo tres tomas de leche materna al día
Sin embargo, si hablamos de leche materna el consejo es erróneo, muy erróneo. La alimentación complementaria tiene que complementar a la leche materna, pero no tiene que sustituirla hasta llegar a reducir una frecuencia de 8 a 12 tomas al día a sólo 3.
Si seguimos hablando de la recomendación de dar al niño 500 ml de leche al día, es imposible llegar a ello con dos o tres tomas de pecho (o muy improbable), porque una madre no tiene listos en el pecho 170 a 240 ml de leche para dar de golpe y además es inviable, porque si una madre llegara a producir tanto no podría pasar no sé cuántas horas sin dar el pecho para que su hijo hiciera sólo 2 ó 3 tomas.
Lo recomendable, teniendo en cuenta que hasta el año la leche materna es el alimento principal de los niños, es que un niño que ya empieza a comer otras comidas siga mamando a demanda o, como mínimo, varias veces al día.
A demanda no significa en exclusiva, ojo. Lo que quiero decir es que, si come cuatro cucharadas de fruta y no quiere más y resulta que le apetece el pecho, pues se le da. Si come un poco de carne y luego quiere el pecho, pues no le vas a decir que espere hasta que le toque comer otra vez, sino que se le da igualmente. Poco a poco irá comiendo más y mamando menos, tiene seis meses y acaba de empezar.
Digamos que sería como ofrecer lo mismo que a los niños de biberón, pero más repartido. La comida se le ofrecería en más ocasiones y la leche también, como si cada vez que tienen hambre se les da un poco de todo cuando, con leche artificial, no se hace así porque tras 250 ml de leche artificial lo raro es que tengan más hambre. Con leche materna, como maman menos cantidad, sí hay posibilidad de darle otras cosas cada vez que maman.
Foto | Mothering Touch
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