Errores en las hojas de alimentación complementaria del pediatra: expresar las cantidades que deben tomar

Errores en las hojas de alimentación complementaria del pediatra: expresar las cantidades que deben tomar
14 comentarios

Llega la visita de los seis meses, momento en que el bebé empieza a tomar otros alimentos que no sean leche y el pediatra (y/o la enfermera) nos da a los padres un papel con las pautas a seguir para empezar a alimentarle.

No quiero decir que dichos papeles estén mal, porque aún cuando lo hagamos fatal nuestro hijo acabará comiendo cosas que no son leche, como todo el mundo, sin embargo no puedo decir que estén bien (al menos no todas), porque muchas tienen errores que pueden suponer problemas y ansiedades para los padres y los hijos, como por ejemplo (un, dos, tres, responda otra vez): expresar las cantidades que deben tomar los bebés.

Expresar las cantidades en la hoja

El pediatra te da su papel impreso y te explica por encima las instrucciones a seguir y resulta que, a la hora de decir qué puede empezar a comer, te dice unas cantidades exactas para que preparemos la papilla: “180 ml de leche artificial con cereales”, “250 ml de papilla de verdura con pollo” o “Media manzana, media pera, medio plátano y el zumo de una naranja” son frases que nos pueden decir y que pueden leerse en muchas ocasiones en las hojas mencionadas.

Como ya hemos comentado otras veces, no todos los niños necesitan las mismas cantidades de comida, así que no es lógico que se marque una cantidad de comida para todos los niños cuando, para unos será mucho y para otros puede ser poco.

Los profesionales sanitarios nos quejamos bastante de los fabricantes de leche artificial (al menos yo sí me quejo), que en los botes especifican cuánto debe tomar cada bebé según la edad, porque luego vienen padres preocupados pensando que sus hijos tendrían que tomar mucho más o bien dejando a sus bebés con hambre. No tiene mucho sentido que luego hagamos nosotros lo mismo con la comida.

Pero el asunto tiene aún menos sentido cuando, unas semanas antes, unos meses antes, cuando las mamás preguntaban cuánto pecho tenían que darle y cada cuánto tiempo, nosotros les decíamos que lo hicieran a demanda.

Dicho de otro modo, “confía en tu bebé, que él sabe cuándo comer y cuánto comer” se convierte, a los seis meses, en “desconfía de tu bebé, que no sabe ni qué comer, ni cuándo, ni cuánto”. Es absurdo creer que los niños dejan de repente de saber regularse y es absurdo pretender que un niño pase de tomar solo leche a comer de repente un papillazo de 250 ml como si hubiera nacido con una cuchara en la mano.

Lo ideal, y lo lógico, es que simplemente se digan qué alimentos puede tomar, dar unas referencias para saber cómo empezar y explicar qué puede suceder: “Tan posible es que se lo coma todo como que sólo quiera un par de cucharadas”, explicando que tan normal es una cosa como otra.

Lo único que debe ser cuantificado es la proteína; y no para que no se quede corto, sino para que no coma demasiado. Según las recomendaciones actuales, se pueden ofrecer unos 20-30 gramos de carne al día, o unos 30-40 gramos de pescado (al día), o bien un huevo pequeño.

Por lo demás, la alimentación complementaria tiene como misión empezar a acostumbrar al bebé a nuevos sabores, nuevas texturas y una nueva manera de comer, con la cuchara, las manos o lo que sea menester para llevar a la boca comida que no sea leche y para que en el futuro coma como nosotros los adultos, que ni tomamos leche materna ni bebemos leche en biberón.

PS: En unos días comentaremos más errores que podemos encontrarnos en algunas hojas de alimentación complementaria.

Foto | M Glasgow en Flickr
En Bebés y más | Recomendaciones para la elaboración del menú infantil: de 6 meses a 1 año, Guía resumen de la alimentación complementaria (I) y (II), Carlos González explica cómo se ha de iniciar la alimentación complementaria

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Comentarios cerrados
    • El pediatra nos da unas pautas pero nuestro hijo es el que vemos todos los días. El pediatra lo ve ese día y listo. Seremos nosotros los que con esas medidas y conociendo a nuestro hijo le demos la cantidad media. Los niños son muy listos y si no quieren más, ellos te lo dicen con la cabeza o apartan con su mano la cuchara. La medida que toma el niño es tan personal y eso lo vemos día a día. A mi, el pediatra me decía una cantidad y yo le daba algo más porque mi hijo lloraba por hambre y eso que mi hijo desde que nació hasta ahora (14 meses) se ha mantenido tanto de peso como de altura en el percentil 50. Otra medida que la tenemos, pero tampoco tenemos que hacer caso a pies juntillas porque si nuestro hijo está sano y come y está feliz, lo del percentil es otro dato más.

    • A mí el pediatra me dijo que esas cantidades eran aproximadas (menos mal, porque yo me lo tomo todo al pie de la letra). Después el niño no se tomaba esas cantidades de comida, ni la mitad de eso, ni la mitad de la mitad... Dejé de pesar la comida, pasé a contar solo las cucharaditas que tomaba (aunque de cada cucharadita solo se tomaba la puntita, casi no habría la boca). Solía tomarse entre cero y tres cucharaditas al día. Y así durante mucho tiempo hasta que hizo anemia. Pero ya lleva varios meses con el hierro y comiendo mejor. Come sólidos y no peso lo que come. El otro día le sacaron sangre (pobrecito) y la semana que viene sabré como va con la anemia. Cuando veo a algún niño comerse un platazo de papilla me quedo sorprendida. Y si la madre al mismo tiempo se está quejando de lo mal que come el niño, me sorprendo aun más. "¡Mi niño no me come ná!" Y el niño traga que te traga cucharadas de papilla "aum aum aum!". Debe ser por las cantidades que les ha dicho su pediatra, que no hay niño ni adulto que se las coma.

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    • Avatar de 20588 Respondiendo a 20588

      Es normal que al principio coman poco o muy poco y, de hecho, es normal que después coman también muy poco como el tuyo, sin embargo si llega a los 8-9 meses sin tomar apenas carne se suele recomendar dar hierro para evitar anemia. De ese modo se suplementa hasta que el niño acepte mejor los alimentos y coma más.

      Espero que tu niño esté mejor, Alicia.

    • ¿A vosotros también os sale una foto de un postre en mis comentarios?

    • Estoy de acuerdo, Armando. Pero, la pregunta que yo me hago ¿qué ha ocasionado ésto? A menudo pienso que muchos pediatras nos dan indicaciones que están más relacionadas con la puericultura y alimentación que con la pediatría (corrígeme si me equivoco), la mayoría de esas indicaciones son contradictorias entre profesionales, lo que provoca gran desconcierto en los padres, sobre todo en primerizos: lactancia a demanda, lactancia cada X horas, introducción de la alimentación complementaria, sustitución de la lactancia por la alimentación complementaria, dormir o no con los padres, etc. Al principio, culpaba al personal sanitario y me preguntaba ¿por qué no se ponen de una vez de acuerdo? Ahora pienso que no toda la responsabilidad es del personal sanitario sino también de los padres. A veces, cuando vamos al pediatra hacemos preguntas que lejos quedan de la pediatría atribuyendo al pediatra funciones que no ha estudiado como profesional (dudo que en una carrera de medicina se estudie la cantidad de puré de verduras que se tiene que tomar un bebé o si debe o no dormir con sus padres) y que a veces se siente obligado a responder ya sea por no quedar mal como profesional (que ahí bien podría decir, ése no es mi ámbito de trabajo, no lo sé, o déjeme consultarlo) o porque ve a los padres tan desesperados que necesitan una respuesta sí o sí, y entonces responde según su experiencia, y con toda su buena voluntad (esto no hay que olvidarlo). No descarto a aquellos profesionales que quieran dar estas indicaciones porque piensen que no hay otra forma de hacerlo o que la suya es la válidad, pero quiero creer que en sus inicios no ha sido así y sino que hemos sido los papás los que hemos atribuido funciones que no le correspondían y luego ha derivado en las hojas de alimentación y demás indicaciones.

      No digo que algunos pediatras no sean responsables de dar indicaciones sobre puericultura o alimentación que a mi parecer no son las más adecuadas, sólo digo que no hay que generalizar, que lo hacen con toda su buena intención y que parte de la responsabilidad también es nuestra como padres. Que las indicaciones, son éso, indicaciones y no obligaciones, y que también hemos de hacer uso de nuestro sentido común.

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    • Avatar de azaharaveroz Respondiendo a Azahara

      Por cierto, aún recuerdo la visita de los 6 meses de mi primer hijo cuando la enfermera de pediatría me dijo que el niño se tenía que tomar en una papilla de merienda 1 pera, 1 manzana, 1 plátano y el zumo de una naranja, que así se comía cuatro frutas, mi respuesta inmediata fue: ¿Y usted se come todo eso en una merienda? No obtuve respuesta, es más, no me dijo nunca más las cantidades que tenía que tomar mi hijo.

    • Avatar de azaharaveroz Respondiendo a Azahara

      Ya, los pediatras y enfermeros hemos cogido ese papel porque los padres cada vez preguntan más cosas y cada vez más amplias... hasta preguntan cómo educar al niño, qué hacer si pega, etc. pues como a los pediatras y enfermeras les suele gustar leer cosas sobre los niños hemos ido siendo capaces de responder, cada vez más, a las dudas de los padres.

      No siempre hay ciencia detrás y muchas veces hay más de opinión que de otra cosa, me temo.

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    • Lo entiendo, Armando. Pero no todos leen a Carlos Gonzalez (por ejemplo)como tú, hay quien lee a Estivil y aconseja según sus "teorías". Creo que los papás tenemos que empezar a tener conciencia de que el personal sanitario está para tratar temas relacionados con éso, porque si no puede haber confusiones (vuelvo a mi ejemplo de Estivil). Y el personal sanitario empezar a discernir entre lo que es estrictamente médico y lo que no, y hacerle saber a los padres cuando se trata de una opinión (que no digo que no se den opiniones, sólo digo que los padres tienen que saber que no se trata de algo estrictamente médico), porque hay muchos padres que se toman las recomendaciones de los pediatras como dogmas, de hecho, conozco a padres que se tiran más de dos horas y persiguiendo a su hijo de 1,5 años por la casa para que se coma los 250 ml de puré y el niño venga a mover la cabeza como diciendo que no quiere, y todo porque el pediatra le ha dicho que se tiene que comer esa cantidad, y esto por no hablar del tema del sueño..., anda que no hay padres que entre los cuatro y los seis meses sacan al bebé de la habitación y empiezan a darse paseos por la casa porque el bebé no quiere dormir sin sus papás, pero como el pediatra ha dicho que tiene que dormir solito, va a misa. Creo que en todo esto tenemos todos un poco de responsabilidad y sólo pienso que en la mayoría de los casos hay que aplicar el sentido común y sobre todo, no pensar que los médicos son nuestros "guías espirituales", y muchos papás les atribuyen esa función.

    • Armando, qué suerte tienen tus pacientes...y sus padres!

      Yo empecé a mentir desde los 3 o 4 meses porque, si por mi enfermero y pediatra fuera, la lactancia hubiera sido mixta desde el principio (y no por problemas de peso prcisamente, que se mantiene desde que nació en el percentil 90 más o menos). El zumo de naranja me dijeron que a los 3 meses y medio, cereales con cantidades desd los 4 o 5 meses, nada de teta por la noche, papillas con no sé cuántas cosas y siempre me preguntaban las cantidades que me daban. Así que, dado que diciendo la verdad me volvían loca, me resultó mas cómodo mentir. En lo único que no mentí es en que la leche siempre era la mía!

      Y una vez con 7 u 8 meses se me ocurrió preguntarle a la pediatra si podía comer arroz integral en lugar de blanco, porque es el que nosotros comemos, y me miro con cara de espanto y me dijo que para qué le queria dar arroz, que le diera papilla! En fin, hice lo que me parció...y seguí con la duda de si el arroz integral es difícil de digerir para un bebé de esas edades. Te aseguro que nunca medí ninguna comida, porque los niños saben regularse y si comen más por la mañana, comen menos por la noche. Lo importante es que tengan alimentos sanos a mano y un buen ejemplo por parte de los padres.

      Y el papel que me dieron, pues para volverse locos y para acabar con la LM en menos que canta un gallo.

      Por otra parte, en cuanto a preguntas sobre crianza, es verdad que a veces se hacen preguntas que nada tienen que ver con la pediatria...pero en nuestro caso, es el enfermero el que pregunta y da consejos sin pedirlos. Vamos, que antes del año ya me decía que tenia que pasarlo a su habitación, a lo que le contesté de mala manera.

      En la revisión de los dos años no preguntó tanto, imagino que es porque daba por sentado que ya no tomaba teta, que yo seguía al pie de la letra las recomendaciones/imposiciones de alimentación (cómo si no iba a estar tan sanote) y que dormia solito en su habitación.

      A ver ahora a los 3 años con qué me salen! Menos mal que no se pone malo y no vóy más que a las revisiones :-))

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    • Avatar de kiliwia Respondiendo a Silvia

      Claro, con el tiempo, al haber seguido sus consejos, tu hijo ya está "enseñao" ;)

    • en Holanda te recomiendan sólo leche hasta los 6 meses y a partir de ahí algún puré de frutas, o verduras, cada tanto, sin que los purés pasen a formar parte fija de la alimentación. A partir del año si preguntas te dan una hoja con unas pautas, pero sin cantidades. Yo, como no tenía ni idea de cuánto come un bebé, le pregunté que qué cantidades y me dijo que mirara cuánta cantidad ponen en los potitos de su edad. Conclusión, yo peso lo que le voy a poner en el plato, para guiarme, pero si un día come la mitad, o menos, pues no pasa nada... y si otro día quiere más, pues le doy algo más.

    • mi hija tiene 8 meses y es "tetera" 100%! no hay caso con los sólidos...algunos días come algo de cereal para cenar, pero verdura, pollo o fruta NI probarlos. Ya hace 2 meses que estamos así...y la verdad que no me preocupaba porque "ya comerá"...pero ahora viendo esto de la anemia, me da un poco de miedo. Está enorme, sana y de muy buen humor...igual es preocupante?

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    • Avatar de vickitoria Respondiendo a vickitoria

      Estoy con Alicia. A ver si en este mes come algo más, si no, a los 9 meses, coméntalo con el pediatra. Es cierto que ya comerá, por eso no hay problema, puede estar a teta 100%, con la única salvedad de que puede faltar hierro (las reservas dependen de cuándo nació el bebé, a término o prematuro, y de cuándo cortaron el cordón... si estuvo latiendo unos minutos tras nacer, puedes estar más tranquila, pero si lo cortaron rápido, mejor no esperar mucho).

    • Avatar de vickitoria Respondiendo a vickitoria

      A mi hijo le detectaron la anemia con 15 meses, casi el doble de lo que tiene tu hija ahora. Además, fue prematuro, con lo que tenía menos reservas de hierro (no sé si tu hija es prematura). Bajó del percentil 25 al 3, vamos que no estaba precisamente "enorme" como tu hija. No estoy segura, pero a lo mejor es pronto para que te preocupes por el tema de la anemia. De todas formas, como toma cereales algunas noches, igual podrías darle cereales enriquecidos con hierro. Y si sigue así más tiempo, se lo dices al pediatra para que le mande hierro.

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