¿Son necesarias las leches de crecimiento para los niños?

Entre el primer y el tercer año de vida de nuestros hijos, se producen importantes hitos en su desarrollo: el peso se multiplica por dos de forma natural, y su cerebro alcanza el 80% de su tamaño. Para ello, es importante asegurar al niño una correcta nutrición aportándole diariamente lácteos, frutas y verduras, y de dos a cuatro veces por semana, pescado, legumbres y carnes.

Sin embargo, existe un porcentaje de niños que no cumple con las recomendaciones alimentarias y en estos casos, el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en colaboración con la Federación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) recomiendan a los padres valorar la opción de ofrecer a sus hijos leches de crecimiento que por su perfil nutricional pueden ayudar a completar ciertas carencias.

Principales carencias de la dieta infantil

El doctor Moreno Villares, del servicio de pediatría del Hospital 12 de Octubre y experto en Nutrición Clínica, junto al doctor Dalmau Serra, de la unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital La Fe, de Valencia, hicieron recientemente una revisión de las leches de crecimiento que han publicado en la revista Acta Pediátrica.

Bebés y Más ha tenido el placer de hablar con el doctor Moreno Villares sobre la alimentación de los niños, sus principales carencias nutricionales y el papel que las leches de crecimiento pueden tener en su alimentación.

Según el doctor, es frecuente encontrar niños entre un año y tres con carencias nutricionales debidas, principalmente a dos factores:

En ocasiones, las prisas y el estrés impiden una correcta alimentación a base de productos frescos y guisos caseros ricos, nutricionalmente hablando. Formas de cocinado poco apropiadas, comida precocinada o incluso rapidez a la hora de ingerir los alimentos, pueden acarrear déficits en la dieta.

  • Por otro lado, hay niños pequeños a los que les cuesta mucho comer bien y todo tipo de alimentos. Sus gustos son muy limitados y algunos, incluso, hacen ascos ante determinadas texturas en la boca, por lo que rechazan sistematicamente alimentos importantes.

Este tipo de situaciones pueden provocar desequilibrios en la dieta, que se traducen en forma de:

El papel de las leches de crecimiento

A partir de los 12 meses, si el bebé ya no se alimenta de lactancia materna, se suele recomendar comenzar con leche entera de vaca o leches de crecimiento.

Y este es el dilema que se nos plantea a los padres: ¿qué tipo de leche es mejor ofrecer a nuestros hijos? ¿Son necesarias las leches de crecimiento?

El doctor Moreno Villares considera que las leches de crecimiento deberían ser una opción más a barajar, en función de la situación personal de cada familia, su estilo de vida o el tipo de alimentación que lleve el niño.

Y es que si nuestro hijo tiene una dieta equilibrada, come de todo y está fuerte y sano, la leche entera de vaca será suficiente. Pero en los casos descritos anteriormente, o en niños que no comen bien, el doctor Moreno recomienda optar por las leches de crecimiento, ya que al estar enriquecidas pueden ayudar a alcanzar los requerimientos nutricionales para esta etapa, puesto que:

  • Reducen el aporte de proteínas (que ya hemos visto que en la dieta de los niños es excesivo) ya que la leche de vaca es más rica en proteínas que la leche de crecimiento

  • Aumentan el aporte de DHA hasta en un 65% por cada vaso de leche

  • Aumentan el aporte de hierro hasta en un 42,9% por cada vaso de leche

  • Aumentan el aporte de vitamina D hasta en un 20% por cada vaso de leche

Pero no todas las leches de crecimiento son iguales

Pero el hecho de que un brick de leche contenga la etiqueta "de crecimiento" no le convierte inmediatamente en el alimento ideal para un niño, puesto que podemos encontrar leches de este tipo con un exceso de azúcares que deben ser evitados en la dieta infantil.

Esto podría solucionarse si existiese una legislación específica para las leches de crecimiento (como ocurre con las fórmulas para lactantes o fórmulas de continuación), pero a día de hoy, las leches de crecimiento están sujetas a las mismas consideraciones de composición y seguridad que otros productos dietéticos, por lo que es labor de los padres leer el etiquetado, evaluar y comparar.

En resumen, las leches de crecimiento podrían ser una buena opción si la dieta del niño presentara carencias o fuera poco equilibrada, pero siempre leyendo bien el etiquetado de las marcas para elegir la que mejor se adapte a las necesidades nutricionales de nuestros hijos.

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