El sushi es un tipo de comida japonesa preparada a base de arroz blanco cocido aderezado con vinagre de arroz (entre otros condimentos), y que se rellena de ingredientes como pescado fresco, marisco, carne o vegetales.
Este plato nipón está ganando popularidad en nuestro país desde hace un tiempo, hasta el punto de que cada vez son más los restaurantes especializados en sushi, así como las familias que incluyen este alimento en sus comidas de manera ocasional.
Si eres amantes de sushi y tienes niños pequeños quizá te hayas preguntado cuándo es posible introducir este plato en su dieta: ¿es seguro ofrecer sushi a los niños? ¿qué aspectos deben tenerse en cuenta?
Sushi con pescado: ¿qué riesgos hay?
Uno de los rellenos estrella del sushi es el pescado y entre los más utilizados está el atún, el salmón, el bonito, el pargo, el jurel o pez limón y la caballa.
Por lo general, el pescado se emplea crudo, de ahí que el principal riesgo para niños (o para cualquier persona) sea la presencia de anisakis y la alergia que podría desencadenar.
Lo más habitual es que la mayoría de las personas hayamos ingerido larvas de anisakis presentes en los pescados que consumimos de manera habitual, sin que este hecho nos haya provocado ninguna alteración ni complicación de salud.
Sin embargo, en otras ocasiones la ingesta de anisakis podría acarrear infecciones digestivas y reacciones alérgicas, de ahí que se recomiende evitar el consumo de pescado que no haya sido previamente cocinado.
Pero existe una forma de consumir pescado crudo con seguridad, y es congelándolo previamente. La OCU aconseja que la congelación se lleve a cabo a una temperatura igual o inferior a -20 ºC durante al menos cinco días.
Sin embargo, este tipo de temperatura solo se alcanza en frigoríficos de tres estrellas, por lo que antes de proceder a la congelación hemos de asegurarnos de que nuestro electrodoméstico cumple con esas características.
Si no es el caso, se recomienda comprar pescado congelado en alta mar o en pescaderías que vendan pescados para hacer sushi que ya han recibido el debido tratamiento de prevención.
En cuanto a comer sushi fuera de casa, el Real Decreto 1420/2006 sobre prevención de anisakis en hostelería obliga a restaurantes, bares o establecimiento de hostelería (incluidos hoteles, hospitales, colegios, residencias, comedores de empresas, empresas de catering y similares) a garantizar que los productos de la pesca para consumir en crudo o prácticamente en crudo hayan sido previamente congelados a una temperatura igual o inferior a -20 ºC en la totalidad del producto, durante un período de al menos 24 horas.
Otro aspecto a tener en cuenta, tal y como mencionábamos más arriba, es que algunos de los pescados utilizados para preparar sushi son peces de gran tamaño y con alto contenido en mercurio, como es el caso del atún.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AECOSAN) el consumo excesivo de metilmercurio tiene un efecto tóxico en la salud, que se acumula y puede llegar a producir daños neurológicos y cerebrales. De ahí que no se recomiende la ingesta de estos peces en menores de diez años, y se limite el consumo a 120 gramos mensuales en la dieta de niños y adolescentes entre 10 y 14 años.
Otros peces susceptibles de contener mercurio son por ejemplo, el pez espada, el tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera), el róbalo y la caballa gigante.
"Entonces, ¿puedo dar sushi de pescado a mi hijo?"
Teniendo en cuenta las consideraciones mencionadas, es posible que te estés preguntando: "si congelo previamente el pescado y evito los peces grandes, ¿puedo ofrecer sushi a mi hijo?"
Lógicamente estaremos minimizando una serie de riesgos, pero lo cierto es que no hay recomendaciones oficiales claras al respecto.
De hecho, muchos expertos coinciden en afirmar que es preferible evitar el sushi elaborado con pescado y marisco crudo antes de los seis años (algunos incluso elevan hasta los 12 años la edad recomendada).
El motivo principal es que el sistema inmune del niño no se ha desarrollado por completo, por lo que este tipo de alimentos podría desencadenar una reacción alérgica.
Además, el consumo de marisco por parte de los niños conlleva ciertas peculiaridades y precauciones que debemos tener en cuenta, pues algunas especies como gambas, langostinos, cangrejos, centollos y similar contienen cadmio en sus vísceras, por lo que habría que evitar o limitar el consumo.
Por otro lado, el pescado y marisco crudo tienen riesgo de estar contaminados y transmitir ciertas infecciones y enfermedades. De ahí que la Academia Americana de Pediatría, a través de un artículo publicado en la web Healthy Children, recomiende que los niños que van a consumir sushi sean vacunados previamente con la vacuna de la Hepatitis A.
¿Qué otras opciones de sushi hay y que aportan a nivel nutricional?
La base del sushi es el arroz blanco cocido, uno de los cereales que antes se ofrece a los niños y que más gusta. Además, el arroz tiene grandes propiedades nutricionales y es muy digestivo.
Además de los pescados y mariscos, el sushi también puede rellenarse de otros alimentos como la carne cocinada de pollo, ternera o cerdo, el huevo en forma de tortilla y verduras como el pepino, el aguacate, el pimiento o la zanahoria.
El sushi puede presentarse en forma de bola de arroz con relleno, o bien enrollado en una hoja de alga nori. Pero aunque las algas son una buena fuente de calcio de origen vegetal, también exceden con creces las cantidades de yodo recomendadas en la infancia, según alerta la pediatra Gloria Colli en este artículo.
Y ya por último conviene analizar también los condimentos más populares para acompañar el sushi, tales como la salsa de soja (que por su alto contenido en sal es preferible evitar), el wasabi o la salsa sriracha, ingredientes muy picantes que se recomienda no ofrecer a los niños.
En resumen... ¿sushi sí o no?
En resumen, el sushi casero (las presentaciones comerciales suelen tener alto contenido en sal y azúcar, y por eso es preferible evitarlas) elaborado con pescado o marisco bien cocinado o con otros ingredientes adecuados para los niños, es una buena opción nutricional, que podría incluso ofrecerse a partir de los seis meses (por ejemplo, en el caso de opciones vegetarianas)
Pero es importante tener en cuenta todas las indicaciones mencionadas para evitar posibles riesgo para la salud de los niños.
Fotos | Foto de portada (Depositphotos), Foto 1 (Olga Lioncat en Pexels), Foto 2 (RODNAE Productions en Pexels); Foto 3 (Pixabay)
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