Cuando se inician las vacaciones de verano, se acaba la actividad física para una parte de la población infantil. Además, durante la época estival las rutinas se vuelven más flexibles, y en ocasiones esto afecta a la alimentación de los niños. Todo ello puede hacer que las conductas alimentarias de nuestros hijos cambien y su peso se altere notablemente.
No en vano, una investigación realizada en Estados Unidos y encabezada por la Universidad de Harvard, asegura que entre junio y agosto los niños pueden aumentar de peso a un ritmo más rápido en comparación con el año escolar, especialmente si estos ya padecen sobrepeso u obesidad.
Con ayuda de los expertos de Deusto Salud, centro de formación continua a distancia especializado en el ámbito de la salud, analizamos cuáles son los motivos por los que muchos niños aumentan de peso en verano y qué podemos hacer los padres para cuidar su alimentación
¿Por qué los niños aumentan de peso en verano?
Son varios los factores que pueden atribuirse a un aumento de peso en los niños durante las vacaciones de verano. Para empezar, en esta época del año la alimentación se suele descuidar, se aumenta la ingesta de dulces, así como de alimentos procesados y ricos en grasas. También solemos comer fuera de casa con más asiduidad, y esta comida no siempre es saludable.
Asimismo, las rutinas que hemos llevado durante el curso se flexibilizan y los horarios de comida se retrasan o modifican.
"En verano, los niños tienden a cambiar su conducta alimentaria. Así, suelen aumentar el aumento de ingesta de alimentos preparados y el consumo de más azúcares de lo habitual. La modificación de los horarios también afecta tanto a la alimentación, como al ejercicio e incluso al sueño. Duermen menos horas, se levantan más tarde. Por lo tanto, hay menos tiempo para realizar actividades físicas" - apuntan los expertos de Deusto Salud.
Y es que no podemos olvidar que existe una relación entre la falta de sueño y la obesidad. Según el Plan Estratégico Nacional para la reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030), un sueño inadecuado incita a comer a deshoras y a estar menos activos físicamente, lo que a su vez podría ocasionar sobrepeso y obesidad.
Otro gran enemigo de la obesidad y el sobrepeso infantil es el tiempo de pantallas, un tiempo que en demasiadas ocasiones se descontrola durante las vacaciones de verano y que puede afectar negativamente a la salud física y mental de los niños, tal y como explican desde Deusto Salud.
"Es importante limitar el tiempo de pantallas, especialmente a edades tempranas, pues pasar demasiado tiempo frente a una pantalla aumenta el sedentarismo y tiene consecuencias para la salud. Todas asociadas la falta de sueño, el aumento de peso y problemas de salud mental"
Cinco consejos para una alimentación saludable de los niños en verano
Además de ayudar a los niños a mantenerse activos, es importante hacer que desarrollen hábitos de alimentación saludable, como por ejemplo comer en familia y sin pantallas delante, cocinar juntos o planificar con los niños menús de verano saludables en los que también tengamos en cuenta sus gustos.
A este respecto, los expertos en alimentación pediátrica de Deusto Salud nos recomiendan tener en cuenta estos seis importantes consejos:
1. Incluir en la dieta de los niños alimentos ricos en fibra, hortalizas, verduras y frutas de temporada, pescados y carnes blancas. Por el contrario, se deben limitar el consumo de alimentos ricos en carbohidratos de absorción rápida y alimentos ricos en grasas.
2. Optar por técnicas de cocinado en las que no añadamos más contenido calórico, como la plancha o el vapor.
3. Procurar que la presentación de nuestros platos sea atractiva y original para los niños y combine diferentes texturas. No tengamos miedo en ser creativos a la hora de preparar recetas de verano para los peques, como por ejemplo ensaladas de legumbres, cremas frías de verduras, piruletas y brochetas de fruta, gazpachos con frutas, pudding de pescado, pasteles fríos de verdura, gelatinas naturales de fruta, helados caseros de fruta...
4. Cuidar la hidratación. Es fundamental que nos aseguremos de que los niños beben la cantidad de agua que necesitan según su edad. Asimismo, podemos recurrir a la preparación de batidos caseros, sorbetes de fruta o smoothies naturales para incrementar tanto el consumo de agua como de fruta.
5. Cuidar los horarios de comida. Aunque es normal relajarse un poco en vacaciones, conviene respetar el horario de alimentación porque esta rutina es muy importante para regular el apetito de los niños. También debemos evitar que coman con prisas y recordarles la importancia de masticar bien, pues este hábito favorece la digestión, evita los gases y otros problemas intestinales.
La obesidad, un problema en aumento en España
La obesidad es un problema en aumento en los países desarrollados y afecta también a los niños y adolescentes; de hecho, es considerada como "la epidemia del siglo XXI". Y es que desde 1975, la obesidad casi se ha triplicado en el mundo. La OMS calculó en 2016 que había más de 340 millones de niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad.
Según datos del estudio Aladino sobre la alimentación, actividad física, desarrollo infantil y obesidad en España, la prevalencia de obesidad infantil y juvenil en nuestro país es cercana al 40%. Asimismo, otro estudio publicado en 2022 en la Revista Española de Cardiología indica que la incidencia alcanza su punto máximo alrededor de los 6 años; es decir, que en contra de lo que muchos creen, la obesidad también afecta a la primera infancia.
La obesidad está relacionada con numerosos problemas, tanto psíquicos como físicos. A nivel psicológico, los niños con obesidad asocian más problemas de autoestima, problemas de relación con sus compañeros, de depresión y fracaso escolar. A nivel físico, la obesidad se asocia a enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares.
Es por ello que los padres debemos ser muy cuidadosos con la alimentación de nuestros hijos y sus hábitos de vida, y prestar una especial atención a los meses de verano, dada la asociación que hacen los estudios entre entre esta época del año y un aumento de peso en niños.