Llega la Navidad y la publicidad nos inunda. En la televisión, en revistas o en los folletos de los centros comerciales se ofertan miles de juguetes atrayentes que despiertan los deseos de los niños. Lo piden todo y nosotros a veces gastamos demasiado o no hacemos las compran más adecuadas. Por eso espero que estos consejos sobre los regalos de Navidad os sean útiles.
El bombardeo de imágenes que identifican felicidad y posesión de objetos materiales es una de las constantes de la publicidad que está presente en todo nuestro entorno, pero en Navidad y especialmente en lo que se refiere a los niños, el esperar que se resistan al deseo de tenerlo todo es demasiado para ellos.
Nosotros, los padres, tenemos que educar también en estos momentos aunque, sin duda, colmar sus sueños es parte de la felicidad de estas fechas. Tendríamos, cada uno desde nuestra perspectiva y posibilidades, compatibilizar la abundancia de regalos con la realidad de una educación integral sobre el valor de las cosas.
No seremos peores padres si no compramos todo, sobre todo si las compras fuesen a exceder nuestras posibilidades económicas o de organización del espacio en el hogar. No vamos a compensar tampoco, aunque compremos una juguetería, la ausencia excesiva en la vida de los niños si pasamos demasiado tiempo lejos de ellos por ocio, por trabajo o por no convivir en el mismo hogar.Tampoco les hacemos un favor si les compramos juguetes que juzgamos peligrosos o inadecuados por mucho que los pidan o si compramos cosas que, en el fondo, es a nosotros a los que nos gustan. Estos si son consejos que todos podemos tener presentes.
Lo que es demasiado para unos será poco para otros y viceversa. No hay una norma que podamos aplicar a todos los hogares, depende del sentido común de cada padre.
Antes de comprar regalos debemos valorar si son realmente juguetes durables, seguros y con posibilidades, que no van a quedar arrinconados en dos días o van a ser un adorno que terminará acumulando polvo. También debemos tener en cuenta que el juguete tiene que ser adecuado para la edad del niño y que va a proporcionarle oportunidades de desarrollar su motricidad, su imaginación, su creatividad y su espíritu de cooperación. Y comprar lo que podamos, explicándoles que no pueden tener todo lo que aparezca en la revista que han encontrado en el buzón, educando en el consumo responsable e inteligente.
El placer de elegir y comprar los juguetes para nuestros hijos es maravilloso, para nosotros y para ellos, pero podemos hacer compras racionales si tenemos prensentes algunos consejos, como los que os propongo, sobre los regalos de Navidad.
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