Por qué hacer regalos nos hace tan felices o más que recibirlos. Esto es lo que dice la psicología

Por qué hacer regalos nos hace tan felices o más que recibirlos. Esto es lo que dice la psicología
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Con la llegada de las fechas navideñas, llega también el momento de hacer y recibir regalos en muchos hogares. Y quizás a ti también te ha pasado: tener la sensación de ser más feliz haciendo regalos, que recibiéndolos. Pero, ¿por qué sucede? ¿Qué dice la psicología sobre esto?

Es importante entender que lo que nos hace felices no es solo "hacer el regalo" en sí (que también), sino todo lo que conlleva y envuelve este gesto; pensar en la persona, en qué regalo le puede gustar, escogerlo, envolverlo, ver su cara al abrirlo... todo esto hace ilusión. Pero veamos más sobre este curioso fenómeno relacionado con las emociones y los vínculos y su posible explicación.

Cinco razones que explican por qué nos hace tan felices hacer regalos

Hacer regalos va más allá de la simple tradición de intercambiar objetos materiales; es un acto profundamente arraigado en nuestra psicología que nos genera emociones agradables y positivas. Pero, ¿por qué? Algunas de las razones son estas:

1. Liberamos dopamina (la hormona de la felicidad)

La dopamina, conocida como la "hormona de la felicidad" o "la hormona del placer", desempeña un papel clave en nuestro bienestar emocional. La acción de hacer regalos activa la liberación de dopamina en el cerebro, generando una sensación de placer y recompensa. Este fenómeno no solo se observa en el receptor, sino también en el dador, lo que explica por qué la acción de dar nos hace sentir tan bien.

Al regalar, estamos involucrando nuestras emociones y activando áreas del cerebro asociadas con la gratificación. Este proceso bioquímico refuerza la conexión emocional con la persona a la que estamos dando, creando una experiencia positiva tanto para el dador como para el receptor.

2. Alimentamos la conexión emocional (y eso es gratificante)

Cuando elegimos cuidadosamente un regalo para alguien, estamos demostrando un nivel profundo de conexión emocional. Este acto implica un conocimiento íntimo de los gustos, deseos y necesidades del destinatario. La psicología sugiere que esta conexión fortalece el vínculo emocional entre el dador y el receptor, creando un sentido de cercanía y comprensión mutua.

Por ejemplo, si conocemos la pasión de un ser querido por la fotografía, regalarle una cámara especializada no solo es un gesto material, sino también una expresión de nuestro entendimiento y aprecio por sus intereses. Es pensar en el otro (verlo, en un sentido profundo de la palabra).

3. Creamos un sentido y un propósito

Hacer regalos también está vinculado a la búsqueda de significado y propósito en nuestras vidas. La psicología positiva sostiene que contribuir al bienestar de los demás aumenta nuestra sensación de realización y satisfacción personal.

Al dar, estamos contribuyendo de manera tangible al bienestar de otra persona, lo que fortalece nuestra sensación de propósito y el sentido de pertenencia en la sociedad.

Un ejemplo claro de esto es cuando donamos a organizaciones benéficas de forma altruista, o cuando hacemos regalos significativos a amigos en momentos especiales. Estos actos nos ofrecen un sentido profundo de propósito, ya que estamos mejorando la vida de los demás de alguna manera (y eso es reforzante para nuestro cerebro; nos hace feliz hacer feliz al otro).

4. Construimos relaciones positivas

Hacer regalos crea un ciclo positivo en las relaciones interpersonales. La psicología social destaca que los gestos generosos fortalecen los vínculos y fomentan relaciones positivas. Cuando experimentamos la alegría de dar, creamos un ambiente emocional propicio para la reciprocidad y la generosidad en nuestras relaciones.

Por ejemplo, un amigo que recibe un regalo bien pensado puede sentirse inclinado a devolver el gesto (por reciprocidad), lo que contribuye a la construcción de una relación más sólida y afectuosa con el otro.

5. Es otra via para comunicarnos que nos resulta positiva

Regalar también nos hace felices porque con este acto demostramos muchas cosas (también de forma simbólica), y eso es reforzante. A través de los regalos (sean del tipo que sean; no hace falta que sean "grandes regalos" o regalos muy caros), podemos comunicar admiración hacia el otro, gratitud, amor, cariño, o incluso pedir disculpas.

Es una forma más de expresión social y emocional, y como seres humanos que somos, necesitamos encontrar estas y otras formas para expresarnos socialmente, a nivel verbal, no verbal y simbólico.

Y por supuesto, hacer regalos es una forma de comunicar que a las personas a las que les cuesta verbalizar sus sentimientos (por ejemplo, por timidez, introversión, e incluso por orgullo en ciertos momentos), les puede ayudar mucho.

Foto | Portada (Película "Dear Christmas", 2020)

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