Es posible que vuestros hijos, como los míos, tengan unas bonitas llaves de juguete que hasta pueden morder. Quizás de ese modo se entretengan con ellas y no tengan que andar cogiendo las nuestras, ¿verdad? Pues no, o al menos en mi casa no sucede así.
Mi hijo Guim, como lo fue también mi hijo Aran, es un fanático de las llaves de sus padres. A la que puede nos abre el bolso, se hace con algún juego de llaves y por ahí anda con ellas tratando de abrir todo lo que encuentra. Así hasta que se aburre y las suelta allí donde esté. Por eso un gran regalo para padres es este juego de 5 llaveros con avisador sonoro para encontrarlas fácilmente.
Lo recomiendo porque hace un mes me hice con uno. Después de varios episodios de desesperación máxima, buscando llaves por toda la casa, llegando tarde a los sitios por no aparecer las llaves del coche y preguntándole dónde las había puesto, sin conseguir una respuesta clara, me decidí a buscar una solución y di con este juego de llaveros.
Se trata de unos simples llaveros que actúan como avisador, cuando se les llama. Y para llamarles tenemos el mando a distancia que viene con ellos. Al tenerlos todos delante tuyo por primera vez, no tienes más que asignar una letra del mando a cada llavero. Yo, para no liarme mucho, pegué detrás de cada llavero su letra correspondiente y, detrás del mando, la leyenda, para saber que el llavero A son mis llaves del coche, que el B son mis llaves de casa, el C las llaves del trabajo, D son las llaves de casa de Miriam y E sus llaves del coche.
Así, cuando echamos en falta unas llaves, basta con coger el mando, mirar la leyenda, pulsar el botón y esperar a oír una alarmita procedente del llavero, que dura unos segundos, para ir a buscar las llaves.
Me ha resultado útil en más de una ocasión, muy, muy útil, así que no puedo más que recomendarlo si os ha tocado en suerte un niño como el mío, guardián de las llaves y amante de los acertijos.
Lo único que debemos tener en cuenta es que el mando "vale millones". Debe estar siempre en el mismo lugar, no sacarlo de ahí bajo ningún concepto (a no ser que nos lo queramos llevar con nosotros, por si vamos a casa de alguien y sospechamos que ahí también, nuestro hijo va a buscar nuestras llaves) y sobre todo, sobre todo, no dejarlo en manos del amo de llaves bromista. Un día lo vi con él, por habérselo dejado a mano, y empecé a sudar profusamente, me acerqué a él como deslizándome, flotando sobre el suelo, despacio, silenciosamente, y cuando estuve a su lado le cogí en brazos, desvié su atención hacia otra cosa y recuperé el aparato mágico. Nunca más.
A todo esto, yo lo compré en Amazon donde tiene un precio de 20,49 €. Si cuando lo vayáis a comprar no hay stock (es limitado, aunque con los días vuelven a tener disponibles) podéis haceros también con ello en Amazon.co.uk.
En Bebés y más | Pensando en montar una oficina de objetos perdidos, Guía de regalos no oficial para niños de hasta 2 años (I) y (II)
5 Buscador de Llaves con Alarma Acustica Key Finder con Sonido 40m