Pues bien, un reciente estudio realizado en Estados Unidos pone de manifiesto que el carro de la compra es un elemento desde el que habitualmente se caen muchos niños, de los cuales buena parte de ellos se hacen mucho daño.
Dice la investigación que en Estados Unidos ingresa un niño en Urgencias cada 22 minutos por una lesión relacionada con una caída desde un carrito de supermercado, una cifra a mi juicio bastante elevada.
La mayoría de las lesiones (cerca del 70%) se produjeron por caerse de él, aunque otros accidentes comunes fueron chocarse (con otro carro, con una estantería...) o que el carro se vuelque y se les caiga encima (por ejemplo porque estaban subidos por un lateral y se les ha venido encima).
Una nueva investigación de EE. UU. halla que un niño termina en la sala de emergencias cada 22 minutos debido a una lesión relacionada con esos carritos.
Como suele suceder en estos casos, la zona del cuerpo más lesionada en este tipo de accidentes "de supermercado" es la cabeza. De hecho, la tasa anual de conmociones cerebrales y lesiones internas de la cabeza en bebés y niños pequeños aumentó en más del 200 por ciento en el periodo del estudio.
Los investigadores concluyen que los actuales carritos de la compra no son adecuados para transportar niños y que, por tanto, suponen un riesgo para ellos. Sugieren que deberían mejorarse los estándares de seguridad e introducir mecanismos que impidan que vuelquen y dificulten las caídas desde ellos, por ejemplo haciendo obligatorio el uso de un cinturón cuando los niños viajen en esas sillitas especiales que muchos de ellos incorporan.
Lo cierto es que, para muchos padres, hacer la compra con un niño pequeño resulta muy complicado. Y si bien podrías ponerle un cinturón mientras es muy bebé, en cuanto tienen edad de intentar echar mano a las cosas que hay en las estanterías, resulta muy complicado controlarles en los supermercados. Una buena idea, que también sugiere el estudio, es utilizar portabebés ergonómicos, de manera que el bebé viaja con su papás de manera segura. No obstante, esta idea suele tener también fecha de caducidad pues llega un momento en que los niños pequeños son conscientes de que la mochila en la que les lleva papá o mamá les impide explorar el supermercado a gusto y suelen mostrar un disgusto monumental ante la idea de ver coartada su libertad de esa manera. Para muchas familias, la manera más tranquila de hacer la compra sería sin niños, pero esto es algo que no siempre es posible. Cada vez más se está poniendo de moda que se habiliten ludotecas o salas de recreo donde los niños se quedan con un monitor a cargo mientras los padres compran tranquilamente, pero estas salas no suelen admitir niños menores de 3 años o que lleven pañales, cuando la edad en la que se producen más accidentes sea justamente antes de esa edad.
¿Qué os parece? ¿Habéis tenido algún tipo de accidente relacionado con los carros de supermercado? ¿Qué hacéis vosotros para prevenirlos, además de tener cien mil ojos - incluyendo varios pares de ellos en la nuca - ?
Foto | Polycart en Flickr CC Vía | Medline En Bebés y Más | Evitar accidentes en niños menores de dos años