Para mucho, el mes de septiembre es un mes complicado. Se acaba el verano y las vacaciones, los gastos se disparan, comienza el colegio, los adultos regresamos al trabajo, y tras unos meses con horarios más flexibles toca volver a adaptarse a las rutinas.
Pero este año, septiembre es diferente. Es un septiembre enmarcado en la nueva realidad, que nos obliga a aprender a manejar la incertidumbre que nos ronda y vivir día a día. Porque si algo nos ha enseñado esta pandemia es que la vida, las rutinas o las cosas tal cual las conocemos pueden cambiar de un día para otro, y es importante saber adaptarse a estos cambios para llevarlo lo mejor posible. Te damos algunas claves.
Flexibilidad
Una persona flexible es aquella que sabe adaptarse a los cambios y a las realidades cambiantes que la vida trae consigo. Estas personas no se resisten a los cambios sino que buscan soluciones nuevas para adaptarse a ellos de forma positiva.
Hay que pensar que es posible que nos espere un curso escolar difícil, en donde eventualmente nuestros hijos deban guardar cuarentena, se cierren clases o incluso podamos volver al cole en casa en algún momento. Igualmente, nuestros horarios y rutinas laborales también podrían cambiar de forma ocasional para adaptarse a la situación.
Así que hemos de estar preparados para salir de lo que coloquialmente se conoce como "zona de confort", y no enfadarnos, alterarnos o lamentarnos por ello, sino tratar de aceptar los cambios de la mejor forma posible.
Paciencia
Los primeros días de cole pueden resultar un tanto caóticos. Las rutinas que antes conocíamos han cambiado y puede llevarnos tiempo aprenderlas e interiorizarlas como parte de nuestro día a día. Además, es importante entender que cuando algo nuevo se aprende es normal cometer errores, y ello tiene que servirnos de aprendizaje.
Pongo como ejemplo el primer día de cole de mis hijos. A priori, las indicaciones dadas por el centro escolar parecían muy claras, pero padres y niños sentíamos dudas y nervios ante la nueva situación por lo que se vivieron momentos un tanto caóticos y confusos, que se alejaban de la planificación ordenada que había previsto el centro. Personalmente me ayudó haber asumido con antelación que esto podía pasar y enfrentarme a la situación con paciencia y resiliencia, lo que me permitió transmitir a mi hija la calma que necesitaba en este momento.
Cooperación
Los niños asumen mejor las normas cuando sienten que han contribuido a ponerlas. En este sentido os recomiendo hacer juntas de familia para establecer vuestras rutinas diarias en casa, de manera que todos los miembros de la familia (incluidos los niños, por supuesto) puedan cooperar y conseguir que el día a día marche sobre ruedas.
Si todos cooperamos, nos ayudamos entre nosotros y contribuimos a mejorar nuestro hogar, evitaremos las prisas, los olvidos, los agobios... en definitiva, haremos las cosas mucho más relajados y conscientes, repercutiendo positivamente en nuestro estado anímico.
Empatía
Si ya de por sí la vuelta a la rutina tras las vacaciones de verano suele costar trabajo, es lógico pensar que esta nueva realidad que estamos viviendo pueda ponerlo aún un poco más difícil. En general, los niños tienen mucha ilusión por volver al cole, pero puede que ciertos detalles como el uso de mascarillas, los grupos burbuja o no poder jugar con su mejor amigo en el patio les haga dudar en algún momento.
Lejos de restar importancia a sus sentimientos o incluso anularlos o ignorarlos, los padres debemos empatizar con ellos, haciéndoles ver que nos importa lo que sienten, que les entendemos (¿acaso nosotros no sentimos lo mismo en algún momento?) y tratar de ayudarles a gestionar sus emociones.
Buscar el lado bueno de las cosas
Cuando la pandemia comenzó, y con ella el confinamiento, desde Bebés y Más reflexionamos sobre lo positivo que aquella situación estaba trayendo a las familias, así como las grandes lecciones de vida que los niños estaban aprendido.
Seis meses después de aquello sigo extrayendo lecciones valiosas que transmito a mis hijos cada día, porque quiero que a pesar de todo, sigan disfrutando de la vida. Algunas de estas lecciones son:
- El esfuerzo titánico que están realizado los colegios y la ilusión de los profesores para que la vuelta al cole de los niños sea lo más segura posible
- Hemos tenido que aprender a adaptarnos a esta nueva situación y a vivir una realidad desconocida hasta el momento. Esta capacidad de resiliencia y de afrontar los retos que la vida ha traído consigo es una importantísima lección de vida para nuestros hijos, imprescindible también para su futuro laboral
- Esta pandemia nos está sirviendo para poner a prueba nuestra responsabilidad social y respeto hacia los demás. Y es que ahora, más que nunca, podemos demostrar con nuestros actos que las personas que nos rodean nos importan y que entre todos debemos respetarnos y cuidarnos
- A nivel educativo, desde los colegios se están llevando a cabo una serie de cambios que van a beneficiar de forma muy positiva a los niños: el cuidado emocional, la creatividad, el fomento de la autonomía en los alumnos, las enseñanza de competencias digitales desde temprana edad, el trabajo en grupos reducidos...
Calma
Es importante para el correcto desarrollo emocional de nuestros hijos crecer en un hogar en calma, por lo que ahora más que nunca, los adultos hemos de tomar conciencia de ello y saber aplicar los consejos de los expertos para dejar atrás el estrés, la ansiedad y los gritos a la hora de educar a nuestros hijos.
Y es que si nosotros estamos mal, nuestros hijos también lo estarán. Si vivimos y actuamos con miedo e incertidumbre, la ansiedad se acabará instalándose en nuestras vidas y esto repercutirá negativamente en nuestras relaciones familiares.
Diversión y planes en familia
Es cierto que la situación que estamos viviendo es anómala e incluso en ocasiones aburrida; especialmente para los niños. Quizá les entristezca no poder jugar con sus amigos de la otra clase en el patio, no hacer las mismas cosas que hacían antes, tener que visitar a la familia con la máxima precaución y distancia... Igualmente, los adultos también podemos echar en falta muchos planes de ocio que formaban parte de nuestra vida anterior e incluso volver a socializar como siempre.
Pero es muy importante que saquemos a pasear nuestro lado más creativo y aprovechemos para hacer planes en familia acordes a la nueva realidad. Por ejemplo, la llegada inminente del otoño nos va a brindar la oportunidad de descubrir bellos paisajes, disfrutar de un paseo por el bosque, recoger frutos secos o hacer manualidades propias de esta época del año.
En Bebés y Más os proponemos con mucha frecuencia planes para hacer en familia, y lo seguiremos haciendo. Porque vivir en pandemia no significa dejar de disfrutar de las cosas bonitas que nos rodean.
Autocuidado diario
La vuelta al trabajo y el regreso de los niños al cole en este contexto de incertidumbre puede suponer una dosis extra de estrés. Es normal y lógico, pero hemos de aprender a liberarnos de ello para seguir transitando el camino con la calma necesaria que antes mencionábamos.
Leer, charlar por teléfono con amigos, darte un baño relajante, disfrutar de un capítulo de tu serie favorita de televisión... Elige el plan que más te guste y ponlo en práctica diariamente: no solo te sentirás mucho mejor sino que será imprescindible para seguir cuidando de los tuyos.
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