Con la vuelta al cole y el inicio de curso, nos damos cuenta de que nuestros hijos ya no son tan pequeños, y se enfrentan a un nuevo curso escolar que hasta hace "dos días" quedaba lejos.
Aceptar que nuestros hijos han crecido y que ya no son los tiernos bebés de hasta hace poco es uno de los asuntos más difíciles para los padres; es normal que este proceso nos remueva. Y es que sin importar la edad que tengan, para nosotros siempre serán nuestros pequeños.
Así, los niños crecen, y con ello viene el desarrollo de su independencia. En esta etapa, resulta crucial no entorpecer este proceso natural y ayudarlos a crecer y a adquirir las habilidades necesarias para desenvolverse por sí mismos. Hablamos sobre a qué edad los niños pueden ir solos a la escuela y cómo prepararlos.
¿A qué edad los niños pueden ir solos a la escuela?
No hay una respuesta única y correcta a esta interrogante, y cada familia deberá, por supuesto, decidir qué es lo mejor para su hijo y cuándo éste está preparado.
En cuanto a la edad, aunque muchos expertos señalan que a partir de los diez años de edad ya podemos ir dejándolos salir solos a la escuela, muchos otros sugieren que lo más conveniente es esperar hasta que tengan 12 o 13 años, cuando ya han desarrollado más habilidades y son más independientes y maduros.
Algunos factores a tener en cuenta
Así, para tomar esta decisión debes tener en cuenta otros factores, no solamente la edad cronológica del niño, como por ejemplo la madurez de tu hijo.
Hay niños que son mucho más maduros que otros de su misma edad, y esto te puede dar indicios acerca de si se encuentra o no preparado para ir solo a la escuela.
Además están otros factores, como el entorno (no es lo mismo vivir en un pequeño pueblo que en una gran ciudad) o el factor transporte.
Debes tener en cuenta qué tan lejos queda la escuela de casa y si tu hijo precisa tomar un autobús o puede llegar caminando. Ten también en cuenta si tu hijo sabe cruzar de forma segura los pasos de zebra y si hay avenidas o calles muy transitadas que puedan representar algún peligro.
¿Cómo acompañarlo en este proceso de ir solo?
Tu hijo aprende de lo que ve: demuestra seguridad y confianza
Ten en cuenta que tu hijo aprende de lo que ve, y por esto es importante que demuestres seguridad y confianza ante el hecho de que vaya a comenzar a ir solo a clases (aunque por dentro seamos un manojo de nervios, -tranquila, nos pasa o todos-).
Enfócalo como un reto
Habla con entusiasmo y naturalidad de la situación para que el niño se sienta cómodo y que esto no sea un evento traumático para él. Puedes también animarle a que lo enfoque como un reto que le dará mayor libertad e independencia, y que es la "prueba" de que se está haciendo mayor.
Haz el recorrido explicando
Seguramente has recorrido muchas veces ese camino y te lo sabes de memoria, pero no asumas que para tu hijo es igual de fácil.
Aunque todos los días paséis por los mismos sitios, haz el recorrido con él mientras le vas indicando señales, como tiendas, semáforos, sitios por los que no debe pasar, etc. Ofrécele puntos de referencia que le sirvan de guía para cuando vaya solo.
Primeras pruebas
Puedes probar, antes de dejarlo ir solo, hacer el recorrido junto a él pero en la distancia. Por ejemplo, unos pasos detrás de él, durante un trozo del camino, o en la acera opuesta, observando cómo hace el recorrido. Hazle saber que estarás cerca en caso de cualquier emergencia, pero déjalo que vaya solo.
Cada día, un poco más
Otra idea útil, sobre todo si el colegio no está debajo de casa, es aumentar cada día el trozo que tendrá que hacer solo el niño.
Por ejemplo, empezar acompañándole hasta el cole, después acompañarle hasta el último semáforo (y que lo cruce él solo), después hasta dos calles más arriba, etc. La idea es que se vaya familiarizando con el camino y que coja confianza, hasta que el último paso sea hacer el recorrido él solo.
Infórmale
Es fundamental que enseñes a tu hijo lo que debe hacer en caso de emergencia. Lo que debe hacer si se pierde o se le olvida el camino. Déjale a mano tu nombre y número de teléfono para que pueda llamarte en caso de necesitarlo y explícale a que sitios o a qué personas puede acudir en busca de ayuda.
Explícale los "no"
Tan importante como lo anterior es explicarles a los niños los "no" que tenemos en la calle, como es el caso de no hablar con desconocidos. Enséñales a no acercarse a personas que no conocen, que no acepten nada en la calle de terceros y que bajo ninguna circunstancia se suban a coches de alguien que no sean sus familiares directos.
Enséñale a pedir ayuda
Es necesario que tu niño sepa que existe la maldad, y esto no es para asustarlo, sino para prevenirlo. Indícale lo que debe hacer en caso de que algún extraño se le acerque sin su consentimiento o si intenta llevárselo.
Enséñale a que grite y pida ayuda, que no se quede callado por miedo o amenazas que le hagan, que grite y corra si puede hasta un sitio seguro con más personas.
Dile que debe estar atento
Pídele que no utilice el teléfono por la calle mientras va caminando y que no vaya escuchando música porque eso le puede distraer (o que al menos, no la escuche las primeras veces).
Hazle entender que todo esto es importante para que esté atento a todo lo que sucede a su alrededor. Institstimos, al menos al principio se deben evitar estas cosas; explícale que después, cuando se adapte a ir solo, podrá escuchar música por el camino, pero que empezando no.
Aprovecha los recursos
Los avances tecnológicos nos ofrecen alternativas muy interesantes que nos ayudan a tener un poco más de tranquilidad y algo de control en estos casos.
Actualmente hay aplicaciones y móviles con GPS que nos permiten saber en tiempo real por dónde van nuestros niños; y lo mejor de todo es que hay mucha variedad. Eso sí, siempre hazle saber a tu hijo todo esto previamente, y que te cuente qué piensa al respecto; sobre todo, que no sea algo que hacemos a escondidas.
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