A pesar de su potencial cognitivo, los niños con altas capacidades podrían presentar problemas de autoestima, debido sobre todo a la presión y expectativas que a menudo se deposita en ellos, el aislamiento social y la falta de comprensión por parte de su entorno. Estos factores pueden acabar socavando la confianza en sí mismos y en sus habilidades, y afectando de forma negativa a su bienestar emocional y social.
Por ello, si eres padre o madre de un niño con altas capacidades debes saber que es esencial brindar a tu hijo un apoyo específico enfocado a fortalecer su autoestima; algo que puedes hacer implementando en casa estos hábitos imprescindibles.
1. Reconoce sus logros. A veces, los padres de niños con altas capacidades pueden cometer el error de depositar en ellos sus expectativas y no reconocer sus logros, pensando que el éxito es algo intrínseco a su propia capacidad. Pero como todos les ocurre a todos los niños, los peques con alto potencial también necesitan recibir elogios positivos por parte de sus padres, pues esto les va a permitir sentirse valorados y motivados para continuar esforzándose y desarrollando sus habilidades.
2. Apoya sus intereses. Facilita a tu hijo la exploración de sus intereses y pasiones proporcionándole recursos, libros y actividades relacionadas con sus áreas de interés. De esta forma estarás validando sus habilidades únicas, fomentando su sentido de logro y promoviendo una sensación de autenticidad y aceptación.
3. Ayúdale a ponerse metas realistas. En ocasiones, los niños con altas capacidades se ponen metas demasiado ambiciosas, lo que puede llevarles a la frustración y a una autoimagen negativa si no las alcanzan. Por eso es importante que los padres les ayuden a establecer metas desafiantes pero alcanzables, que les aporten motivación y les permitan perseguir sus sueños con una mentalidad positiva. Además, el proceso de establecer y alcanzar metas realistas enseña a los niños a autodirigirse y autorregularse, habilidades esenciales para su desarrollo integral y para la construcción de una autoestima sana.
4. Ofrece apoyo educativo adecuado. Asegúrate de que tu hijo con altas capacidades recibe una educación que se adapta a sus necesidades y desafíos intelectuales. Esto puede incluir desde la aceleración o enriquecimiento curricular, hasta la participación en programas especiales y actividades extraescolares adecuadas a sus intereses.
5. Fomenta su independencia. Cuando los padres de niños con altas capacidades fomentan su independencia animándoles a tomar decisiones y a asumir responsabilidades, les están brindando la oportunidad de desarrollar habilidades de autogestión y enfrentar desafíos de una manera efectiva. Además de prepararlos para la vida adulta, el fomento de la independencia les ayudará a desarrollar una autoestima sólida y una autoimagen positiva.
6. Enséñale a lidiar con el fracaso. Es esencial enseñar a nuestros hijos a lidiar de forma positiva con las dificultades de la vida, pero muy especialmente si tienen altas capacidades. Y es que en ocasiones, la presión académica y la dificultad para entender sus emociones puede llevar a estos niños a afrontar problemas de resiliencia y frustración. Enseñar a lidiar con el fracaso y a ver los obstáculos como oportunidades de crecimiento contribuirá de manera significativa a una autoestima saludable.
7. Educa sin prejuicios y ayúdale a entender qué son las AACC. Los niños con altas capacidades merecen saber cómo son y por qué sienten y procesan la información de la forma en que lo hacen. Ayudar a tu hijo a entender qué son las altas capacidades sin prejuicios ni etiquetas, le ayudará a reducir sentimientos de aislamiento y mejorará su autoestima.
8. Fomenta sus habilidades sociales. Otro hábito imprescindible para fortalecer la autoestima de los niños con altas capacidades es ayudarles a desarrollar sus habilidades sociales, pues a veces muestran dificultades en este aspecto.
9. Comunicación abierta. Los niños con altas capacidades a menudo tienen desequilibrios en su desarrollo que entre otras cosas podrían manifestarse con comportamientos emocionales intensos o sentimientos difíciles de gestionar. Por ello es esencial propiciar un ambiente de confianza basado en la escucha activa y la comunicación abierta, para que el niño se sienta cómodo expresando sus pensamientos, emociones y preocupaciones.
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