Durante la pandemia, a quienes acababan de ser padres les preocupaba que sus bebés solo vieran a personas con mascarilla. Que en el momento en que empiezan a explorar su entorno, socializar y a responder a los gestos de los demás, los niños solo pudieran ver la mitad de la cara de otras personas. ¿Qué emociones podría despertar en ellos? ¿Podría tener consecuencias negativas para su desarrollo?
La Universidad de California Davis, ha publicado un nuevo estudio que disipa esas preocupaciones. Los investigadores ha descubierto que los bebés de 6 a 9 meses pueden formar recuerdos de los rostros cubiertos por mascarillas y reconocer esos mismos rostros cuando están sin cubrir. Y la mirada tendría mucho que ver.
Los bebés reconocen las caras a pesar de las mascarillas
Las autoras del estudio han querido analizar si las mascarillas o cubrebocas influyeron en la memoria facial de los bebés nacidos durante la pandemia por Covid. Michaela DeBolt, candidata a doctorado en psicología cognitiva, y Lisa Oakes, profesora del Departamento de Psicología y del Centro para la Mente y el Cerebro, usaron el seguimiento ocular para estudiar cómo las mascarillas influyen en el reconocimiento facial de los bebés.
Para ello, tomaron una muestra de 58 bebés y sentaron a cada uno en el regazo de sus padres o en una silla alta. Al enseñarles pares de rostros de mujeres con y sin máscara en una pantalla, unas cámaras grababan hacia dónde miraban y el tiempo que tardaban. Debido a que los bebés se demoran más en imágenes desconocidas, los investigadores pudieron deducir qué caras reconocieron.
Sin embargo, cuando se les presentó al revés, primero los rostros sin mascarilla y luego con ella, el reconocimiento no fue tan fuerte. Según las autoras, es similar a lo que sucede cuando no somos capaces de reconocer a un amigo que lleva una máscara, por ejemplo cuando está disfrazado.
Se centran en los ojos. Al parecer, la mirada es primordial en los pequeños. Pudieron observar que la respuesta de los bebés a mirar a la región superior de la cara (la parte de los ojos) fue mayor cuando las personas llevaban mascarilla que sin ella.
El aprendizaje de las caras es fundamental para que los bebés aprendan a hablar, percibir emociones, desarrollar relaciones con sus cuidadores y explorar su entorno, dijo Oakes. “ Entonces, la gente estaba muy preocupada por las máscaras faciales y el efecto que tendrían en la forma en que los bebés aprenden sobre rostros humanos”.
Es tranquilizador que el Covid no haya tenido un mayor efecto en las habilidades sociales de los bebés que nacieron durante esos años tan peculiares. Como conclusión, las autoras del estudio quisieron destacar una vez más la gran capacidad de adaptación de los niños durante la pandemia.