La asertividad es una habilidad de la inteligencia emocional que resulta clave para comunicarnos y relacionarnos con los demás, por ello es muy importante desarrollar en los niños, desde que son pequeños, un estilo asertivo.
Todos queremos que nuestros hijos sepan resolver conflictos con asertividad, pero esta es una capacidad que se aprende y se entrena, y nosotros podemos ayudarles con sencillas estrategias.
Qué significa ser asertivo
Una persona asertiva es aquella capaz de expresar sus sentimientos y demandar que se atiendan sus necesidades al tiempo que respeta empáticamente las de los demás.
El niño asertivo habla de cómo se siente, de lo que le gusta y de lo que no le gusta, y no se deja influenciar por otras personas. En resumen, ser asertivo significa:
- Comunicarse con los demás de forma positiva
- Saber expresar sus necesidades y defenderse sin hacer daño a los demás.
- No tener miedo de decir lo que se piensa.
Cómo resolver conflictos: ni tortuga ni dragón
Ante un conflicto, sea de la naturaleza que fuera, intervienen tres estilos comunicativos que según la actitud, marcarán la manera de resolverlo.
Estilo pasivo (tortuga)
Esta persona se caracteriza por callar, por no expresar sus necesidades “por no molestar”, por no saber decir que no, por elegir lo que eligen los demás niños y luego ponerse triste porque "nunca se juega a lo que yo quiero".
A los niños se les suele comparar este estilo de comportamiento con el de una tortuga, que se esconde en su caparazón cuando ante cualquier problema.
Estilo agresivo (dragón)
La persona que reacciona con un estilo agresivo (no significa que sea una persona agresiva) expresa sus opiniones pero de malas maneras, haciendo sentir mal a los demás. Amenaza, insulta o agrede a otros niños. Es quien impone a los demás sus ideas y opiniones.
A los niños se les suele comparar este estilo de comportamiento con el de un dragón, que echa fuego por la boca cuando a algo no le gusta.
Estilo asertivo
La persona que se comunica con un estilo asertivo expresa sus deseos y opiniones sin hacer daño al otro. Busca las palabras adecuadas para expresarse.
Podés jugar en casa a representar cómo cada animal resolvería diferentes situaciones, como por ejemplo, estas dos que os presentamos:
1) Un niño te quita la pelota con la que estás jugando en el recreo. Cómo reaccionas:
- A) Me quedo callado y dejo que juegue todo el recreo con mi pelota. (tortuga)
- B) Lo insulto, lo empujo y le quito la pelota a la fuerza. (dragón)
- C) Le pido que me la devuelva o se lo diré a la maestra. (asertivo)
2) Toda tu clase va de excursión, tú no estás convencido y quieren convencerte de que vayas:
- A) Dejas que los demás decidan por tí (tortuga)
- B) Te enfadas y te peleas con todos tus compañeros. (dragón)
- C) Les dices que no lo has decidido todavía y explicas tus motivos. (asertivo)
Y así, podéis poner ciento de hipótesis o situaciones reales del día a día. Al pensar en estas formas de reaccionar, serán capaces de tener una mejor gestión emocional ante diferentes situaciones.
Podrán identificar cómo se han sentido en ese momento, cómo han reaccionado, reconocer la forma más acertada, y poco a poco, aprenderán a resolver conflictos de forma asertiva, con respeto hacia ellos mismos y hacia los demás.
Esto les ayudará a ser niños más empáticos, más sociables y con una mayor autoestima y autocontrol.
Foto | Luidmila Kot en Pixabay
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