Los padres nos preguntamos, lógicamente, que conducta debemos tener para ayudar a que nuestros hijos crezcan felices, sanos emocionalmente y responsables. Una de las claves para esto está en el apego y también en los consejos que recibimo de los profesionales de la psicología infantil.
Para aclarar los tipos de apego y las conductas paternales que los crean vamos a entrevistar hoy a la psicóloga infantil Teresa García, directora del gabinete Sin Castigos.
¿La formación de un psicólogo le prepara para entender bien el desarrollo emocional de los niños?
¿En qué universidad? No conozco los planes de estudios de todas las universidades españolas. En la UNED, dónde estudié yo, había asignaturas contradictorias.
En “evolutiva" te cuentan las etapas de la vida de una persona, y qué se puede esperar en cada etapa, por supuesto las primeras etapas están incluidas. Pero después se explican métodos que no respetan lo esperable de un niño o niña en las primeras etapas de su formación. Sin embargo, se habla de la formación física, no de la formación emocional.
¿Qué asignaturas se incluyen en la carrera que hablen de las necesidades emocionales de los niño y el apego?
En mi carrera al menos no encontré asignaturas que hablaran de necesidades emocionales. De apego sí, la que nombré en la pregunta anterior, “evolutiva".
¿Cuándo se estudian terapias, se incluye este enfoque o fundamentalmente se habla de terapias conductistas o cognitivo-conductuales?
Otra vez depende de la universidad en que estudies, en la uned el enfoque es cognitivo-conductual, y tengo entendido que es la tendencia general en España.
¿Es tan importante el apego en el desarrollo emocional de los niños?
Las estadísticas muestran que el tipo de apego que se desarrolla en los primeros meses y años de vida, se manifiesta en el tipo de vida que va a tener la persona. El tipo de relaciones sociales que va a desarrollar. Tanto es así que correlaciona con el trabajo, el matrimonio o las amistades que elige la persona.
¿Qué implica el apego seguro?
Más que lo que implica, prefiero decir qué lo distingue de otros tipos de apego. Cuando un niño o niña tiene apego seguro, investiga a cierta distancia de su mamá, o persona de referencia, lo que hay a su alrededor. Si queda con un desconocido (experimentos de Mary Ainworth) expresa estrés, pero en cuanto aparece su persona de referencia, recibe consuelo de ella y consigue calmarse.
¿Es entonces natural que un bebé llore si lo atiende alguien que no es su cuidador principal?
Ten en cuenta que somos biológicamente dependientes de otros en los primeros años de vida. Nuestra actual civilización es relativamente joven. Y estar lejos de su cuidador principal implica literalmente la muerte.
No en nuestra cultura, pero biológicamente no lo “sabemos". El bebé que más patalea y más ruido hace, tiene más probabilidad de ser atendido, en la naturaleza al menos. Y la raza humana, no está al margen de la naturaleza. Lo que no es natural es que un bebé no llore cuando le atiende un desconocido o desconocida.
¿Qué sucede cuando a un bebé lo atienden en unas ocasiones y en otras no?
Desarrollamos nuestra conciencia en base a aquello que se va repitiendo en nuestra vida. Así cuando no hay un esquema claro, ya que el cuidador está a veces y otras no, es difícil para un bebé hacer predecible su vida.
En estas etapas cuando la vida no es predecible, biológicamente es peligrosa, así que el bebé tiende a desarrollar una conducta de miedo y protección. Como no tiene constancia de qué es lo que viene a continuación, estará continuamente en busca de un esquema seguro. Eso puede manifestarse como una búsqueda constante de atención. Este tipo de conducta desarrolla un tipo de apego, etiquetado como desorganizado.
¿Y cuando el cuidador principal trata al bebé con violencias (no lo atiende, le grita, le pega o le castiga)?
En este caso particular existe un esquema relativamente claro para el bebé. Necesita escapar de la violencia. También desarrolla estrés continuo. Digamos que en el caso anterior el bebé no sabe qué es lo que viene a continuación. En este caso si qué lo sabe, pero genera ansiedad y miedo al dolor, aunque en este caso es un dolor predecible. En estos casos se suele desarrollar el apego evitativo.
¿Las diferentes formas de apego del niño se relacionan con las relaciones que desarrolla esa persona en la vida adulta?
La correlación en este sentido es bastante clara. Apego seguro, tiene relación positiva con “éxito" profesional y social, mientras que tiene negativa con enfermedades mentales.
Mientras que los otros dos tipos que he nombrado correlacionan positivamente con enfermedades mentales y psicosomáticas, y negativa con dicho éxito.
La probabilidad apunta a que el apego seguro es el que conviene en nuestra sociedad, tanto para éxito social como para ahorrar recursos en servicios sociales y clínicos
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Pero, sabiendo esto, ¿Qué hace que muchos psicólogos aconsejen técnicas o cuidados que implican falta de atención a un bebé que la demanda?
Los psicólogos somos personas. Hemos crecido en una cultura determinada. Y nuestras universidades, le “dan la razón" a la cultura, aunque también dan los datos. Digamos que es necesario que te des cuenta de que los datos apuntan hacia un lugar y las asignaturas a otro. Comparar las asignaturas para comprobar si tienen coherencia o no.
Pero muchas veces cuando las personas están estudiando en la universidad, necesitan tener un aprobado. Porque así está estructurado. Y el aprobado muchas veces no lo tienes por comparar y pensar, sino por ser bueno en memorizar.
Ya desde la escuela se premia más la memoria que la curiosidad. Después empiezas a trabajar, pero te insertas normalmente en un gabinete, o clínica, que ya tienen su “sistema de trabajo".
La capacidad de reflexión en nuestra sociedad no está potenciada.
Le agradecemos a la psicóloga Teresa García la entrevista que ha concedido a Bebés y más. Seguiremos mañana analizando con ellas conductas y cuidados que el bebé necesita para desarrollar un apego seguro.
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