Desde su primer año de vida los bebés comienzan a desarrollar su lenguaje, y aunque aún no tengan la capacidad de hablar como nosotros, van aprendiendo y registrando en su cerebro la forma en la que nosotros nos comunicamos con ellos, para posteriormente ponerlas en práctica.
Como padres, podemos ayudarles en esos primeros pasos de forma sencilla, pues según un estudio reciente, establecer contacto visual cuando tu bebé balbucea e intenta hablar contigo, ayuda a mejorar y estimular el desarrollo del lenguaje, logrando que tenga un vocabulario más amplio al cumplir los dos años.
Sabemos que el bebé "habla" en su mente antes de pronunciar sus primeras palabras e intenta comunicarse con nosotros a través de ciertos gestos y sonidos, por lo que es importante que estemos atentos a las señales que él nos envía para comunicarse con nosotros y sobre todo, responder a ellas.
Para prueba de ello tenemos el más reciente estudio acerca del lenguaje en los primeros años de vida, que encontró que hacer contacto visual con el bebé cuando intenta hablarnos ayuda a estimular e impulsar el desarrollo de su lenguaje.
Durante la investigación se analizaron las vocalizaciones, gestos y comportamiento visual de bebés de 11 y 12 meses de edad, y la forma en la que sus padres respondían a ellos. También, se les pidió a los padres que respondieran unos cuestionarios acerca de la capacidad de sus hijos para decir ciertas palabras referentes a animales, rutinas diarias y alimentos.
Tras analizar los resultados, se encontró que cuando los padres establecían contacto visual y respondían a los intentos de su bebé por comunicarse, ayudaban a que desarrollara un lenguaje más amplio, en comparación con aquellos que no tenían tantas interacciones de este tipo.
Por ejemplo, según algunas de las estadísticas del estudio, a los 19 meses los niños conocían un promedio de 100 palabras, pero aquellos que tuvieron mayores interacciones con sus padres tenían en promedio 30 palabras más.
Estos resultados son similares a los que comentamos hace tiempo de otro estudio, en el que se encontró que mantener contacto visual con él puede facilitar la comunicación con él, ya que esto ayuda a sincronizar las ondas cerebrales de ambos, facilitando la transferencia de información, durante las etapas tempranas de aprendizaje y comunicación.
En conclusión, hablar frecuentemente con nuestro bebé, establecer contacto visual y responder a sus balbuceos y vocalizaciones a pesar de que no aún podamos entendernos mutuamente, beneficia su desarrollo del lenguaje y le ayuda a tener un vocabulario más amplio.
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Vía | The Guardian