El estudio se hizo observando a un grupo de 36 bebés, a los que se les mostraron vídeos de corta duración sin sonido, de adultos que decían frases en inglés y francés del libro El Principito. Dentro del grupo de bebés había algunos que estaban creciendo en familias bilingües (donde se habla inglés y francés) y otros en hogares donde sólo se habla inglés.
Los resultados indican que los bebés pueden distinguir entre su propia lengua y otra sólo con observar estímulos visuales.
Sin embargo según los expertos esta capacidad disminuye a partir del octavo mes de vida en los niños de familia monolingüe, mientras que para sorpresa de los especialistas en los niños bilingües no y la explicación que dan es que probablemente, los niños que viven en un entorno donde sólo se habla un idioma van perdiendo esa capacidad pues no la necesitan.
El estudio según la noticia ha sido importante para comprender el papel que juegan los estímulos visuales para que el bebé pueda distinguir su lengua nativa, ya que hasta el momento se sabía que podían diferenciarla por el sonido.
Un estudio interesante para entender un poquito el proceso de aprendizaje del lenguaje en los bebés donde los estímulos que reciba el pequeñín son fundamentales.
Vía | elmundo.es Foto | Science