Decir "no" de forma respetuosa y sin sentirnos culpables por hacerlo es una habilidad social muy útil. A los niños les enseñamos a compartir, a ser empáticos, a respetar a los demás, pero generalmente nos quedamos cortos en la contraparte y no les enseñamos que decir "no" es válido y que es una palabra que podemos utilizar con otras personas distintas a nuestro entorno familiar cuando queremos expresar nuestro desacuerdo o rechazo.
Hay un ejemplo que me viene a la mente cuando pienso en lo poco aceptado que está el "no" y en los efectos que pueden generar el decirlo: me refiero al caso de Simone Biles, una deportista que en la cumbre de su carrera, y después de aceptar mucha más presión de lo que podía soportar, pronunció un "no" rotundo, y se retiró de los juegos olímpicos en favor de su salud mental. Ese "no quiero salir" dio la vuelta al mundo, y la importancia de hablar de la salud mental aumentó de forma exponencial.
Entonces si es tan importante sentir la libertad para no hacer algo que no queremos, ¿por que no enseñarles esto a los niños desde que son pequeños?
Lo primero: habla sobre el contexto en el cual un "no" tiene cabida
Obviamente para entablar una conversación con los niños sobre la importancia de decir "no", deben ser conscientes de que hay circunstancias en las que no hay margen de negociación, como en el cumplimiento de sus responsabilidades (en casa y en el colegio), y en todo lo que afecte su seguridad (como tener unos hábitos saludables o ir al médico).
Fomentar el autoconocimiento también es vital como paso previo, ya que constituye una base muy importante para que el niño identifique con facilidad qué siente, qué quiere, qué le gusta y que no. Aunque es una habilidad que se va aprendiendo con el tiempo y que va sujeta al desarrollo emocional de cada niño, nosotros como padres podemos acompañarles en este proceso.
¿Qué beneficios tiene para los niños aprender a decir "no"?
Les ayuda a sentirse más seguros
Decir "no" de una forma clara pero tranquila es una habilidad que se consigue con la práctica. Sin embargo cuando un niño sabe que puede utilizarla, sabe que tiene la potestad de decidir y que su opinión es respetada y tenida en cuenta, se sentirá más seguro de si mismo.
Aprenden a poner límites de forma clara
Está claro que en familia y con las personas que los niños tienen total confianza los "no" salen sin ningún tipo de dificultad, pero cuando tenemos que hacerlo ante amigos o desconocidos, suele costar mucho. Por eso una de las principales ventajas de que un niño sepa decir no cuando algo no le gusta, es que no dejan margen de duda y aprender a afianzarse en sus decisiones.
Les será más fácil ser asertivos
Un valor que caracteriza a las personas que gozan de un buen equilibrio emocional es la asertividad. Quienes se comunican con un estilo asertivo (es decir, ni son pasivos ni son agresivos). expresan sus deseos y opiniones sin hacer daño al otro, ya que por lo general encuentran con facilidad las palabras adecuadas para expresarse.
Les ayuda a gestionar mejor el rechazo
Al hablar de este tema con un niño, y al explicarle que cuando dice "no" a alguien, esa persona debe respetar su decisión, podemos ponerles en la situación contraria, es decir, como los receptores de esa negativa. Es complejo tanto tocar el tema como lograr que se tomen un "no" sin que les afecte (por ejemplo, cuando un amigo no quiere jugar), pero hablar de esta situaciones les puede ayudar a gestionarlas de mejor forma.
Les ayuda a gestionar la presión de grupo
Muchas veces, a raíz del deseo por encajar y formar parte de grupos, llegamos a hacer cosas que no queremos para que nos acepten. Esto sucede especialmente en la niñez y la adolescencia. Al principio pueden ser cosas mínimas, "sin importancia", pero a medida que transcurren los años pueden convertirse en asuntos más graves cómo fumar, beber o probar las drogas.
Por eso aprender a decir "no" con firmeza puede ayudarles de una forma decisiva a gestionar esa presión que a veces generan los grupos (o las ganas de pertenecer a alguno), anteponiendo sus propias ideas y sentimientos.
Entenderán que sus decisiones deben ser respetadas y que deben respetar las decisiones de los demás
Creo que este es el punto más importante de hablar con los niños sobre las implicaciones de decir no. Ellos deben entender que no deben anteponer su bienestar al de los demás, ni por vergüenza, por culpa o por miedo al rechazo, y que de la misma forma, cuando alguien responde con un "no", debemos respetar esa decisión. Sin duda, puede ser una herramienta muy poderosa para prevenir el bullying, el acoso y otras tantas manifestaciones de violencia con las que se pueden topar durante su vida.