Aprender a utilizar unas tijeras es un proceso complejo para los niños, pues requiere del manejo de ciertas destrezas que se van adquiriendo con el tiempo.
Te explicamos cuándo es el momento idóneo para ofrecer a los niños unas tijeras y enseñarles a recortar, así como qué aspectos debemos tener en cuenta para que el uso de las tijeras sea seguro y positivo para su desarrollo.
Siete beneficios que aporta el uso de tijeras
Aprender a utilizar las tijeras tiene para el desarrollo de los niños importantes beneficios que inciden directamente en su día a día y la adquisición de otras habilidades.
1) Fuente de aprendizaje
Para empezar, cuando el niño utiliza las tijeras para cortar trozos de papel, por ejemplo, está poniendo en práctica el concepto de la división de una forma lúdica y experimental.
Así, se dará cuenta de que usando las tijeras podrá dividir el papel en tantos trozos como quiera, dando a cada uno de ellos una forma y tamaño diferentes. Al mismo tiempo, entenderá que la materia (en este caso el papel) puede modificarse según sus intereses, favoreciendo la comprensión del concepto causa-efecto y su capacidad lógica
2) Trabaja la motricidad fina
El uso de las tijeras requiere el manejo de los músculos de la mano, por lo que al utilizarlas, el niño está trabajando la motricidad fina.
Fomentar la motricidad fina es importante para su desarrollo, tanto a nivel cognitivo y emocional, como social. Además, realizando tareas de motricidad fina el niño irá adquiriendo las habilidades necesarias para sus rutinas cotidianas, como cepillarse los dientes, utilizar cubiertos para comer o vestirse solitos.
3) Entrena la escritura
Pero el movimiento de abrir y cerrar la mano que implica el uso de la tijera no solo favorece la adquisición de habilidades necesarias para el día a día del niño, sino que es un paso importante para el entrenamiento de herramientas de escritura, al tiempo que favorece la grafomotricidad.
4) Desarrolla la coordinación óculo-manual
La coordinación óculo-manual es una habilidad cognitiva compleja, en la cual se requiere coordinar de forma precisa los movimientos de las manos con lo que lo que los ojos están viendo. De esta forma, mediante el estímulo visual el cerebro fija un objetivo (en este caso, recortar una silueta) y serán las manos las que ejecuten la tarea concreta.
Son muchas las actividades que pueden llevarse a cabo para favorecer la coordinación ojo-mano, y sin duda recortar con tijeras es una de ellas.
5) Favorece su concentración
Al igual que sucede con la práctica de cualquier actividad manual, recortar con tijeras mejora la capacidad de concentración del niño, pues le ayuda a fijar su atención en la figura que está recortando y a concentrarse en su trabajo para acabarlo.
6) Impulsa su creatividad
Aprender a recortar es un paso más en la realización de manualidades, lo que le supone al niño abrir el abanico de posibilidades para crear e imaginar sin límites.
Decorar una figura a base de papelitos pegados previamente recortados; recortar y pegar sobre otro fondo; recortar siluetas, abrir ventanas o solapas; recortar distintos materiales y hacer una composición collage... ¡Las posibilidades son infinitas cuando se saben manejas las tijeras!
7) Mejora su autoestima
Y mientras el niño avanza en el manejo de las tijeras, su autoestima irá en aumento, pues se verá capaz de recortar todo aquello que se proponga.
Por otro lado, es importante que nosotros reforcemos su autoestima alentando al niño a seguir intentándolo si el resultado no es el esperado, así como destacando su capacidad de esfuerzo y poniendo en valor el trabajo realizado.
¿Cuándo puede iniciarse el niño en el uso de las tijeras?
Aprender a recortar con tijeras puede parecernos un paso más en el desarrollo del niño, realmente se trata de un paso de gigante, puesto que el uso de este instrumento requiere la máxima coordinación entre el cerebro y la mano.
Por eso, no será hasta los tres años, aproximadamente, cuando el niño esté preparado para utilizar las tijeras, aunque lógicamente no es un dato exacto, pues va a depender del grado de madurez y evolución de cada peque.
Hay algunas señales que pueden indicarnos que el niño ya cuenta con las habilidades manuales y destrezas necesarias para empezar a utilizar tijeras, como por ejemplo:
- El niño es capaz de hacer la pinza, así como de abrir y cerrar la mano para el manejo consciente y preciso de los objetos.
- Sabe rasgar papel con las manos se considera un paso previo al aprendizaje del uso de las tijeras.
- Es capaz de utilizar los cubiertos.
- Utiliza el lápiz y hace trazos con él.
¿Cómo deben ser las primeras tijeras del niño?
Hay tijeras especiales para los niños que se inician en su uso. Son tijeras plásticas sin filo, que sólo cortan papel y cartón fino, pero nada más. Es una buena forma de ejercitar el movimiento de la mano sin que pueda hacerse daño.
A medida que vayan perfeccionando su uso podemos pasar a las tijeras de punta redondeada y fabricadas en acero, que permiten recortar con mayor precisión casi cualquier tipo de material. Es importante que las tijeras sean de pequeño tamaño, para que se adapten a su manita y a sus dedos.
Evidentemente, el uso de la tijera por parte de niños pequeños debe estar siempre supervisado por los adultos.
¿Cómo enseñar al niño a utilizar las tijeras?: consejos y actividades para recortar
Enseñar a agarrar correctamente las tijeras
Lo primero que debemos hacer es enseñar al niño a agarrar las tijeras correctamente. La forma más eficiente de hacerlo es introduciendo el dedo pulgar en el hueco superior y el dedo corazón (o el corazón y anular a la vez) en el inferior.
Permitir que se familiarice con su uso
La primera toma de contacto con las tijeras debe estar orientada a familiarizarse con ellas, con su textura y mecanismo. Así, lo más probable es que al principio el niño simplemente muestre interés en abrir y cerrar las tijeras sin ninguna intención de recortar nada con ellas.
Los juegos de plastilina con tijeras, un buen comienzo
Los maletines de plastilina que incluyen herramientas o accesorios para trabajar con ella, tales como rodillos, martillos o tijeras, son perfectos para comenzar a familiarizarse con su uso de una forma lúdica y segura.
Los niños aprenderán a utilizar las tijeras para separar la plastilina en varios trozos de manera muy práctica y fácil, dada la textura de este material.
Comenzar recortando en cartulina
A medida que veamos que el niño adquiere mayor soltura en el manejo de las tijeras, podemos pasar a ofrecerle un papel grueso y liso como las cartulinas para que lo recorte a su antojo. Resulta más fácil iniciarse en el corte de este tipo papel que en aquellos de menor grosor, pues no se doblan y son fáciles de manipular por la mano que no está utilizando las tijeras.
Al principio, los recortes de papel que el niño haga serán especialmente grandes y nada precisos. Tenderá a recortar en forma de tiras, si bien como es lógico no serán rectas y tendrán bordes irregulares.
Figuras geométricas y dibujos grandes
Una vez dominado el corte en línea recta sobre cartulina, podemos ofrecer al niño dibujos de figuras geométricas grandes, con bordes gruesos que le sirvan de guía. En esta fase también estará preparado para comenzar a entrenar el corte de líneas curvas.
A partir de los cuatro años, aproximadamente, el niño habrá logrado un mejor control en la apertura y cierre de la tijera, y sus movimientos serán más suaves y precisos. Llegados a este punto podemos proporcionarle dibujos sencillos, grandes y sin nivel de detalle, para comenzar a practicar.
Uso cada vez más complejo de las tijeras
El último paso en el aprendizaje del uso de las tijeras es saber recortar detalles pequeños en cualquier dirección (siendo el trazo lo más preciso posible), así como recortar en varias texturas de papel y en otro tipo de materiales, o utilizar las tijeras para otras funciones como por ejemplo la jardinería (recortando hojas o flores secas, podando...).
En este sentido, es recomendable que ofrezcamos a los niños las tijeras cada vez que vayamos a hacer con ellos actividades manuales, animándoles a utilizarlas bajo nuestra supervisión.
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