Según el recientemente presentado informe FAROS (Observatorio de Salud de la Infancia y la Adolescencia) del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues, casi la mitad de los niños menores de dos años (concretamente un 40%) utiliza tablets y móviles de forma regular en su día a día.
No cabe duda que nuestros hijos son nativos digitales. Manejan dispositivos electrónicos con sus pequeños deditos incluso antes de empezar a andar, y muchos se cuestionan si un acercamientos tan precoz a las pantallas es adecuado. Entre quienes creen que no lo es, está uno de los principales fabricantes de tecnologías del mundo, Taiwán, que ha prohibido el uso de tablets y móviles a los menores de dos años por los daños irreversibles que pueden ocasionar a la retina.
Pero no sólo es cuestión de daño a la vista. También se cree que los móviles y las tablets podrían estar afectando negativamente al desarrollo social y emocional de nuestros hijos, ya que cuanto más pasan metidos en las pantallas, menos interactúan con otras personas de su entorno.
Los niños empiezan pronto, incluso desde que son bebés, y el uso de las nuevas tecnologías va aumentando con la edad. El 72 % de los menores de 8 años las utilizan cada día y al alcanzar la edad de entre 10 y 15 años ya el 90 % de los niños las utilizan.
La tecnología no es mala, no podemos negar que nacieron en esta era y crecerán rodeados de ella. No pueden (ni queremos) que se quedan afuera. Es positivo que los niños aprendan a utilizar tablets y móviles desde que son pequeños, pero todo en su justa medida y con el control adecuado, gestionando su uso para que no sean abducidos por la pantalla.
La clave está en un uso razonable, en acompañarlos, utilizar la tecnología para compartir tiempo con ellos y controlar lo que hacen cuando están allí metidos, no que se convierta en un chupete electrónico que los mantenga entretenidos para que no molesten. ¿Vosotros cómo gestionáis el uso de tablets y móviles con vuestros hijos?
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Vía | La Razón
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