Este será el primer año de vuestro hijo en la escuela infantil, y no podéis ocultar vuestro nerviosismo y la incertidumbre que os provoca el periodo de adaptación: ¿llorará? ¿se adaptará bien? ¿cómo será la relación con sus maestros?
Todas estas dudas son normales y lógicas, y se intesifican aún más cuando dejamos a nuestro peque en clase y las puertas se cierran. ¿Qué padre o madre no ha deseado alguna vez mirar por un agujerito y ver lo que "se cuece" dentro del aula? Hemos hablado con varias maestras de infantil, que nos han explicado lo que ocurre con nuestros niños cuando los papás nos vamos...
"Si mi hijo llora, ¿cómo le consolorarán los profesores?"
No todos los niños reaccionan igual cuando comienzan por primera vez la escuela infantil o el colegio. Los hay que, dependiendo de su carácter, su grado de maduración y otros factores externos, se adaptan fenomenal desde el primer día, pero también los hay que lloran desconsoladamente y sufren la angustia de la separación.
Cuando vemos a nuestro hijo llorar, rápidamente tratamos de consolarle, abrazarle e infundirle ánimos y mensajes positivos. Pero cuando toca separarnos de él para dejarle en el cole, nos angustia que pueda vivir ese desasosiego en soledad.
Mª Victoria Gómez, maestra y pedagoga con 10 años de experiencia, nos cuenta que en el primer día de clase recibe a los niños con una gran sonrisa, y procura que se sientan cómodos y a gusto en su nuevo entorno. Confiesa que presta una especial atención a aquellos peques que peor lo pasan, intentando establecer con ellos un acercamiento afectivo.
Pero tanto para ella, como para su compañera de profesión, Rocío Santamarina, es muy importante respetar el espacio del niño, y no invadirlo con abrazos, besos o muestras afectivas si el pequeño no las reclama, o se siente incómodo con ellas:
"Es importante respetar siempre al niño, porque hay pequeños que no aceptan de buen grado que se invada su espacio. Aunque por lo general el contacto físico les ayuda a establecer un lazo afectivo con el profesor, y le ayuda a crear un entorno emocional agradable" - nos explica Victoria.
"Los profesores debemos ganarnos su confianza de manera relajada y sin agobios. Siendo cariñosos con ellos pero sin besos o abrazos si el niño no lo requiere, o si no le gusta. Porque hay peques que no lo aceptan y hay que respetarles y dejarles libertad para expresar sus sentimientos y miedos" - cuenta Rocío, maestra en un colegio de Asturias.
En varias ocasiones hemos hablado sobre la importancia que tiene respetar los deseos de los niños sobre la forma de manifestar su afecto hacia los demás. Y es que hay peques a los que les gusta abrazar y besar, y aceptan de buen grado que hagan lo mismo con ellos, y otros que necesitan su espacio y su tiempo para regalar muestras de afecto.
Dejar a cada niño su espacio
En la misma línea que Rocío y Victoria, opina Lorena Diaz, profesora del aula de dos-tres años en la Escuela Infantil "El Mundo de Mozart". Esta maestra apuesta por dar al niño el espacio y tiempo que necesite antes de incorporarse a las actividades con el resto de compañeros:
"La tutora de la clase tiene que tener la mente abierta y flexibilidad para dejar a cada niño su espacio, no obligándole a cantar, jugar o escuchar un cuento, sino dándole tiempo para explorar la clase, a los compañeros y todo lo que le rodea. Poco a poco, el niño se irá incorporando al grupo y en ese momento el educador puede ayudar llamándole por su nombre y dándole un abrazo, siempre y cuando el niño haya manifestado previamente que lo necesita. Porque muchas veces damos por supuesto que desean este contacto físico y el niño lo rechaza"
Y es que no cabe duda de que el respeto inicial por parte de los profesores es fundamental. Poco a poco, a medida que vaya avanzando el curso y alumnos y maestros se conozcan mejor, serán los propios niños quienes expresen de manera voluntaria su cariño.
Recursos para sobrellevar la angustia por separación
Pero además del contacto físico y afectivo si el niño lo reclama, las profesoras consultadas nos explican qué otras técnicas utilizan para ayudar a los peques a sobrellevar la angustia por separación, que se produce en estos primeros días de clase:
- Explicarles que mamá y papá van a venir a buscarles
La angustia por separación que los niños pequeños sienten cuando les dejamos en la escuela es algo real. Ellos piensan que sus padres no regresarán, porque su cerebro no está preparado para entender que tras un lapso de tiempo volverán a buscarles. No tienen la noción del tiempo que tenemos los adultos, y el hecho de no ver a sus padres cerca les hace pensar en que se han quedado solos.
Por eso es tan importante que el periodo de adaptación sea paulatino, para ayudar al niño a comprender los cambios que se están sucediendo a su alrededor y hacerle ver que mamá y papá siempre van a regresar a por él.
"Aunque los niños no entienden el trascurrir del tiempo como lo entendemos los adultos, a mí me gusta ayudar a mis alumnos con imágenes, cuentos u otros recursos para explicarles el paso del tiempo, y que de esta forma, la espera no sea tan larga. Además, es muy importante recordarles en todo momento que sus familias van a estar esperándolos cuando salgan" - explica Rocío.
- La mascota, un gran recurso
Rocío también comparte con nosotros el truco de la mascota, el peluche de la clase que le ayuda a "romper el hielo" de los primeros días. A los peques les gusta el tacto suave y blandito de los peluches, les aporta confianza y tranquilidad, y para los profesores suele ser un excelente recurso para comenzar a entablar relación con sus alumnos.
"Utilizar una mascota, normalmente un peluche, como hilo conductor de la relación es muy útil. Porque la mascota puede hablarles de lo que van a hacer en el cole, puede presentarles el aula, el colegio, a los profesores... Los niños suelen escucharla atentamente, y les da confianza" - nos cuenta.
- Cuentos, para establecer las bases de la asamblea
Para Victoria, uno de los mejores recursos con los que cuenta para los primeros días son los cuentos. Asegura que a los niños les encanta, les ayuda a identificarse con sus protagonistas y además les sirve para establecer las bases de la asamblea, actividad que suele comenzar de manera rutinaria cuando finaliza el periodo de adaptación.
"Normalmente, los niños no conocen lo que es la asamblea y la importancia que tendrá este momento a lo largo del curso. Durante la asamblea, que se celebra todas las mañanas antes de comenzar las clases, nos saludamos, nos fijamos en el tiempo que hace, en los compañeros que no han asistido al cole, contamos anécdotas que hayamos vivido...Es un momento importante para ellos, y los cuentos de los primeros días son una forma de ir creando ambiente para lo que posteriormente será la asamblea" - explica Victoria.
- Ambiente agradable
Otro de los aspectos que cuidan mucho los maestros en estos primeros días de adaptación, es la decoración del aula, pues aunque a nosotros, los padres, pueda pasarnos desaparecibido este detalle, lo cierto es que para los niños es un conjunto de estímulos que les ayudan a tranquilizarse e ir ganando confianza con el entorno.
"Crear un entorno agradable es una de mis bazas para ayudar a los peques con la adaptación. Me gusta decorar el aula con colores vivos, dibujos o posters con fotografías llamativas. Además, procuro que todo el material que se va a utilizar a lo largo del curso, está al alcance de los niños siempre. Porque todo estos atractivos visuales hacen que el niño salga del bucle cuando está llorando o asustado, y ponga su atención en otras cosas agradables" - comenta Victoria.
- Juegos
Diana Ruiz, profesora de niños entre uno y dos años en la Escuela Infantil "El Mundo de Mozart", nos cuenta que una de las actividades que utiliza en su clase y que tiene un gran éxito entre los peques es la de hacer juegos con pompas de jabón, utilizando diferentes tonalidades de voz, desde la más dulce hasta la más alegre. Ese momento de juegos le da pie para acercarse, uno a uno, a todos los niños e iniciar con ellos el primer contacto físico.
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