Parece que no tiene límite el listado de actividades que nuestros hijos pueden hacer en cursos destinados a ellos. Incluso los bebés peden tener la agenda bien cargadita de cursos varios, como este del que os hablamos hoy y que está siendo un éxito en Nueva York.
Nada como ponerse los cascos y... a pinchar música. Desde los cero a los tres años los niños pueden aprender a ser disc jokeys o pinchadiscos, todo un reto para ellos, muy atractivo para los papás que van más allá de la música clásica, el efecto Mozart o las canciones infantiles para estimular a sus retoños.
La escuela funciona en Brooklyn y ha sido creada por Natalie Elizabeth Weiss, que ejerce de DJ, compositora y dramaturga. Ofrece cursos de ocho sesiones para enseñar a los bebés hip-hop, el arte de pinchar y lo que se ha denominado "la guitarra imaginaria".
Los clientes de estos curiosos y rítmicos cursos son familias de buena posición social, a las que la autora "engancha" con propuestas no baratas pero originales, con canciones como "Por esto a mi papá le gusta la música disco".
Natalie Elizabeth Weiss señala que las canciones infantiles tradicionales se quedan cortas a la hora de estimular a los niños, por lo que volvemos al tema de la obsesión por los estímulos: ¿qué tiene de malo un niño aburrido de vez en cuando? Por no recordar que las canciones tradicionales son una fuente valiosa de relación y vínculo con nuestros pequeños bebés.
Llegados a este punto reivindico las actividades extraescolares en su justa medida incluso cuando el bebé no haya pisado una escuela. Que pensamos que a cuantos más cursillos llevemos a los pequeños (y cuanto antes) será mejor para su desarrollo, pero realmente ellos necesitan muy poco para crecer completos y felices.
No obstante, parece que la bandeja de mezclas y lo de deslizar discos, empujar palancas, apretar botones y levantar los brazos animando al "público bailarín" divierte a algunos niños, tal vez algo saturados tras 45 minutos de sesión. De verdad, me cuesta imaginar qué se hará en siete sesiones más del curso. La profesora señala que hasta los peques pueden hacer sus propias creaciones musicales...
No está mal que los papás acompañen a sus hijos a estos cursillos de disc jockey para bebés y niños, y es que muchos de ellos apenas pueden sostenerse sentados. Precoces DJs que empiezan a tomar contacto con una música especial, una forma diferente de educación musical, aunque esperemos que amplíen su horizonte de gustos musicales con el tiempo...
Vía | El Correo Sitio Oficial | Natalie Elizabeth Weiss En Bebés y más | El aburrimiento desarrolla la creatividad y autonomía de los niños, La importancia del juego libre, El efecto Mozart, música para bebés