Educando la creatividad: la imaginación es uno de los mejores juguetes que existen

Educando la creatividad: la imaginación es uno de los mejores juguetes que existen
11 comentarios

Volvemos a utilizar una viñeta de Francesco Tonucci para mostrar una realidad que parecemos haber olvidado, precisamente, los que de pequeños más uso hacíamos de la imaginación, que el mejor juguete no siempre se paga, sino que vive en nosotros.

Antes para lavar los platos hacía falta poco más que agua y jabón, ahora es necesario un lavaplatos. Antes calentábamos la comida en la cazuela, ahora necesitamos un microondas. Antes veíamos la tele un rato, leíamos libros y cuentos y jugábamos en la calle a muy diversos juegos que nosotros mismos inventábamos.

Lo que quiero decir es que ahora, con la tecnificación de todo y con la presencia de aparatos para cualquier cosa (si hasta existen aspiradoras que van solas), tendemos a creer que los niños necesitan juguetes para divertirse y, muchas veces, lo que conseguimos es precisamente lo contrario: romper la magia del juego que habita en sus cabecitas y no en el objeto.

La magia de ser niño

No hay nada más mágico, inocente y puro que un niño. Están llenos de energía, llenos de alegría y llenos de ganas de conocer, aprender y vivir cosas nuevas.

lets-lego.jpg

Puedes decirle “vamos, a comer” y recibir un “no me apetece” y decirle “¡Vamos, Bob Esponja, que hoy comeremos una Burguer Cangreburguer!” y ver cómo se iluminan los ojos mientras responde “sí, ¡vamos!”.

Son sus ganas de jugar y de hacer cosas diferentes y divertidas las que les impulsa a moverse, por eso es tan importante jugar mucho con ellos y dejar el aburrido mundo de los adultos para los adultos.

Necesitan tiempo libre

Para cultivar la imaginación lo ideal es que tengan tiempo para no hacer nada, para aburrirse incluso y, desde el aburrimiento, empezar a pensar cosas nuevas para hacer. Muchas veces tendremos que ponernos a su disposición para compartir juegos, dejándoles que sean ellos los que nos instruyan en sus juegos. Otras veces tendremos que ser nosotros los que les demos alternativas.

Los juguetes didácticos o educativos

aros.jpg

De un tiempo a esta parte los juguetes, en su mayoría, se han convertido en didácticos o educativos. De hecho han aparecido DVDs educativos (bueno, ya se demostró que no lo eran tanto), peluches educativos y hasta platos educativos (con letras y números alrededor para que aprendan mientras comen…).

Con tanta educación “subliminal” parece quererse controlar el tiempo de juego, y el de no juego, para aprovecharlo promoviendo un aprendizaje más o menos dirigido y esto puede hacer perder, si se insiste demasiado en ello, el placer de jugar por jugar y de divertirse por divertirse.

Los juguetes autónomos

Con el aumento de la tecnología o gracias a un diseño poco acertado, muchos juguetes son demasiado autónomos. Son simplemente un espectáculo audiovisual que se muestra al niño y que permite poca manipulación y exploración, preciosos e increíbles a nuestros ojos, pero aburridos en manos de un niño.

En mi caso son dos ya los juguetes autónomos con los que he metido la pata. Uno de ellos una réplica de Wall-E, que se mueve y habla él solo, pero que tiene muy mal manejo para jugar con él (poco se ha movido del estante en el que se colocó al llegar a casa). El otro es un circuito de trenes en espiral en el que los trenes caen y ruedan por él. Cuando vi a mi hijo meter la manita entre las columnas, tratando de hacer rodar “a mano” los trenes en vez de soltarlos por la rampa (y viendo que además se le caían) me di cuenta del error.

Cuanto más simples…

La idea, como observáis en la viñeta, es que los niños tengan también juguetes de esos que nosotros llamamos aburridos, porque no hacen nada. Son estos juguetes los que más les permiten desarrollar la imaginación si les dejamos.

Digo si les dejamos, porque muchas veces queremos enseñar a los niños cómo funciona tal o cual juguete o qué puede hacer, si quiere, con tres bloques de madera. Ese día estamos limitando enormemente su imaginación, ya que le estamos dirigiendo la diversión hacia aquello que nosotros creemos que debe ser y en ese camino se pierde mucho de lo que ellos podrían llegar a hacer.

Imagen | Sin que sirva de precedente
Fotos | Flickr – emrank : back online, Anthony Cain ©
En Bebés y más | Educando la creatividad: no es lo mismo hacer lo que uno quiere que lo que otro quiere, Los mejores juguetes son papá y mamá, La creatividad infantil en peligro, Francesco Tonucci: “Los niños deben ir solos a la escuela desde los 6 años”

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Yo he visto por la red las cocinitas que algunas madres hacen para sus hijos. Algunas han aprendido incluso a hacer bricolaje para ello. Son increíbles, preciosas. Admirable. Ya casi me daban ganas de hacer una cocinita para mi hija, pero ya nos habían regalado una. Y juega bastante con ella. Pero la mejor cocina que ha tenido es una caja de cartón. Le propuese que fuera la cocina de su muñeco y es con la que más juega. La imaginación al poder!

    • interesante

      Mi hijo es aún pequeñito -nueve meses-, y tiene muchos juguetes ya acumulados en su bañerita Tummy, reciclada como Contenedor de Juguetes Oficial, pero los juguetes que más le gustan son todos los utensilios de cocina habidos y por haber: clips de plástico para cerrar bolsas de alimentos, cucharas de madera y tuper wares como estupendas baterías musicales, coladores de plástico, y muchos más, siempre de materiales inofensivos, claro. La fijación de mi chico por la Sección de Cocina de Ikea está dando sus entretenidos frutos. Por fin alguien les saca partido. Si además se los das poniendo un tono de voz grandilocuente o colgándotelos del pelo, sobre la cabeza, etc, todavía abre más sus ojitos, y hasta ríe a carcajadas. Le encantan. :-)

    • En casa no hay un sólo juguete con pilas: Sara y Marta tienen una cocinita, una mesita con dos sillas y un par de carros de bebés. Y un montón de muñecos, libretas, pinturas... Ahora empiezan a jugar juntas y el otro día me encontré con una escena de morirse de risa. Marta tumbada en la mesita, las piernas y los brazos colgando y Sara con el fonendoscopio de juguete mirando a ver si estaba malita. Sobre todo Sara que pronto cumplirá 4 años, juega mucho "a ser": doctora, mamá, payaso, astronauta, etc... Marta hace de hija, enferma, público del circo... en fin, que le sigue el juego a su hermana.

      Bueno, todo esto y la entrada de Armando me sirve para comentar algo a lo que hace tiempo que le doy vueltas... a ver... yo juego mucho con mis hijas y, digamos que me da la sensación de que dirijo y marco demasiado sus gustos, a medias entre lo que a mi me gustaba de pequeña, lo que a ellas les gusta y lo que yo creo que es mejor. Con "mejor" me refiero a transmisión de valores, enriquecimiento personal, pedagogía... Para expresarlo más claramante: a mi no me gustan las Barbies, las Bratz, Hannahs Montanas, maquillajes y pintauñas, etc... Hablo de Sara porque es la mayor y con 4 años ya está sometida a más estímulos que los que viene de mi, claro. Nunca ha tenido una Barbie, pero sus amigas del cole, sí. No la pide, pero me ha preguntado si a mi me gusta "la Barbie". Glup... Me quedé en blanco. Le dije que a mi no me gustaba, pero que si a ella le gustaba, pues fenomenal....

      Dentro de nada es su cumple y está muy contenta con las propuestas que le hemos hecho de regalos: entiende que es una fecha especial en que sus papás, abuelos y amigos van a hacerle un regalo muy bonito, que en nuestro caso será una bicicleta. Está encantada. No ha pedido nada, todo le parece bien... pero ¿qué hago si un día me pide una Barbie?. Creo que no tiene la necesidad de pedirla, de tenerla, pero siento que la línea entre dirigir sus juegos y sus gustos y manipularla, es muy fina.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR

      Anna, no sé qué responderte... Yo sí se la compraría, porque una cosa es que no me guste a mí, pero otra es que le guste/no le guste a ella.

      Si fuera una pistola de juguete o algo peligroso entendería la duda por la carga moral que conlleva o por el riesgo físico, pero la Barbie... sí, es cierto que niñas de 4 años con Barbies es algo con poco sentido, pero cuando todas las amigas lo tienen, si te la pide y no se la compras aún la querrá más (digo yo...).

      Ella te preguntó si te gustaba y tú fuiste honesta y sincera. Quizás simplemente con tu frase tenga suficiente, de momento, para no querer una, pero si en el futuro la pide, no veo por qué no comprarla.

    • Cerrar respuestas
    • Uff, la verdad es que es una especie de cuestión de principios. No me gusta lo que transmiten ese tipo de muñecas, no es un pistola, claro, pero está rodeada de ciertas cosas con las que tengo problemas personales, como por ejemplo, el valor desmesurado por el físico. También es cierto que el uso que ella haga de una Barbie no tiene que ser sólo el que yo veo. También puede hacer que la Barbie sea algo más que una rubia despampanante con piernas quilométricas que sólo piensa en ligar con Ken. Estereotipos de mente adulta. Sara no la pide, dice que sus amigas la tienen y pregunta si me gusta. Si algún día me la pide, tendré que recordar la frase de Groucho Marx, aquella de "estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros"... ja, ja, ja!!! Y tomármelo con menos rigidez, con más humor y relax. Ya veremos. De momento, esta tarde nos hemos disfrazado de "señores", con bigote y barba (el "juguete" más amortizado: unas pinturas de maquillar de imaginarium), hemos manchado un poco dos corbatas de papá, pero hemos hecho un buen rato el payaso!!!

      Gracias por la contestación aunque creo que me he salido un poquito por la tangente del tema original. ¡¡¡Hasta pronto!!!

    • Recuerdo que a mis dos hijos mayores, les compraba con mucho sacrificio juguetes muy bonitos y costosos o les traian sus tias de EEUU, pero era amor de rato y me sacaban sabanas, ganchos para ropa, mis carteras, zapatos de su papa y hacian sus casitas rusticas en el patio, jugaban a la escuelita; tambien mi hermano le trajo hace dos años a mi hijo que en ese tiempo tenia 8, una pistola de burbuja muy bonita y le gusto mucho pero nunca la uso, corta los tallos de la hoja de papaya y los ocupa para sacar burbujas, a mi hija ahora que tiene 11 le encantan las manualidades o decoraciones y hasta dibujar, a veces sentia un poco de pena por ellos ya que dejaban sus juguetes por cualquier cosa sencilla que encontraban, no usaban el tambor sino los tarros de leche, no usaban panderos sino unas sonajas con tapas de sodas. Verdaeramente pienso que a veces recibimos lecciones de nuestros hijos, usar la imaginacion cuesta menos que una pila de juguetes que puede distorcionar la mente de nuestos hijos, sea que no son adecuados o que entre mas tienen mas quieren

    • Mi hija con tres años tiene juguetes para dar y vender, vamos como la mayoría de los niños hoy en día. Llegan las navidades y por mucho que intentamos limitar el número de regalos siempre son demasiados, ya se sabe que para los abuelos nada es bastante para un nieto. La mayoría de los juguetes acaban ignorados en algún cajón, y por lo menos en el caso de mi hija, siempre acaba jugando con lo menos insospechado. Ayer mismo, encontramos un caracol de esos grandotes, en una maceta del patio, y se pasó toda la mañana jugando con el caracol, observándolo, imitándolo (hasta comió lechuga igual que el caracol) y bueno, las conversaciones que tenía con el animalito no tenían desperdicio.

    • Hace poquito leímos un libro de la biblioteca infantil de lo más interesante sobre el tema de imaginar y de lo lejos que se queda "su mundo" a veces del de los adultos... os dejo el enlace por si se lo quereis leer a vuestros peques, a mi hijo mayor le encantó se títula "El maravilloso puente de mi hermano" y la autora es Ana María Machado. Es muy ilustrativo sobre este tema, de verdad. Espero que os guste.

      http://todomundopeques.blogspot.com/2010/04/tiempo-para-leer.html

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de todomundopeques Respondiendo a todomundopeques

      Al leer tu resumen me he acordado de la película "Camino"... la protagonista vive en un mundo que los adultos no llegarían a imaginar jamás...

    • Cerrar respuestas
    • No he visto la peli porque estoy excesivamente sensible con los "temas" relacionados con la infancia pero sé a qué te refieres, el libro que os comento es mucho más divertido, por supuesto es para niños, pero también muestra como los mayores nos olvidamos de que una vez fuimos niños y eramos felices viviendo en "ese mismo mundo" de la imaginación...

    • CON MI HIJO ME A PASADO ALGO MUY SIMILAR, EL TIENE 8 AÑOS Y NO TIENE MUCHOS JUGUETES PUES SIEMPRE HE CREIDO COMO DICE EN LA NOTA QUE NO TIENE POR QUE TENER LA ALCOBA LLENA DE JUEGUETES PARA PODER DIVERTIRSEN, PERO DE TODAS MANERAS ES MUY APEGADO A LA TEGNOLOGIA LE FASCINA LOS JUEGOS DE CARROS EN EL COMPUTADOR, PERO ULTIMAMENTE SE LOS HE QUITADO Y CUANDO NO TIENE NADA QUE HACER ME PREGUNTA MAMI Y AHORA CON QUE ME DIVIERTO NO TENGO NADA QUE HACER, ESTOY ABURRIDO, A LO QUE RESPONDO USA TU IMAGINACIÓN Y VERAS LAS COSAS GRANDES QUE HACES, PUES BIEN FUE DURO AL PRINCIPIO POR QUE EL NO QUERIA PONERSE A PENSAR QUE HACER, HASTA QUE DECIDIO ARMAR SU PROPIA PISTA DE CARROS ENTRE COBIJAS, LIBROS, LA CAMA EN FIN PARA QUE UNA PISTA ESPECTACULAR Y LE DIJE TE DAS CUENTA QUE NO NECESITAS OTRA COSA QUE LA IMAGINACION.

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información