El entorno es la clave para motivar a los más pequeños. Eso lo sabe muy bien el arquitecto japonés Takaharu Tezuka, quien ha diseñado esta fantástica escuela infantil Fuji Kindergarten en Tachikawa, muy cerca de Tokio.
Los árboles crecen en medio de las aulas y pueden treparse, hay escaleras para subir a una enorme terraza en forma ovalada de la que se desciende por enormes toboganes. ¡El sueño de todo niño!
No hay división de espacios, solo unas pilas de cajones de madera que sirven como mesas y sillas de apoyo, así como en herramientas de juego. Pueden ser trenes, bloques para construir o lo que la imaginación disponga.
Pero, ¿qué llevan los niños en la cabeza? Al ser Japón uno de los países con mayor riesgo de terremotos, los pequeños están acostumbrados a hacer simulacros en los que se colocan protectores en sus cabezas para evitar hacerse daño.
Los hueco entre los árboles y la terraza están protegidos por redes, que también sirven para escalar y jugar. Por su parte, la gran barandilla de la terraza cumple la función de anfiteatro en el que los niños pueden ver cómo juegan sus compañeros en el patio de abajo. Dan ganas de volver a ser niño y vivir en Tokio, ¿verdad?
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