Que la realidad supera muchas veces a la ficción es una verdad irrefutable que a veces esa realidad es increíble, también es cierto y que en ocasiones como la que os traigo además de increíble es muy, muy indignante… bueno, vosotros diréis, a mí me ha hostilizado muchísimo.
Una madre graba la paliza que le da a su propio hijo la directora del colegio, lo cuelga en Facebook y lo ven millones de personas en todo el mundo y seguro que la inmensa mayoría tan indignados como yo.
Thomas es un niño de menos de cinco años que va a una escuela de primaria en Georgia, Estados Unidos. Uno de los 19 estados norteamericanos en los que está permitida la violencia en las escuelas, se entiende que la violencia de los adultos-educadores sobre los menores-alumnos. No, al contrario no, es evidente.
Los hechos
Thomas, recordemos que no ha cumplido los cinco años todavía, intentó pegar a uno de sus compañeros y escupió a otro. Antes semejante comportamiento terrible y escandalosamente violento, la directora del centro Pam Edge, habló con la madre de Thomas.
“Me dijeron que si no le zurraban tendría que ser expulsado del colegio. Si lo expulsan por un solo día iré a la cárcel por absentismo escolar y no puedo cuidar a mis hijos en la cárcel.”
"Zurraban", no hablamos de castigar, corregir, reprender, hacerle reflexionar sobre su comportamiento, no.. hablamos de "zurraban".
La situación de la madre de Thomas, Shana Marie Pérez, es cuando menos surrealista. Shana fue detenida hace dos semanas por el absentismo escolar de su hijo Thomas menor de cinco años. Thomas faltó 18 días a la escuela durante el curso: por tener que ir al médico.
¿Qué opciones tiene? ¿Llevar al niño al médico se puede considerar absentismo escolar? ¿Y no llevarle al médico para que no pierda días de colegio no es eludir sus responsabilidades como madre además de poner en peligro la salud del resto de la clase? Es evidente que en una situación como esta las posibilidades de acertar son sencillamente nulas.
El castigo
La directora del centro ayudada por otra adulta, sujetan y golpean a Thomas que entre llantos y gritos y como cualquier otro niño pide ayuda a su madre más que superada por las circunstancias que están viviendo los dos y que finge estar enviando mensajes desde su móvil pero que realmente está grabando la dolorosa escena.
Desde entonces más de tres millones de personas han visto como dos adultas, supuestamente pedagogas, están ¿enseñando? a un menor de cinco años que sus comportamientos agresivos sólo merecen la violencia como castigo.
¿No es increíble?
Bueno, no sé si es tan increible teniendo en cuenta por ejemplo que en Estados Unidos, en los últimos diez años hubo más muertos por tiroteos que por ataques clasificados de “terroristas”.
Seguro que son muchos factores los que influyen pero ¿cuántos casos como el de Thomas han mostrado a los niños que su agresividad sólo merece violencia?
No se le enseña al niño nada relacionado con la inteligencia emocional o con la empatía, no se le plantean dudas, no se le hace reflexionar ni gestionar su agresividad desde un punto de vista constructivo y teniendo siempre en cuenta que aún no ha cumplido los cinco años.
Se le enseña que sus acciones sólo encuentran una reacción de quien le tiene que enseñar, de sus profesores, de sus maestros; la violencia.
¿Qué conclusiones sacará Thomas de todo esto? Eso es lo que debería preocupar a las autoridades estadounidenses, eso y enseñar a las directoras que eso no son formas de educar a un niño, a ningún niño.
Vía | 20minutos.com
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