Hace un tiempo compartimos en clave de humor los tipos de padres antes la vuelta al cole: los dramáticos, los informadores, los que no se enteran de nada y los relaciones públicas, entre otros. Uno de ellos, y que nunca faltan en cada curso, son los padres involucrados, a quienes les encanta estar metidos en todas las actividades de la escuela de sus hijos.
De acuerdo con un estudio reciente, algunos podríamos tomar el ejemplo de este tipo de padres, ya que involucrarnos en ciertas actividades de la escuela de nuestros hijos, aporta grandes beneficios para ellos. Te contamos por qué.
Publicado en la revista School Psychology, investigadores de la Universidad de Missouri analizaron la influencia de la participación de los padres en las actividades escolares de sus hijos, encontrando que esto es beneficioso para todos, pero en especial para los niños más pequeños.
Tras realizar una encuesta a más de 3.170 estudiantes y 200 profesores, el estudio encontró que las familias participan de forma más activa en las escuelas cuando los niños asisten a primaria y poco a poco van reduciendo su presencia conforme los hijos se van haciendo mayores y entran a secundaria.
Esta parte del estudio en realidad no es nada reveladora, pues es normal que padres y madres poco a poco vayamos apartándonos, tanto porque nuestros hijos ya no nos necesitan tanto como antes, como para que comiencen a formar su propio camino.
Sin embargo, encontraron que tal vez deberíamos considerar continuar involucrándonos cuando comienzan su educación secundaria, pues de acuerdo con el estudio, tanto los niños de primaria como los de secundaria, tienen menores problemas de concentración y de comportamiento si sus padres participaron de forma activa durante el ciclo escolar.
"Además de tener menores probabilidades de tener problemas emocionales o de comportamiento en clase, encontramos que los estudiantes con padres involucrados terminaban el año con mejores habilidades sociales y se concentraban con mayor facilidad en sus tareas. Esto significa que cuando los padres se involucran en la escuela, los beneficios en los niños se acrecientan con el tiempo", comenta Tyler Smith, uno de los investigadores.
Como lo mencionábamos al inicio, los investigadores explican que la presencia de los padres en las escuelas se reduce cuando ingresan a secundaria, especialmente por su deseo de respetar la independencia de los niños que va en aumento. Sin embargo, de acuerdo con estas investigaciones, podríamos considerar comenzar a involucrarnos más en las actividades escolares de nuestros hijos.
Desde luego, no se trata de estar todo el tiempo sobre ellos o de hacerles los deberes, sino de acompañarles de una forma no invasiva y que a la vez nos permita mantenernos al tanto de lo que sucede. Que ellos sepan que estamos para cuando lo necesiten, pero respetando el espacio que necesitan para continuar desarrollándose y comenzando a ejercer su independencia.
Por ejemplo, algunas maneras de mantenerse presente en su ambiente escolar sin ser invasivos ni interrumpir este proceso natural de independencia y crecimiento de los niños, pueden ser las siguientes:
- Manteniendo comunicación frecuente con sus profesores para trabajar en conjunto.
- Hacer lo posible por asistir a la mayor parte de los eventos que realice la escuela.
- Ofrecernos a participar como voluntarios en las actividades que organice la escuela.
- Participar en asociaciones o grupos de padres.
Lo más importante de todo esto, y lo que señala el estudio, es que nuestros hijos sientan y sepan que nosotros estamos al pendiente y cerca para cuando nos necesiten y así, puedan desempeñarse y desarrollarse mejor en la escuela.
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Vía | EurekAlert