Ya está aquí la vuelta al cole de los más pequeños. Algunos están muy ilusionados con volver a las aulas o empezar un nuevo curso, mientras que a otros no les hace ni pizca de gracia volver a la rutina.
Con el comienzo de curso vienen nuevos retos y nuevos propósitos que nos ponemos de cara al nuevo año escolar. Aquellas cosas que nos gustaría cambiar respecto al año anterior o tener como leit motiv durante todo el curso. Hemos pensado en cinco propósitos para la vuelta al cole que comenzamos a poner en marcha desde ya para empezar el curso con buen pie.
Un buen desayuno para arrancar el día con energía
El desayuno debería cubrir un 25 por ciento de las necesidades calóricas diarias. Tantas horas de sueño en las que el cuerpo no ha tomado ninguna "recarga" han de ser seguidas de un buen desayuno.
No obstante, más de la mitad de los niños no hace un buen desayuno, y a los desayunos escasos o incompletos se han de sumar todos aquellos niños que van al cole sin desayunar.
Algunos porque no tienen sensación de hambre por la mañana, otros por falta de tiempo o porque prefieren almorzar algo en el recreo, acaban sin desayunar como es debido.
Este curso, el propósito es despertarse 15 minutos antes para tomar un desayuno completo y variado que incluya un lácteo, cereales, fruta y algo de grasa en forma de aceite de oliva y proteínas con embutidos no grasos.
Organizarnos más y mejor
Si queremos tener un curso ordenado, sin sobresaltos y que todo vaya como la seda, o al menos todo lo que se pueda, tenemos que poner en marcha algunas ideas que nos ayuden a organizar mejor nuestra rutina.
Os propongo una solución que pusimos en marcha desde el último trimestre del curso pasado en casa. Sacamos la idea de la serie "Atypical" y nos funcionó estupendamente. La idea es muy simple: un gran calendario mensual a la vista de la toda la familia. Allí se apuntan las citas médicas, las fechas límite para firmar autorizaciones, actividades extraescolares, tareas, si un día tiene que ir disfrazado o llevar algo especial al cole... y todas esas cosas que no debemos olvidarnos de hacer.
Hay también calendarios semanales que cumplen la misma función. Podéis pegarlo en la nevera, utilizar una pizarra o hacerlo como más os guste. Pero os aseguro que os simplificará la vida familiar, y sobre todo, no será mamá la única que lleva toda esa carga mental encima.
Comunicarnos más y mejor con los hijos
La comunicación con los hijos es uno de los pilares fundamentales de la crianza. Para poder comprenderlos y acompañarlos es necesario establecer una relación de confianza, que se sientan cómodos contándonos sus cosas, dar lugar al diálogo, a la conversación. Comunicarse no es "yo hablo, tú escuchas" sino establecer una reciprocidad gracias a la cual ambas partes se enriquezcan.
Por tanto, sin agobiarles, porque podemos provocar el efecto contrario de que dejen de contarnos por pesados, es primordial que les preguntemos cada día cómo le ha ido en el colegio.
Pero si quieres que al volver de la escuela la respuesta a "Cómo te ha ido en el cole" no sea un seco "Bien", te sugerimos muchas maneras de preguntarlo y conocer cómo se ha sentido y qué le ha pasado sin preguntárselo directamente.
Las comparaciones son odiosas
Es inevitable que, si tenemos más de un hijo, hagamos comparaciones entre hermanos de cara a la vuelta al cole. Pero debemos intentar evitarlo y entender a cada hijo como un individuo con sus propios ritmos y habilidades que no necesariamente son las mismas que las de sus hermanos.
En el colegio esto es más difícil todavía puesto que se enfrentan a los mismos retos con talentos distintos que al final son evaluados con un criterio más o menos homogéneo.
Esta es una tarea que no sólo depende de los padres, hay que involucrar a toda la familia puesto que muchas veces los comentarios que más duelen o desaniman a nuestros hijos vienen de sus tíos, abuelos u otros parientes que no son quizá tan conscientes de las sensibilidades que se pueden herir entre hermanos.
En esto conviene empezar por los propios hermanos. Es importante enseñar a unos hermanos a animar y celebrar a los demás. Deben saber también que en momentos puntuales uno puede necesitar un poco más de atención o ayuda y que hay momentos especiales para un miembro de la familia en los que hay que participar en un segundo plano.
Como también debemos enseñarles a ayudarse unos a otros y a animarse cuando alguno se enfrenta a un reto que le esté costando más.
Y por supuesto, fuera del ámbito familiar, debemos evitar comparar sus logros con los de sus compañeros de clase o amigos de la misma edad. No tiene ningún sentido.
Ayuda a tu hijo a buscar su talento
Se trata de una cuestión relacionada con el colegio, donde mostrarán sus preferencias por unas u otras materias, pero también algo en lo que debemos fijarnos a la hora de escoger actividades extraescolares o simplemente un juego o juguete. Y siempre teniendo en cuenta que no hemos de presionar a los niños ni volcar en ellos nuestras frustraciones.
Debemos estimularles a que experimenten, que curioseen y potenciar sus habilidades y talentos, para que así puedan descubrir aquello que más les gusta. Tenemos que animarlos en sus logros por pequeños que sean, y también en sus fracasos, que les ayudará a aprender y a crecer como personas.
Tampoco debemos olvidamos de que una agenda cargada de actividades extraescolares puede ser fatal para el niño, generarles estrés y además acabar con su talento o con sus ganas de seguir experimentando. Es mil veces mejor tener tiempo libre para seguir experimentando, para jugar con los padres y con los amigos... que tener todas las tardes ocupadas como si fueran adultos esclavos de un trabajo.
En definitiva, os invito, de cara al nuevo curso escolar, a que compartáis todo el tiempo posible con los niños para ayudarles a desarrollar su talento, y, lo más importante, para divertirnos juntos y conocernos más. Si este mismo deseo lo trasladamos a la escuela y establecemos una buena comunicación con los educadores de nuestros hijos (que es probable que compartan nuestra visión), estaremos más cerca de conseguir un mejor cole, y de que los pequeños sean felices allí.
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