Mis nueve claves para ahorrar en la vuelta al cole y que la cuesta de septiembre sea menos dura

Este año nos enfrentamos a un comienzo de curso muy duro para nuestros bolsillos. Es la vuelta la cole más cara en 20 años y los padres tendremos que hacer malabares para que la cuesta de septiembre no se haga tan empinada, especialmente para quienes tenemos una familia numerosa como la mía, con tres niñas en edad escolar.

Si consumimos con cabeza, nos replanteamos los gastos y evitamos comprarlo todo nuevo y de golpe, podemos conseguir ahorrar bastante en esta vuelta al cole que atenta contra nuestra economía familia. Estos son mis nueve consejos prácticos para ahorrar en la vuelta al cole que yo misma pongo en práctica.

Compra buena calidad: lo barato sale caro

Muchas veces, por comprar al mejor precio resignamos calidad y al final lo barato acaba saliéndonos caro porque a los pocos meses tenemos que reponerlo.

Tenemos que tener en cuenta que una mochila, un estuche o una carpeta aguanta mucho traqueteo durante el curso. Es un uso intenso y debemos asegurarnos que la calidad de los materiales aguantará unos cuantos meses.

Otro buen truco, aunque a priori parece que gastas más, es comprar los útiles en packs (bolis, tipex, gomas, resaltadores, etc). Aunque gastes ahora un poco más podrás hacer acopio de material para el resto del curso, y a la larga será más barato que comprarlo muchas veces.

No tienes que comprarlo todo en septiembre

Compra de a poco; no hace falta renovar todo para el comienzo de curso. Seguro que hay material escolar del curso pasado que todavía le sirve y podrás ir comprándolo poco a poco.

Igual con la mochila, el estuche o el uniforme, si es que usan.  Es cierto que a los niños les encanta estrenar, pero si no están rotas y pueden usarse todavía, igual se puede aplazar el gasto para más adelante.

Compara precios

Lleva algo más de tiempo, pero puede suponer un buen ahorro, tanto para libros de texto como para el material escolar.

Hay quienes no están a favor de comprar online o en grandes superficies y prefieren beneficiar al comercio local, pero cuando se trata de ahorrar a veces no queda otra opción.

Sin embargo, la clave está en comparar porque no siempre resultan tener el mejor precio. A veces las librerías pequeñas ofrecen descuentos interesantes que podemos aprovechar.

Reutiliza todo lo que puedas

Al hilo de lo anterior, especialmente si hay hermanos mayores, seguramente tengáis en casa muchas cosas que se puedan reutilizar, o incluso que estén sin uso, como lápices de colores, rotuladores, bolis, libretas con apenas un par de hojas usadas, carpetas... Revisad los cajones y poned en condiciones el material para reutilizar.

De igual manera, si llevan uniforme habrá prendas que a los hermanos mayores ya no les vayan, como falda, polos, pantalones, y se les pueda hacer algún arreglo.

No hace falta comprarlo todo a comienzo de curso. Ir comprando en función de las necesidades que surjan es la mejor decisión.

Compra libros de texto usados

No siempre es posible, porque muchas veces cambian los planes de estudio y con ello también los libros, -algo que me parece abusivo-, y no se pueden reciclar. Pero antes de comprar libros de texto nuevos, intenta comprarlos usados.

Podéis buscarlos en plataformas como Wallapop, eBay, Milanuncios, incluso Amazon y La casa del libro tienen la opción de comprar libros usados. Se pueden conseguir libros en muy buen estado y hasta puede que sin uso, prácticamente por la mitad de precio.

Compra ropa o uniformes de segundamano

Hay padres reacios a hacerlo, pero lo cierto es que pueden conseguirse prendas como nuevas, o incluso nuevas, en plataformas especializadas. También podéis preguntar a familiares o amigos con hijos mayores si tienen ropa que les haya quedado pequeña.

Además, si tu hijo lleva uniforme, puedes preguntar en el AMPA, preguntar a otras madres o incluso también buscar en plataformas como Wallapop. Muchas veces hay prendas compradas por error, como una falda que ha quedado pequeña o un chándal de deporte que apenas se ha usado y puedes comprarlo con un gran descuento frente a uno nuevo.

Extraescolares: ¿sí o no?

Antes de apuntar a tu hijo a actividades extraescolares, replantéate si es un gasto que realmente merezca la pena. ¿El niño lo disfruta? ¿Realmente le gusta? ¿Hay opciones más económicas? ¿Podemos reducir los días?

Muchas veces, las extraescolares son una ayuda a la conciliación familiar, pero si estamos buscando ahorrar, deberemos buscar otras opciones que nos ayuden a reducir o eliminar ese gasto si consideramos que no merece la pena.

Comedor escolar: ¿hay alternativas?

La mayoría de las veces, por el horario laboral de los padres, es muy complicado que los niños puedan volver a comer a casa, pero considera otras opciones como que los abuelos o algún familiar pueda ir a recoger a los niños al colegio a la hora de comer.

Tal vez no todo el curso, pero quizás un trimestre o un mes suelto puede ser de gran ayuda para nuestro bolsillo.

No todos los colegios lo permiten (aunque deberían hacerlo) pero llevar la comida de casa en una bolsa hermética puede ser un gran ahorro también, y evitaría muchas quejas.

¿Transporte escolar, público o particular?

Si no hay opción de ir al colegio andando, estudia las diferentes posibilidades que tienes para llegar hasta allí sin tener que recurrir a la ruta escolar o a tu vehículo particular, que aunque puedan ser las opciones más cómodas son, sin duda, las más caras.

Quizá podáis ir al colegio en bicicleta o patinete (¡una divertida forma de empezar el día!), en transporte público o compartiendo coche con otros vecinos o amigos en turnos rotatorios.

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