Cuando pensamos que conocemos todos los síntomas que puede provocar la infección por COVID-19 a bebés y embarazadas, aparecen nuevas complicaciones que se termina descubriendo que están asociadas al virus.
Un equipo del hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha detectado dos casos de fetos que presentan un edema de piel en mujeres embarazadas e infectadas por coronavirus y que parece que está provocada por el virus. Por suerte, los investigadores han comprobado que los edemas desaparecen cuando la madre se recupera de la COVID-19.
Impacto del virus en los fetos
Algunas infecciones por virus, como el citomegalovirus o el virus de Zika, se asocian a problemas en el embarazo o a anomalías en el feto. En el caso del SARS-CoV-2, se desconoce aún el riesgo que supone la infección de la madre en el desarrollo del feto. Por eso, para estudiar este riesgo, investigadores de las Unidades de Medicina Materna y Fetal y de Cuidados Intensivos Pediátricos y los Servicios de Microbiología y de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Vall d’Hebron, decidieron hacer un seguimiento de 31 embarazadas con COVID-19. En el 6,5% de ellas observaron edema de piel en el feto.
Según describe el estudio, publicado en la revista 'Obstetrics & Gynecology',uno de los casos fue una mujer de con neumonía por Covid-19. En la semana 23 de gestación, se observó edema de piel en el feto, sin que aparecieran otras complicaciones. La otra mujer fue diagnosticada con COVID leve y no tuvo que ser hospitalizada. El edema fetal apareció en la semana 21 de gestación.
En ambas mujeres, el edema fetal se mantuvo durante la enfermedad de la gestante, por lo que la doctora Carlota Rodó, especialista del Servicio de Obstetricia e investigadora del estudio, señala:
“Vemos una correlación entre el edema y la infección por SARS-CoV-2, ya que cuando las mujeres se recuperaron de la COVID-19, el edema también desapareció y los fetos no tuvieron ninguna otra complicación”.
Para determinar si había infección de SARS-CoV-2 en los fetos, los investigadores realizaron test PCR del líquido amniótico. También se comprobó si había factores relacionados con la inflamación. En ninguno de los bebés se detectó infección por el virus.
La doctora Rodó explica que teniendo en cuenta estos relevantes hallazgos, aunque los resultados del estudio no son suficientes para concluir que el edema fetal es una complicación relacionada con la COVID-19, “es recomendable hacer un seguimiento de las gestantes infectadas por SARS-CoV-2 para entender el impacto que puede tener el virus en el feto”.
Vía | Vall d'Hebron
Foto | iStock
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