Después de destaparse hace unos meses las artimañas que la industria del azúcar llevó a cabo hace unas décadas para conseguir que el azúcar no fuera considerada poco saludable, y las culpas de las enfermedades cardiovasculares, entre otras, se las llevaran las grasas, son cada vez más los estudios que por fin nos dicen todos los daños que podría llegar a producir su ingesta, sobre todo si se consume en exceso.
En esta ocasión os hablamos del momento del embarazo, cuando se ha visto que cuanto más azúcar se consuma, mayor es el riesgo de alergia y asma en el bebé que vaya a nacer.
Un estudio con más de 9.000 mujeres
Para el estudio, publicado en la revista European Respiratory Journal y realizado en Reino Unido, los investigadores contaron con más de 9.000 mujeres embarazadas que fueron clasificadas según la cantidad de azúcar que consumían durante el embarazo.
Vieron que el 20% de las mujeres que más azúcar comían tenían hijos cuya probabilidad de tener alergia a los 7 años era un 38% mayor, y que la probabilidad de tener dos o más alergias era aún mayor, del 73% más. Además, el riesgo de asma alérgico era del doble; todo ello independientemente de la cantidad de azúcar que los hijos habían consumido durante su infancia.
Las alergias analizadas fueron las alergias ambientales más habituales: a los ácaros del polvo, al pelo de los gatos y a gramíneas.
¿Y si no hubiera causalidad?
Como siempre que se estudian dos variables y se establece una hipótesis de una con respecto a la otra, hay que eliminar todos los posibles factores de confusión para tener claro que una es causa de la otra.
En este caso, los investigadores no se atreven a afirmar que haya causalidad, pero sí abren la puerta a que sea muy posible y a que nuevas investigaciones confirmen o no sus conclusiones.
Según leemos en Medline, los investigadores lo explican de este modo:
No podemos decir a partir de estas observaciones que una ingesta alta de azúcar por parte de las madres en el embarazo es lo que sin duda alguna está causando la alergia y el asma alérgico de sus hijos, pero dado que el consumo de azúcar es extremadamente alto en occidente, sin duda investigaremos esta hipótesis con más profundidad con cierta urgencia.
Disminuir el consumo de azúcar igualmente
De todas maneras, haya o no causalidad, sí se conoce la relación entre el consumo de azúcar y varias enfermedades derivadas del sobrepeso y la obesidad que puede llegar a producir la gran cantidad de azúcar añadido que podemos encontrar en los alimentos procesados.
Precisamente por eso, se aconseja que las embarazadas, y en general las familias que van a recibir al nuevo bebé, reduzcan su consumo y lleven una dieta variada, con la mayor proporción de alimentos saludables posible. Así, cuando el bebé nazca, vivirá inmerso en unos hábitos alimentarios más sanos, y tendrán más probabilidad de comer igualmente más equilibrado.
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