Son diversas las investigaciones que asocian el fumar en el embarazo con defectos congénitos en el bebé, especialmente en el primer trimestre, pero no sólo el fumar tiene consecuencias nocivas para el feto, sino también estar expuesta al humo de forma indirecta. Un estudio señala que el tabaco está relacionado con defectos congénitos, también en fumadoras pasivas.
Las últimas medidas que ha tomado el gobierno con respecto al tabaco protegen a las embarazadas de ser fumadoras pasivas en sitios públicos. Pero es importante que está protección se extienda a todos los niveles antes de la concepción y durante todo el embarazo. También es importante que el entorno de la embarazada sea consciente de ello, sobre todo el padre.
Las consecuencias del tabaco en el feto son tema serio. Las mujeres que son fumadoras pasivas durante el embarazo tienen más posibilidades de que el bebé nazca muerto o con defectos congénitos, según ha revelado un informe publicado en la revista Pediatrics.
Las cifras dan que pensar. La muerte del feto fue un 23 por ciento más habitual en mujeres que viven o trabajan con fumadores, mientras que los defectos congénitos lo fueron en un 13 por ciento. En la mitad de los casos estudiados, los propios padres fueron la principal fuente de humo.
Fumar y recibir el humo de los fumadores es perjudicial en el embarazo, pero también lo es antes, desde el momento de la concepción. Hablamos de los efectos de sustancias químicas en el feto que bien podrían llegar a través del humo inhalado por la madre o través del esperma afectado del padre.
En cualquier caso, es mejor prevenir. Lo recomendable es que tanto la futura mamá como el futuro papás dejen el hábito antes de buscar el embarazo.
Vía | Público
Foto | trieu88 en Flickr
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