Después de haber visto qué es el insomnio y las causas de insomnio en el embarazo, vamos a hacer un recorrido por los mejores remedios para lograr dormir mejor en el embarazo. Más del 85% de las embarazadas padecen cambios en su patrón de sueño en algún momento de la gestación y aunque no siempre se puede hablar propiamente de "insomnio" (esto debería determinarlo un especialista), la realidad es que llega la hora de dormir y puedes llegar a desesperarte dando vueltas en la cama.
Si te encuentras en ese elevado porcentaje de mujeres que duermen mal durante el embarazo, querrás saber si existen medicamentos apropiados, si hay infusiones recomendadas, si existe algún remedio natural, tratamientos alternativos... y en definitiva qué puedes tomar para el insomnio en el embarazo.
Pero, en primer lugar, es muy importante recordar que no puedes tomar ningún medicamento por tu cuenta si estás embarazada, ni hacer caso de los "consejos de la abuela" o de la vecina para mejorar la calidad del sueño, ya que en esta etapa tan delicada cualquier sustancia no supervisada por un profesional de la salud podría perjudicarte a ti o al feto.
¿Medicamentos para el insomnio estando embarazada?
Como hemos señalado, el diagnóstico de insomnio es fundamentalmente clínico, basado en los síntomas descritos por el paciente. Según los especialistas del sueño, el abordaje terapéutico del insomnio debería ser siempre multidisciplinar e incluir métodos no farmacológicos, como higiene de sueño, ejercicio físico y dieta.
En otras palabras, el tratamiento del insomnio debe ser integral y su finalidad será mejorar la calidad y cantidad de sueño, reducir su latencia y los despertares nocturnos, además de incrementar el tiempo total de sueño y mejorar el funcionamiento diurno de la mujer.
Durante el embarazo, la toma de medicamentos ha de estar muy controlada y en el caso de los fármacos para el insomnio crónico, en general, presentan un elevado riesgo de efectos secundarios como el síndrome de retirada, efectos hipnóticos... Por ello, si en la población general la evaluación del beneficio/riesgo de los fármacos para el insomnio ha de ser minuciosa, en el caso de las embarazadas el especialista te dirá que los fármacos están contraindicados.
Como sabemos, durante la etapa gestacional en la mujer se producen una serie de cambios fisiológicos adaptativos importantes que interfieren y modifican en el modo en que interactúan con el cuerpo los medicamentos empleados, pudiendo influir tanto en su eficacia como en su seguridad. Toda decisión de inicio de un tratamiento durante el embarazo debe realizarse tras una valoración individualizada de cada caso sobre los beneficios esperables, los potenciales riesgos, las posibles alternativas terapéuticas y las consecuencias de no prescribir dicho tratamiento.
El tratamiento farmacológico del insomnio solo se recomienda (en la población general) si es grave y ocasiona trastornos importantes en el sujeto. Además, el empleo de hipnóticos debería reservarse para los casos en los que las medidas no farmacológicas, de las que hablamos más adelante, fracasan, o cuando el insomnio persiste después del tratamiento de la causa mental o médica subyacente.
Veamos algunos casos de estos fármacos para el insomnio que no se recomienda tomar en el embarazo según la Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Insomnio en Atención Primaria:
En el caso de las benzodiacepinas (BZD), que son agentes depresores del sistema nervioso y promueven la relajación física y mental, reduciendo la actividad nerviosa en el cerebro, no existe evidencia suficiente de su seguridad durante el embarazo. No se puede determinar si las ventajas potenciales de las BZD para la madre superan a los posibles riesgos para el feto, y sobre todo en etapas avanzadas del embarazo (o en la lactancia) estos fármacos pueden causar efectos adversos en los neonatos (hipotonía neonatal, síndrome de retirada, sedación e hipotermia). Según la Guía de Práctica Clínica, en caso de requerirse la utilización de BZD durante el embarazo se debe usar la dosis eficaz más baja y la duración de tratamiento más corta posible para evitar el riesgo de defectos congénitos.
Sobre los hipnóticos no benzodiacepínicos no existen estudios específicos en embarazadas, y además tienen muchos efectos secundarios: somnolencia diurna, vértigo, fatiga, dolor de cabeza, alucinaciones, nauseas, desorientación y confusión, ansiedad o crisis de pánico, debilidad, temblor, palpitaciones y taquicardia. En algunos estudios también se ha descrito el insomnio de rebote y el síndrome de abstinencia y el peligro de dependencia. Como es lógico, no se puede añadir estos riesgos al embarazo.
Por todo ello, la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) y otras agencias sanitarias recomiendan utilizar estos medicamentos hipnóticos solamente cuando sea imprescindible, a la mínima dosis eficaz, y por un periodo no superior a cuatro semanas, revisando de forma periódica la necesidad de mantener el tratamiento. En las embarazadas, mejor evitarlo y acudir a remedios no farmacológicos.
Antidepresivos. Hay suficiente evidencia para recomendar la utilización de antidepresivos para el insomnio asociado al trastorno de depresión, pero no para el insomnio primario. En el caso de las embarazadas con depresión e insomnio hay que avaluar el caso concreto y sus riesgos. El tratamiento inicial de la ansiedad y la depresión leve-moderada durante el embarazo debería ser la psicoterapia y cada diferente antidepresivo tiene unos riesgos particulares.
Ramelteon (medicamento agonista del receptor de la melatonina). Se necesita más estudios comparativos a largo plazo para recomendar la utilización del ramelteon en el tratamiento del insomnio.
No se recomienda la utilización del hidrato de cloral, el meprobamato y los barbitúricos para el tratamiento del insomnio.
Hierbas e infusiones para el insomnio en el embarazo
Seguramente para el buen descanso te habrán recomendado infusiones o ciertos suplementos naturales. Hablamos de la fitoterapia o herbolaria, que consiste en el tratamiento de las enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales. No obstante, la fitoterapia durante el embarazo ha sido puesta en cuestión en varios estudios y documentos.
El ECEMC (Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas), que investiga las causas por las que se producen los defectos y malformaciones congénitas que se observan en niños recién nacidos, habla sobre el uso de infusiones y suplementos naturales procedentes de plantas durante el embarazo. Entre las hierbas más usadas están las que se aplican para la depresión, la ansiedad y las alteraciones del sueño.
Esto es lo que nos dicen sobre algunos remedios naturales para el nerviosismo, en un documento elaborado por el Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid:
Para la tila, el poleo menta y la valeriana se recomienda un uso moderado, ya que pueden tener efectos adversos en combinación con otros medicamentos, hepatoxicidad... Más abajo volvemos a hablar sobre la valeriana en concreto.
La manzanilla parece no tener riesgos, aunque en los posibles efectos se señalan posible exacerbación del asma, entre otros.
La melisa y la pasiflora se utilizan para reducir el estrés y ayudar a descansar mejor, pero no se recomiendan durante el embarazo porque no existen suficientes estudios que avalen su seguridad en el embarazo.
Finalmente, según la Guía de Práctica Clínica no hay suficiente evidencia para recomendar el uso de la valeriana ni la combinación de ésta con lúpulo para el tratamiento del insomnio. En el estudio "Fitoterapia en embarazo y lactancia: ¿beneficio o riesgo?" se señala que la valeriana se utiliza para combatir el nerviosismo, pero no hay estudios que demuestren sus beneficios o sus efectos perjudiciales en el embarazo, por eso su uso no está recomendado.
Tratamientos alternativos
Acupuntura para el insomnio: no hay estudios con suficiente calidad metodológica para recomendar el uso de la acupuntura en el tratamiento del insomnio.
Masaje quiropráctico: no hay ninguna contraindicación conocida de la atención quiropráctica en el embarazo, siempre que la lleve a cabo un profesional. Lo que no está documentado es la eficacia de este tipo de tratamiento para el insomnio, a diferencia de la reducción de dolores de espalda o mejora postural.
La homeopatía se anuncia como eficaz para calmar el estrés (y por lo tanto posible favorecedora del sueño), pero sus efectos no están demostrados científicamente, equivalen a los del placebo, y ya hemos hablado en varias ocasiones sobre este método que no funciona y por lo tanto se puede considerar un timo.
Las flores de Bach, a menudo asociadas con la consecución de una relajación favorecedora del sueño, son más bien homeopatía. No presentan efectos secundarios pero no se ha demostrado que su efecto sea distinto al del placebo.
¿Qué tomar para el insomnio estando embarazada?
Después de haber visto todo lo que no se puede hacer para el insomnio durante el embarazo, vamos con algunos remedios que son inocuos en esta delicada etapa. De todos modos, recuerda que cada caso es diferente y si tus problemas de insomnio son graves (esto es, afectan visiblemente a tu calidad de vida, con consecuencias físicas y mentales durante el día) has de acudir a un especialista.
Si tus dificultades para dormir no van tan lejos, puedes tomar esto para dormir mejor en el embarazo.
Uso moderado de manzanilla, tila, poleo menta, por su poder relajante, como hemos señalado anteriormente.
Leche tibia antes de acostarse. La leche contiene melatonina, una hormona que ayuda a crear el deseo de quedarse dormido, pero aún no se ha confirmado que efectivamente pueda impactar en el sueño. No obstante, no te sentará mal y añades calcio tan necesario en esta etapa.
Remedios naturales para dormir durante el embarazo
Como vemos, no hay mucho que tomar para el insomnio, pero sí hay mucho que podemos hacer para intentar evitarlo. Estamos hablando de llevar a cabo unas medidas de higiene del sueño que nos ayudarán a descansar mejor:
- Mantén un horario fijo para acostarte y levantarte, incluidos fines de semana y vacaciones.
- Evita a lo largo del día las bebidas que contienen cafeína y teína, así como las bebidas estimulantes, bebidas con gas, azucaradas...
- Realiza la suficiente actividad física, ya que si tu cuerpo trabaja durante el día, necesitará reponer fuerzas. No hagas ejercicio en las dos horas previas antes de ir a dormir. Los mejores ejercicios durante el embarazo (siempre que no exista contraindicación), son caminar, ir en bici, ejercicios en el agua y natación, el método pilates, yoga, hacer una tabla de ejercicios de preparación al parto...
- Mantén el dormitorio a una temperatura agradable y con unos niveles mínimos de luz y ruido, ventilándola durante el día.
- Procura llevar una dieta suave y equilibrada, sin alimentos demasiado grasos o picantes que dificultan la digestión. Esto es especialmente importante a la hora de cenar.
- No te acuestes con hambre ni cenes inmediatamente antes de acostarte. Conviene una cena ligera sin prisas, masticando bien la comida.
- Evita pasar en la cama más tiempo del necesario, sin realizar en ella actividades como ver la televisión, leer, escuchar la radio... Permanecer mucho tiempo en la cama puede provocar un sueño ligero y fragmentado.
- Evita las siestas diurnas, a no ser que hayas comprobado que no afectan al sueño nocturno. Después de comer, puede ser beneficiosa una siesta de no más de 30 minutos.
- Evita el alcohol y el tabaco.
- No tomes demasiados líquidos en la cena, para evitar levantarse al baño con tanta frecuencia.
- Duerme de costado, sobre el lado izquierdo y con la piernas flexionadas. Tumbarse boca arriba durante en tercer trimestre podría ser peligroso para el feto y además intensifica en la madre el riesgo de problemas como dolores de espalda, dificultades digestivas, estreñimiento, hemorroides...
- Te ayudará a descansar mejor utilizar almohadas o cojines para que tu cuerpo se acomode.
- Utiliza para dormir ropa cómoda, de algodón, que no te apriete. La ropa de cama ha de ser la idónea para no pasar frío ni calor.
- No realices actividades estresantes antes de acostarte, no trabajes y evita pegarte a la pantalla del móvil o al ordenador: necesitas relajarte en un ambiente tranquilo, tal vez viendo un rato la televisión, leyendo, tomando un baño...
- Recibe un masaje relajante que te predisponga a la tranquilidad y al sueño.
- Realiza ejercicios de relajación caseros y una respiración consciente para facilitar el sueño.
Finalmente, recuerda, por mucho que te cueste dormir durante el embarazo, no se pueden utilizar fármacos para mejorar el sueño, ni hipnóticos para el insomnio. Esperamos que estos remedios naturales y sin riesgos te ayuden a dormir en esta etapa.
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