Las pérdidas de orina involuntarias son bastante frecuentes en el embarazo, especialmente a partir del quinto o sexto mes por el aumento del tamaño de la tripa. Son absolutamente normales y suelen desaparecer después del parto. Sin embargo, es recomendable prevenirlas pues sus efectos podrían perdurar aún después del parto.
Un estudio realizado con más de 1.100 madres primerizas afirma que las mujeres que sufren incontencia durante el embarazo son más propensas a sufrirla también después del parto.
Del total, un 39 por ciento de las embarazadas había sufrido incontinencia urinaria y un 10 por ciento incontinencia fecal en algún momento de la gestación. Estas mujeres eran tres y seis veces más propensas respectivamente a tener síntomas a las siete semanas del parto que aquellas que no habían sufrido incontinencia en el embarazo.
Aumentar excesivamente de peso en el embarazo es un factor de riesgo, como también lo es el parto vaginal más que la cesárea, naturalmente porque se distienden los músculos del suelo pélvico. El suelo pélvico está formado por un grupo de músculos poco conocidos en forma de hamaca que sostienen la vejiga, el útero y el recto. Al nacer el bebé por la vagina, estos músculos se ven afectados, cosa que no sucede en el parto por cesárea.
La buena noticia es que hay formas de prevenir la incontinencia para evitar ese mayor riesgo de padecerla también en el futuro.
Controlar el aumento de peso en el embarazo es una de ellas, así como realizar ejercicios preparto para fortalecer el suelo pélvico. Son músculos, que al ejercitarlos se vuelven más resistentes y flexibles, aumentando el control de la zona y reduciendo las posibilidades de sufrir incontinencia.
Por otro lado los ejercicios para el suelo pélvico, como por ejemplo los ejercicios de Kegel, precisamente por la flexibilidad que aportan a los músculos de la zona, contribuyen a minimizar el riesgo de episitomía en el parto. Una incisión en el perineo, que por otra parte también aumenta las posibilidades de padecer incontinencia después del parto.
Dsede luego optar por la cesárea no es una estrategia viable para reducir el riesgo de incontinencia, pero sí el evitar la episiotomía y el uso de instrumentos como fórceps en el parto.
El remedio para evitar la incontinencia es realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico tanto durante el embarazo como después del parto, pero no se recomienda hacerlo inmediatamente después del parto pues puede agravar el problema.
Vía | MedLine En Bebés y más | Pérdidas involuntarias de orina en el embarazo, Cuatro ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, Ejercicios preparto para fortalecer el suelo pélvico