Las molestias del embarazo, trimestre a trimestre (y cómo puedes aliviarlas)

El embarazo es una época maravillosa, pero con él vienen numerosas molestias a las que la mayoría de mujeres tienen que hacer frente. El primer trimestre de gestación suele ser en el que las molestias son más acusadas, debido a los grandes cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la mujer; el segundo trimestre es, normalmente, el menos molesto y en el tercero aparecen molestias relacionadas principalmente con el tamaño y el peso de la barriga y la cercanía al parto.

Veamos cuáles son las molestias más frecuentes en el embarazo, trimestre a trimestre. Por supuesto, tened en cuenta que cada mujer es diferente y las molestias no son algo que aparezca y desaparezca mágicamente según avanza el calendario. Tomadlo a modo de guía.

Molestias en el primer trimestre de embarazo

Hinchazón y sensibilidad en los pechos

La molestia más notoria del primer trimestre, y en algunas mujeres el primer síntoma de embarazo, es la hinchazón y sensibilidad en los pechos.

Desde los primeros días, los senos empiezan a prepararse para la lactancia. Los elevados niveles de progesterona y estrógenos hacen que crezcan y se vuelvan más sensibles, tanto que en ocasiones duelen al más mínimo roce de la ropa.

Puede que por el agrandamiento de los pechos sea necesario ajustar la talla del sujetador, a una o dos tallas más. Son preferibles los de tela de algodón, sin costuras ni aros que puedan incomodar.

Pasado el primer trimestre esa hipersensibilidad suele remitir, aunque puede que no siempre, mientras que durante el segundo y tercer trimestre los pechos siguen creciendo y acumulando grasa.

Náuseas

Otra de las molestias más habituales en las primeras semanas de embarazo son las náuseas. Algunas mujeres no las sienten, pero otras lo llevan realmente mal, llegando incluso a vomitar varias veces al día.

No se sabe a ciencia cierta por qué se sienten náuseas, hasta se ha hablado de que podrían ser psicológicas, pero la teoría más extendida es que se deben a la elevación rápida de los niveles de la hormona gonadotropina corionica humana segregada por la placenta.

Suelen ir acompañadas por intolerancia y aversión a ciertos alimentos, así como repulsión a algunos olores que aumentan la sensación de malestar.

Pueden aparecer en cualquier momento del día, aunque son más habituales las náuseas matutinas después de un largo ayuno. En algunas mujeres persisten durante todo el embarazo, sin embargo suelen desaparecer o al menos remitir hacia comienzos del segundo trimestre.

Se recomienda hacer comidas pequeñas y frecuentes, preferir los carbohidratos y evitar las comidas copiosas y los alimentos demasiado grasos, las frituras, así como el café y el tabaco.

Muchas mujeres recurren a los remedios naturales como la infusión de jengibre, aunque no a todas les resultan eficaces

De cualquier manera, las náuseas no afectan en absoluto al bebé, salvo que los vómitos sean muy intensos y la madre pierda demasiado peso o corra riesgo de deshidratación, como se da en la hiperémesis gravídica.

Cansancio y sueño

El cansancio generalizado y las ganas de dormir a todas horas es otra de las molestias más típicas de las primeras semanas. El cuerpo de la mujer está viviendo un gran cambio, tanto físico como emocional. Aumenta el volumen sanguíneo, el corazón y los órganos involucrados trabajan más de lo habitual, además se forma la placenta y los principales órganos del bebé, por lo que es normal que haya un mayor consumo de energía.

La mujer se siente cansada y somnolienta, y si a esto le sumamos el malestar por los vómitos y el estrés emocional, es lógico que el cuerpo pida descanso. Y ahora más que nunca, por tu salud y la de tu bebé debes atender sus necesidades.

La mejor solución para el cansancio y el sueño en el embarazo es descansar siempre que se pueda. Cualquier ratito es bueno para dar una cabezadita, la siesta, después de almuerzo, antes de cenar e irse a dormir más temprano de lo habitual. La dieta sana y el ejercicio moderado también contribuyen a elevar el nivel de energía.

Mareos

Es normal durante los primeros meses de embarazo sentir mareos. Suceden al producirse una bajada de tensión arterial, algo que puede suceder cuando el organismo de la mujer se está adaptando a la nueva situación.

Pueden aparecer en cualquier momento del día, pero es más probable tener un mareo después de comer o al levantarse bruscamente.

Si te sientes mareada, tienes que recostarte con las piernas en alto o sentada con la cabeza entre las rodillas para facilitar el retorno sanguíneo. Lleva siempre un caramelo en el bolso por si acaso, si sientes una bajada de tensión, un dulce ayudará a elevar el nivel de azúcar en sangre.

Dolor de cabeza

Los cambios hormonales que ocurren en el primer trimestre pueden provocar dolores de cabeza intensos. En algunas mujeres se intensifican las cefaleas habituales mientras que otras los sienten por primera vez en el embarazo.

El aumento del volumen de la circulación sanguínea y la disminución de la glucosa en la sangre contribuyen a que aparezca un dolor de cabeza muy intenso y característico que se concentra en ambos lados de la cabeza y en la nuca.

Para aliviarlo, puedes seguir algunos consejos como: hacer varias comidas al día para evitar la falta de azúcar, hacer ejercicio moderado para faciliar la circulación sanguínea, recostarse sobre el lado izquierdo, masajear las sienes, descansar y colocar compresas frías en la frente.

Si el dolor es muy intenso y persistente y no remite pasado el primer trimestre es conveniente consultarlo con el médico pues podría ser un síntoma de preeclampsia.

Congestión nasal

Hacia el segundo mes de embarazo, la mujer puede tener la sensación de estar resfriada sin estar acatarrada. Es la llamada rinitis del embarazo provocada por la dilatación de los vasos sanguíneos. Es posible que la propia congestión provoque hemorragias nasales.

Intenta evitar los ambientes muy secos, las sustancias irritantes como perfumes, el humo, bebe abundante líquido, hazte lavados nasales con suero fisiológico y procura no sonarte muy fuerte la nariz para evitar el sangrado.

Indigestión

Aunque es una molestia más habitual hacia el final del embarazo, cuando el tamaño de la tripa comprime los órganos digestivos, también puede aparecer en el primer trimestre debido a la acción de las hormonas que intervienen en la gestación.

Es normal tener la sensación de estómago revuelto y de que todo lo que comes te sienta mal. Debido al aumento de la progesterona que relaja los músculos intestinales también es habitual tener gases, los cuales hacia el final del primer trimestre pueden llegar a confundirse con los primeros movimientos del bebé.

Para mantener a raya este trastorno se recomienda masticar bien los alimentos, comer lentamente y por supuesto, llevar una dieta sana y evitar las comidas demasiado pesadas que solamente agravan la sensación de indigestión.

Salivación excesiva

Otra molestia que hace aparición en el comienzo del embarazo es la salivación excesiva o hipersalivación, tal vez una de las molestias menos conocidas del embarazo.

Está ocasionada por los cambios hormonales de las primeras semanas que provocan alteraciones en la boca. Está asociada con las náuseas, ya que tragar el exceso de saliva contribuye a esa sensación de malestar o puede que se produzca precisamente al sentir náuseas.

Para aliviarla hay algunos trucos como por ejemplo ingerir una rebanada de pan integral o galletas livianas y cepillarse los dientes. También son recomendables los refrescos de limón o beber un vaso de agua con una rodaja de limón.

Molestias en el segundo trimestre de embarazo

Ciática

A partir del segundo trimestre es habitual que la embarazada sufra de ciática. Es un dolor intenso en la parte baja de la espalda que se produce al inflamarse el nervio ciático. Es un dolor que se extiende hacia abajo por la parte trasera del muslo y se ramifica detrás de la rodilla hasta el pie. Puede aparecer en un solo lado en los dos.

Es provocado por la distensión de los ligamentos de la zona producidos por una hormona segregada en el embarazo llamada relaxina.

Para combatir la ciática, lo más recomendable es practicar ejercicio, controlar el aumento de peso, hacerse masajes y evitar las malas posturas. Cuando el dolor aparece, colocar calor seco en la zona.

Calambres

Son contracciones musculares involuntarias y dolorosas que aparecen con mayor intensidad en las piernas, especialmente en pantorrillas y pìes. Suelen aparecer cuando estás durmiendo o tumbada, que es cuando el retorno venoso es más lento.

En este caso también es la acción de las hormonas la culpable de los calambres, ya que afectan al sistema circulatorio ablandando las paredes de los vasos sanguíneos y dificultando el retorno venoso y linfático. El estancamiento de líquidos en las piernas es lo que causa los molestos calambres.

Para prevenirlos se aconseja consumir alimentos ricos en potasio (plátano, kiwi) y magnesio (hortalizas de hoja verdes), practicar ejercicio moderado, masajes y realizar suaves estiramientos antes de acostarte.

Si los calambres son muy intensos y frecuentes, lo mejor es consultarlo con el médico, ya que puede ser síntoma de un problema más grave como una trombosis venosa.

Estreñimiento

La mitad de las embarazadas sufren estreñimiento en algún momento del embarazo. Es un trastorno que puede aparecer a partir del segundo trimestre provocado porque las hormonas ralentizan los movimientos de los intestinos. En las mujeres que ya lo sufrían antes del embarazo, el problema puede incluso agravarse.

Lo más efectivo para prevenir el estreñimiento durante el embarazo es beber mucha agua, así como aumentar el consumo de fibra (frutas, verduras y cereales integrales) y practicar ejercicio de forma habitual.

Un truco natural: dejar en remojo por la noche varias ciruelas y albaricoques secos. Por la mañana beber el líquido y comer la fruta mezclada con yogur.

Hemorroides

Asociadas en gran medida al estreñimiento, las hemorroides pueden aparecer hacia el segundo trimestre de embarazo, más probablemente hacia la segunda mitad.

Es un trastorno circulatorio provocado por la dilatación de la venas, que sumado al estreñimiento produce un aumento de la presión en los vasos rectales, haciendo que aparezcan las hemorroides. Pueden producir picor o dolor, en algunos casos un dolor muy intenso, e incluso a veces sangrar.

Así como una alimentación rica en fibra para evitar el estreñimiento, cuando aparecen las dichosas hemorroides, las puedes aliviar con baños de asiento de agua fría, no retrasar ir al baño cuando sientas ganas y limpiar bien la zona después de ir.

Palpitaciones y taquicardia

Si bien pueden hacer aparición desde el primer trimestre, se vuelven más acentuadas hacia el segundo trimestre. El incremento del flujo sanguíneo hace que el corazón deba trabajar a marchas forzadas, pudiendo ocasionar pequeñas alteraciones en su funcionamiento como palpitaciones o taquicardia.

El estrés también contribuye a sufrir palpitaciones, así como realizar esfuerzos, con lo cual el remedio está en llevar una vida lo más tranquila posible. También practicar ejercicio, dormir de lado, practicar técnicas de relajación y respiración.

Acidez o ardor de estómago

El ardor, acidez o pirosis es una molestia digestiva que se explica por causas diversas, desde el aumento del tamaño del útero (que deja menos espacio al estómago) a factores hormonales que producen alteraciones gástricas.

Lo sufren muchas mujeres embarazadas y es bastante desagradable. Para prevenirla, evita las comidas copiosas (mejor comer poco varias veces al día), come despacio, evita comidas picantes fritas o especiadas, evita bebidas con gas, café o refrescos con cafeína y cena al menos dos horas antes de irte a la cama.

Molestias en el tercer trimestre de embarazo

Hinchazón y sensación de pesadez en las piernas

El aumento de volumen sanguíneo hace que se acumule un exceso de líquido en los tejidos de la embarazada, provocando hinchazón y sensación de pesadez en los pies y en las piernas.

Para aliviar la hinchazón debes evitar estar muchas horas de pie o sentada, intentar caminar y elevar las piernas para facilitar el retorno venoso. El edema puede descender a tobillos y pies, así que procura evitar los calcetines que aprieten y los zapatos incómodos.

Date duchas de agua fría en las piernas, come fruta y bebe mucho líquido para mantenerte hidratada.

Dolor de espalda

La espalda es una de las partes del cuerpo que más sufre en el embarazo. La distensión de los ligamentos, provocada por la hormona relaxina, y el peso de la tripa provocan un desequilibrio en la postura corporal y un dolor, a veces realmente intenso, en la parte baja de la espalda.

Si sufres de dolor de espalda, sigue estos sencillos consejos para prevenirlo: cuida tu postura para evitar dañar la espalda (por ejemplo, cuando vayas a agacharte hazlo flexionando las rodillas, no la cintura), practica ejercicio, utiliza calzado adecuado (ni muy altos ni muy bajo), date masajes y aplica calor seco localizado si es necesario.

Ronquidos

Aún cuando nunca hayas roncado es posible que hacia el tercer trimestre de embarazo empieces a hacerlo. Si ya roncabas antes del embarazo, lo más probable es que se intensifique.

La causa de los ronquidos en el embarazo es la inflamación de las vías respiratorias que produce una sensación de taponamiento (aún sin estar constipada) y cierta dificultad para respirar que se traduce en ronquidos. Además, hacia el final del embarazo, se deposita algo de grasa alrededor del cuello y garganta, estrechando más las vías respiratorias.

Para aliviar los ronquidos en el embarazo se recomienda evitar la cafeína, controlar el aumento de peso, elevar un poco la cabeza al dormir, dormir de lado o recurrir a las tiritas nasales adhesivas.

Indigestión

El tamaño del útero comprime los órganos que intervienen en la digestión haciéndola más lenta y pesada. Esto provoca malestar estomacal, gases y sensación de que todo lo que comes te sienta mal.

Al igual que se recomienda cuando hay acidez, lo más aconsejable es evitar las comidas copiosas y pesadas, tomar pequeñas raciones a lo largo del día, comer lentamente y masticar bien las comidas. Come al menos una hora antes de acostarte y duerme semi incorporada.

Síndrome de las piernas inquietas

Es un trastorno frecuente hacia el final de embarazo. Se caracteriza por una incomodidad en las piernas al estar acostada, una molestia que hace moverlas y cambiar constantemente de postura impidiendo el descanso. Puedes sentir cosquilleo, tirantez, quemazón, frío o dolor, tanto en una como en ambas piernas.

Para aliviar este molesto trastorno de las piernas inquietas se recomienda mejorar el descanso, realizar ejercicio moderado (preferentemente hacia el final del día) y evitar las bebidas con cafeína. Se cree que puede haber una relación con el déficit de vitaminas, pero debe ser el médico quien indique en su caso los suplementos vitamínicos.

Insomnio en el embarazo

Hacia el final del embarazo, el tamaño de la barriga y las preocupaciones al acercarse el momento del parto, puede afectar nuestra calidad de sueño. Las causas más habituales de insomnio durante el embarazo son el aumento de la frecuencia urinaria, los dolores de espalda, el reflujo gastroesofágico, el síndrome de piernas inquietas, y los movimientos del bebé.

Si tienes dificultades para conciliar o mantener el sueño durante la noche, hay algunos consejos que puedes seguir para dormir mejor: procura mantener un horario fijo para acostarte y levantarte, evita las bebidas estimulantes que contienen cafeína y teína, así como bebidas con gas y realiza actividad física.

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