El segundo trimestre del embarazo abarca del cuarto al sexto mes, y se corresponde con las semanas 14 a la 28. El inicio de este trimestre suele marcar un antes y un después para muchas mujeres, que por fin pueden despedirse de unos primeros meses repletos de náuseas y malestar, y comenzar a disfrutar de su embarazo.
No en vano, se suele decir que esta segunda etapa de la gestación es la más tranquila y llevadera, pues las principales molestias han desaparecido, la tripita no ha alcanzado aún un volumen considerable y la mamá comienza a notar los primeros movimientos de su bebé, una sensación única, maravillosa e indescriptible.
Si acabas de adentrarte en el segundo trimestre de tu embarazo te contamos qué cambios os esperan a ti y a tu bebé.
Los cambios físicos más importantes
El principal cambio físico que experimentarás en esta etapa es el crecimiento de tu barriga, que empezará a asomar al inicio del segundo trimestre (aunque si has tenido un embarazo anterior, esta se notará antes). Si lo comparamos con un objeto, hacia el cuarto mes tu útero tendrá el tamaño de un melón pequeño y se situará por debajo del ombligo, y al finalizar el sexto mes habrá sobrepasado la línea del ombligo y tendrá el tamaño de un balón.
Aunque es posible que haya gente que se empeñe en adivinar el sexo de tu bebé analizando la forma y tamaño de tu barriga, lo cierto es que no hay ninguna relación entre ambos factores, como tampoco la hay entre el tamaño de tu tripa y el tamaño que tendrá tu bebé.
Si atendemos a las molestias típicas de esta etapa, lo habitual es que la madre se sienta mejor físicamente que durante las primeras semanas de gestación, pues en la mayoría de los casos las náuseas habrán desaparecido. Sin embargo, en el segundo trimestre aparecen nuevas molestias como los calambres en las piernas, el estreñimiento y las hemorroides asociadas, o el ardor de estómago provocado por efecto de las hormonas y el aumento del volumen del útero.
También son frecuentes los dolores musculares en la zona lumbar y en las ingles, debido al estiramiento de los ligamentos, así como notar las primeras contracciones de Braxton Hicks, unas contracciones que nada tienen que ver con las que sentirás en el parto, y que harán que tu abdomen se endurezca y se tense durante unos segundos. Aunque no son dolorosas, las contracciones de Braxton Hicks pueden resultar algo molestas, si bien ceden en pocos minutos con reposo.
Para sobrellevar mejor todas estas molestias es importante que cuides tu alimentación, evitando comidas copiosas e incluyendo alimentos que ayuden a combatir la acidez, así como alimento ricos en potasio, magnesio y fibra. Además, deberás beber la cantidad de agua recomendada, practicar ejercicio físico moderado de forma habitual y realizando suaves estiramientos de espalda y piernas de vez en cuando.
También es muy importante que cuides el peso que vas ganando en el embarazo, atendiendo siempre a tu índice de masa corporal, evitando comer por dos y eligiendo siempre opciones saludables y nutritivas. Recuerda que pasarse con los kilos puede traer complicaciones, tanto para ti, como para el desarrollo del embarazo y la salud de tu bebé.
Los miedos y dudas típicas de esta etapa
Aunque la ansiedad propia del principio es posible que se haya ido calmando con el paso de las semanas, lo cierto es que el embarazo es una etapa de gran carga emocional, y las dudas y miedos van variando conforme avanzan los meses.
Así, en este segundo trimestre es frecuente que la mujer comience a experimentar dudas relacionadas con su futura maternidad (¿seré una buena madre? ¿querré a este segundo bebé igual que al primero? -en caso de que ya tenga más hijos-, ¿sabré estar a la altura?), así como otras cuestiones que tienen que ver con la salud de su bebé.
Preguntarse si estará todo bien ahí dentro, si el bebé se estará desarrollando correctamente o si habrá algo que estás haciendo que pueda perjudicarle es absolutamente normal. En cualquier caso, si sientes que hay aspectos que te generan una especial ansiedad o preocupación, no dejes de consultarlo con tu médico o matrona.
Los controles de embarazo
Entre la semana 18 y 22 tiene lugar una de las pruebas más importantes del embarazo: la ecografía morfológica de las 20 semanas, una prueba que dura más que otras ecografías de control y tiene como objetivo identificar posibles malformaciones fetales, tanto graves como leves, así como analizar sus movimientos, la placenta, el líquido amniótico, el corazón y resto de órganos internos del bebé.
Por otro lado, en el segundo trimestre también te realizará una nueva analítica de sangre y orina, con el fin de detectar y poner remedio a enfermedades comunes en esta etapa, como las infecciones de orina y la anemia, que suele aparecer a partir de la semana 20 de gestación.
Asimismo, entre la semana 24 y 28 tendrás que hacerte la prueba de la glucosa o Test O'Sullivan, que tiene como objetivo medir tu glucosa en sangre y descartar la presencia de diabetes gestacional. Si los resultados de esta prueba salieran iguales o superiores a 140 md/dl de glucosa en sangre, se te realizará la prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa (TTOG) (o curva de glucosa larga), que finalmente descarte o confirme la aparición de diabetes gestacional, una enfermedad que debe ser controlada para evitar complicaciones.
El desarrollo de tu bebé
Al comenzar el segundo trimestre de embarazo el bebé ya tiene un aspecto muy similar a un recién nacido, pero mucho más pequeño.
Tanto es así, que entre la semana 14 y 16 su talla estará entre los 10-11 cm desde la coronilla hasta el final de la espalda, cabiendo en la palma de una mano. Entre las semanas 16 y 20 el bebé crecerá hasta alcanzar los 350 gramos de peso y los 16 cm de longitud, y al término del trimestre su longitud llegará a los 36 centímetros y su peso a los 1.100 gramos.
En este segundo trimestre, los órganos del bebé están en un estado muy avanzado de su desarrollo, aunque algunos, como los pulmones, deben continuar madurando hasta el último momento. Su esqueleto también comienza a fortalecerse y esto hará que sus movimiento dentro del útero empiecen a hacerse notables entre la semana 16 y 20, dependiendo de si es el primer embarazo o no. Sentir las primeras pataditas de tu bebé es realmente maravilloso y una experiencia que jamás olvidarás.
En cuanto a los sentidos, estos están en pleno desarrollo, y el bebé reacciona ante los distintos sabores del líquido amniótico, la luz o ante sonidos provenientes del exterior, como voces, música o ruidos muy fuertes. Tu voz es uno de los primeros sonidos que reconoce, por lo que puedes empezar a comunicarte con tu bebé hablándole suavemente y estimulándolo con música relajante.
En este segundo trimestre también empieza a desarrollarse en el cuerpo de tu bebé una fina capa de vello llamado lanugo. Junto con la vérnix caseosa, el lanugo contribuye a mantener la temperatura corporal del feto y proteger su piel de la deshidratación, el frío y los efectos irritantes del líquido amniótico.
Al finalizar el trimestre tu bebé habrá alcanzado tal grado de madurez que tendría muchas posibilidades de sobrevivir si llegara al mundo de manera prematura. Pero aún faltan varias semanas para que finalice el embarazo y continúe formándose y entrenándose para vivir fuera del útero cuando llegue el momento del parto.
Fotos | iStock
En Bebés y Más | Embarazo de la semana 1 a la semana 40: todo lo que sucede desde la concepción al nacimiento, Las nueve preguntas más frecuentes sobre la barriga en el embarazo: todas las respuestas, Nueve cambios que (casi con toda seguridad) notarás en el embarazo