Está claro que una embarazada no es una enferma, pero hay ocasiones en las que te viene muy bien que te cedan un asiento, sobre todo si vas en un transporte público que va repleto, que puede hacerte perder el equilibrio... Y sin embargo, es habitual que el resto de pasajeros no se percate de esto y muchas embarazadas, que podrían ir mucho más cómodas y seguras sentadas, tengan que ir haciendo equilibrismos en el metro, tren, autobús... porque no hay un asiento libre.
Contra este hecho se han lanzado varias campañas en los últimos tiempos y ahora la tecnología se suma al intento de que ninguna mujer embarazada se quede sin su asiento. En la ciudad de Busan, en Corea del Sur, una luz rosa avisará a los pasajeros en el momento en que una embarazada que necesite asiento suba a los trenes equipados con este dispositivo.
Se trata de un sistema bluetooth que alerta a los usuarios del tren subterráneo para que cedan sus asientos a las viajeras embarazadas, de momento lo han probado 500 mujeres que llevan sensores que activan las luces de color rosa junto a los asientos reservados en el servicio de tren Busan-Gimhae.
Lo bueno de este método es que, quien no quiera llevarlo (por no llamar la atención, porque prefiere ir de pie, porque prefiere hablar con aquellos que ocupen su puesto indebidamente... por la razón que sea) no tiene por qué hacerlo. Los sensores tienen una batería de seis meses de duración, suponemos que hasta se haya dado a luz (teniendo en cuenta que los sensores-asientos no serán necesarios al principio del embarazo).
Pink Light es una campaña puesta en marcha por el ayuntamiento de la ciudad y empresas locales y que pone de manifiesto la escasa concienciación de la mayoría de ciudadanos respecto a los asientos reservados (y no solo para embarazadas sino para gente con problemas de movilidad...). De este modo, se da un "toque de atención" que sigue siendo necesario, aunque nos pese, facilitando a estas personas el uso del transporte público y su día a día.
En ocasiones, también es posible que un pasajero, por miedo a ofender, no ofrezca su asiento, de modo que el sistema de Pink Light soluciona este inconveniente, ya que si la luz se enciende es que hay alguien que realmente quiere sentarse.
En otros lugares, como en el Reino Unido o Milán, algunas mujeres embarazadas utilizan insignias o chapas para destacar que esperan un bebé y no les importaría ir sentadas en el tren, metro, autobús...
Y es que de algún modo estas mujeres tienen que hacerse notar, invisibles para muchos. Por ello, la campaña Pink Light por la que una luz avisa en el transporte público si hay una embarazada que desea sentarse, está teniendo una buen acogida y se está animando a los usuarios del transporte a conocer esta actuación. ¿Llegará el momento en que no hagan falta ni luces ni chapas para ser un poquito más cívicos?
Vía | BBC
Sitio Oficial | Pink Light
Fotos | Sigfrid Lundberg en Flickr-CC, Blog Busan
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