En la recta final del embarazo, entre las semanas 35 y 37, el ginecólogo manda un análisis rutinario a la embarazada para saber si esta tiene infección por estreptococos del grupo B, lo que se conoce como "prueba del estreptococo".
Los estreptococos del grupo B son bacterias que pueden estar en la vagina de mujeres sanas, a las que no causa ningún daño. Pero el bebé al atravesar el canal del parto podría infectarse y la infección en el recién nacido puede complicarse. Entre el 10% y el 30% de las mujeres embarazadas son portadoras de la bacteria estreptococos del grupo B (EGB).
¿A quién afecta el estreptococo?
El EGB es una de muchas bacterias que viven en el cuerpo y que generalmente no causan enfermedades graves. Se encuentra en el aparato digestivo, urinario y reproductor de hombres y mujeres y en las mujeres puede estar alojada en la vagina y el recto.
La mayoría de las mujeres embarazadas que están colonizadas con EGB no presentan síntomas ni se ve afectada su salud, pero algunas pueden presentar una infección de las vías urinarias o infección del útero a causa de la bacteria.
Entonces puede producirse el efecto más grave a la salud: que en la etapa final del embarazo se transmita la infección al bebé. Por ello los organismos médicos han consensuado estas recomendaciones sobre la infección por estreptococo que previenen la infección del recién nacido:
Efectuar un cultivo vaginal y anal a todas las embarazadas entre la semana 35 y 37 de gestación. Los cultivos con más de cinco semanas pueden no ser válidos, de modo que si el parto se retrasa habrán de repetirse.
Si la embarazada ha estado infectada por estreptococos del grupo B o un hijo anterior resultó infectado, se llevarán a cabo directamente las medidas de profilaxis.
En los casos en los que el cultivo o análisis de orina durante la gestación dieron resultados positivos y en las madres con hijos anteriormente infectados está indicada la profilaxis antibiótica intraparto para la prevención de infección neonatal.
¿Cómo se realiza el test de estreptococos?
La prueba de estreptococos en el embarazo se realiza de manera similar a una citología vaginal, analizando muestras de vagina y recto mediante un frotis. Es un procedimiento indoloro. Mediante este procedimiento se tomará muestras de células de la parte inferior de la vagina y recto y se envian a un laboratorio para que crezcan en un cultivo que permitirá identificar si la bacteria del estreptococo está presente.
Los resultados están disponibles en dos o tres días y las mujeres que dan positivo reciben antibióticos intravenosos durante el parto para evitar la infección del recién nacido. Los antibióticos ayudan a eliminar estas bacterias que pueden ser perjudiciales durante el parto. Si se administran antes del parto, es probable que se reproduzcan.
Por otro lado, si se detectan los gérmenes en la orina en alguno de los análisis durante el embarazo, se recetan antibióticos orales y se realiza una prueba al acabar el tratamiento para ver si el EGB ha desaparecido. Pero es probable que queden residuos de la bacteria en el área genital, o que la bacteria invada el área genital posteriormente.
Si la orina contiene estreptococo del grupo B es una señal de que existe una cantidad significativa de esa bacteria en el área genital, por lo que suelen administrarse antibióticos por vía intravenosa automáticamente durante el parto.
Los test anteriores a la semana 35 no pueden predecir si la mujer será portadora de la bacteria en el momento del parto, por lo que se hace en esa etapa final. Si el parto se retrasa más allá de la semana 40, es posible que el médico envíe otra prueba para asegurarse de que sigue sin haber estreptococos, como hemos comentado más arriba.
Si la mujer ya tuvo un anterior embarazo y fue tratada por estreptococos, es probable que no vuelvan a hacer el análisis con los hijos posteriores y directamente los ginecólogos recomienden el tratamiento.
Si una vez nacidos se observa en los bebés síntomas de infección por estreptococo (no todos los bebés expuestos al EGB se infectan) y se sospecha una infección se iniciará tratamiento con antibiotos activos frente al estreptococo. El tratamiento posterior dependerá de la evolución clínica y de la evaluación diagnóstica.
La mayoría de los bebés se recuperan completamente, aunque en algunos pueden presentar complicaciones, llegando incluso en los casos más graves a la muerte.
En definitiva, con el fin de evitar estos riesgos, se realizan pruebas de detección de la bacteria del estreptococo del grupo B en las etapas finales del embarazo de la mujer.
Fotos | Daquella manera en Flickr-CC y Wikimedia Commons En Bebés y más | Pruebas prenatales: infección por estreptococo, Recomendaciones sobre la infección por estreptococos en embarazadas