A todas las mujeres embarazadas, en la primera visita prenatal, se les realiza una analítica de sangre para determinar si es Rh positivo o Rh negativo y se le realiza un “screening” de anticuerpos mediante el Test de Coombs indirecto.
Es una de la pruebas básicas que se realiza en los controles prenatales, pues es de gran importancia para el seguimiento del embarazo y de su resultado dependerá el tratamiento a seguir.
Es una prueba que se realiza con carácter preventivo a todas las mujeres embarazadas que tengan un Rh negativo, ya que si la madre tiene Rh negativo y el bebé Rh positivo heredado del padre, se da la incompatibilidad Rh materno fetal.
¿Qué es el Test de Coombs?
El test de Coombs indirecto o prueba de Coombs indirecta (también conocida como prueba indirecta de antiglobulina) es un cribado que busca anticuerpos que puedan fijarse a los glóbulos rojos y causar su destrucción prematura.
La prueba detecta los anticuerpos que están presentes en el torrente sanguíneo de la madre y que podrían adherirse a los glóbulos rojos del bebé, lo que daría lugar a problemas si ocurre la mezcla de la sangre entre la madre y el bebé durante el embarazo o el parto. Si esto sucede, provocaría la enfermedad hemolítica del recién nacido o eritroblastosis fetal.
¿Cuándo se realiza?
Es una prueba no invasiva que se realiza a través de una muestra de sangre de la madre en el primer trimestre, en la 8va o 9na semana de embarazo, y se repite en el segundo trimestre, en la semana 28 de embarazo.
Incompatibilidad Rh materno-fetal
Durante el embarazo, la madre y el bebé pueden tener grupos sanguíneos distintos y no suponer ningún problema, ya que la sangre de ambos en realidad no se mezcla, puesto que el intercambio de nutrientes y productos de desecho en la placenta se realiza a través de una membrana.
Pero en el momento del parto, la placenta se rompe, y la sangre del bebé y la madre se mezclan. En ese momento no tiene importancia, pero si la madre es Rh negativo y el bebé Rh positivo, la madre comenzará a producir anticuerpos defensivos contra la sangre Rh positivo del bebé.
El riesgo será para el próximo embarazo, ya que pueden atravesar la placenta en un próximo embarazo y dañar al feto si éste es Rh positivo.
¿Qué pasa si el Test de Coombs indirecto es positivo?
Cuando la madre es Rh negativo puede desarrollar estos anticuerpos si resulta expuesta a los hematíes de un bebé Rh positivo. Como prevención, se realiza a todas las madres Rh-negativo una prueba de cribado de anticuerpos antieritrocitarios durante el embarazo (a las 28 semanas) y nuevamente en el momento del parto.
Si no se detectan anticuerpos Rh a las 28 semanas, se administra a la embarazada una inyección de inmunoglobulina de tipo Rh (Ig-Rh) con la finalidad de eliminar de su circulación cualquier rastro de hematíes fetales Rh positivos, así se previene el desarrollo de anticuerpos de tipo Rh por parte de la madre.
En el momento del nacimiento se determina el sistema Rh del recién nacido. Si el bebé es Rh negativo, la madre no requerirá ninguna otra inyección de Ig-Rh; si el bebé es Rh positivo y la madre no tiene anticuerpos frente al antígeno D, se le administrará Ig-Rh dentro de las 72 horas después del parto para impedir que la madre genere anticuerpos.
Si la mujer ya ha desarrollado los anticuerpos, el embarazo deberá ser seguido muy de cerca para controlar que los niveles de Rh no sean muy elevados. Únicamente en casos excepcionales si la incompatibilidad es muy grave y puede poner en riesgo al bebé se realizan transfusiones de sangre llamadas exanguinotransfusiones durante la gestación y después del parto.
Las exanguinotransfusiones reemplazan la sangre del bebé por glóbulos rojos con factor Rh negativo para minimizar el daño que puede causar la circulación de anticuerpos Rh ya presentes en su flujo sanguíneo.
En definitiva, la prueba Coombs indirecta permite determinar si la madre ha producido anticuerpos contra los glóbulos rojos que presenten el factor Rh positivo.
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