En Bebés y más hemos hablado de la importancia de controlar la tensión arterial en el embarazo, pues ésta se realiza para detectar a tiempo posibles variaciones de los valores normales como la hipertensión, o la presión arterial elevada.
Si bien cuando hablamos de presión arterial en el embarazo solemos enfocarnos en los estados hipertensivos por las complicaciones que éstos pueden derivar, hoy hablaremos de lo opuesto: la tensión arterial baja en el embarazo.
La tensión arterial baja
Como su nombre lo dice, la hipotensión o presión arterial baja hace referencia a la condición anormal de salud en la que la presión sanguínea es más baja de lo usual, que casi siempre se encuentra entre 90/60 mmHg y 120/80 mmHg.
Entre las causas de la hipotensión se encuentra el uso de medicamentos como ansiolíticos, antidepresivos, analgésicos y medicamentos para el corazón, así como el consumo de alcohol, la presencia de arritmias o la deshidratación.
Los principales síntomas de la tensión arterial baja son los mareos, náuseas, vértigo, visión borrosa, palpitaciones, síncopes o desmayos, debilidad y confusión. Si estos se presentan de manera constante, habremos de consultar al médico para que nos indique el tratamiento o medidas a seguir.
Tensión arterial baja en el embarazo
A diferencia de la hipertensión, que como comentábamos al inicio puede ser motivo de preocupación durante el embarazo, la hipotensión no suele ser algo de gravedad. De hecho, al inicio del embarazo la tensión arterial baja suele ser algo común, debido a los cambios hormonales que está experimentando el cuerpo.
La razón, es que en el primer trimestre pasamos a tener un mayor volumen de sangre circulando por las venas, situación a la que poco a poco nos vamos adaptando hasta llegar al cuarto mes, en el que la tensión comienza a aumentar hasta alcanzar las cifras normales previas al embarazo alrededor del tercer trimestre.
Tal y como lo supones, la hipotensión o tensión arterial baja es la principal responsable de una de las molestias más frecuentes del primer trimestre: los mareos. Como sabemos, éstos pueden aparecer en cualquier momento del día, pero es más probable tener un mareo después de comer o al levantarse bruscamente.
Aunque en principio tener tensión arterial baja durante el embarazo no es motivo de preocupación, cuando ésta sucede de forma muy frecuente puede ocasionar mareos fuertes o sensación de inestabilidad, aumentando el riesgo de caídas y golpes.
Por otro lado, es posible que con el aumento de peso al final del embarazo, el útero presione la vena cava en ciertas posiciones, como al acostarse boca arriba o sobre el lado derecho, lo que hace que disminuya el flujo de sangre, haciendo que la presión baje y se presenten mareos.
Síntomas y prevención de la hipotensión en el embarazo
La tensión arterial baja durante el embarazo puede dar entrada a algunos de los molestos síntomas que ya conocemos, como mareos, náuseas, dolor de cabeza, debilidad y fatiga constante, mientras que en los casos más graves pueden presentarse desmayos.
Además de asistir a los controles prenatales donde se dará seguimiento a la tensión durante el embarazo, podemos tomar las siguientes medidas para prevenirla o disminuir los síntomas:
- Mantenerse bien hidratada.
- Consumir frutas y verduras frescas, particularmente las que son ricas en sodio como apio, acelga, espinaca, espárrago, zanahoria, alcachofa, remolacha y tomate, pues éste ayuda a favorecer la hidratación.
- Evitar movimientos bruscos, como levantarse de forma repentina, pues esto da pie a lo que se conoce como hipotensión ortostática.
- Evitar pasar demasiado tiempo sentada.
- Evitar cambios bruscos de temperatura o niveles muy altos.
- Realizar ejercicio moderado de forma regular para favorecer la circulación (previa autorización del médico).
- En el tercer trimestre, dormir o recostarse siempre sobre el lado izquierdo.
Como hemos leído, la tensión arterial baja en el embarazo no suele ser motivo de preocupación, pero sí habremos de consultar al médico si se presentan con frecuencia los síntomas mencionados anteriormente.
Es importante mencionar que si además de sentir los bajones de tensión y mareos, se sufre de dolor en la parte baja de la espalda y el abdomen, así como pérdidas de sangre, debemos acudir al médico de inmediato, pues podrían ser síntomas de otra condición grave, como el embarazo ectópico.
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