Según datos del INE, el turismo de camping en España ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años; especialmente a raíz de la pandemia. El pasado mes de abril, las pernoctaciones en campings aumentaron un 22,5% con respecto al mismo mes de 2022, y se ocuparon un 7% más de parcelas. Las previsiones auguran que este verano 2023 también se batan récords.
Entre los factores que ha contribuido a este importante crecimiento destaca sobre todo la libertad e independencia que ofrece este tipo de alojamiento en comparación con los hoteles y resorts tradicionales, además de ser una opción más económica para las familias.
Según Turismo de España, en nuestro país hay más de 1.100 campings turísticos con diferentes categorías y características. Y de acuerdo al INE, los destinos favoritos a la hora de alojarse en un camping son Cataluña (especialmente la Costa Dorada) y Comunidad Valenciana (Costa Blanca).
Si hasta ahora nunca habías contemplado la opción de ir a un camping con tus hijos, te damos nueve potentes razones que seguro que te harán cambiar de opinión y descubrir por qué el camping es un planazo para ir de vacaciones con los niños.
Es una opción económica y menos masificada
En general, el camping suele ser una opción bastante más económica que los hoteles y resorts vacacionales, sobre todo si optamos por el alojamiento en tienda de campaña o caravana. Además, acampar permite ahorrar en comidas, ya que es posible cocinar en el propio camping utilizando equipos o barbacoas, en lugar de tener que comer siempre en restaurantes.
Por otro lado, los campings suelen ofrecer un entorno más tranquilo y menos concurrido que los hoteles, brindando a las familias una experiencia más íntima, relajada y en contacto con la naturaleza.
Conexión con la naturaleza
Aunque hay campings de todo tipo, la mayoría de ellos están ubicados en áreas naturales que proporcionan una oportunidad única para que los campistas conecten con la naturaleza y vivan unos días alejado del entorno urbano y el bullicio de la ciudad.
Para los niños, es una oportunidad maravillosa de explorar la naturaleza; rodearse de árboles, montañas, ríos o playas; respirar aire puro y estimular sus sentidos con los sonidos relajantes de los pájaros, el aroma de la vegetación o la luz de los primeros rayos del sol.
Todo esto contribuye a vivir una experiencia realmente positiva, reduciendo el estrés, aumentando el bienestar emocional y mejorando nuestra salud.
El camping aporta sensación de libertad
Ir de vacaciones a un camping es sinónimo de libertad. En primer lugar, porque en el camping se goza de una gran independencia y autonomía para explorar, moverse libremente o simplemente disfrutar del entorno sin horarios ni relojes. No se depende de horarios de servicio, como por ejemplo sucede en un hotel, y tú eliges cómo adaptar tu rutina según tus preferencias.
El camping ofrece además una gran variedad de planes para disfrutar del tiempo libre; ya sea haciendo senderismo por los alrededores, visitando pueblos o ciudades cercanas con la autocaravana, bañándote en el mar...
Puedes viajar con tu mascota
La mayoría de campings permiten la entrada de animales de compañía y ofrecen instalaciones y servicios adaptados a ellas. Las mascotas también forman parte de la familia, y poder viajar con ellas y disfrutar juntos de las vacaciones es una experiencia enriquecedora, divertida e inolvidable para los niños.
Es fácil hacer amigos
Es muy fácil que los niños hagan nuevos amigos en los campings. En primer lugar, porque el entorno natural y el hecho de tener pocas posesiones materiales va a propiciar la interacción social. Además, muchos campings cuentan con programa de actividades y áreas de juego donde los niños pueden pueden encontrarse y socializar de forma espontánea.
Por otro lado, el camping es un tipo de turismo que cada vez está ganando más adeptos, y en muchas ocasiones las familias repiten año tras año, lo que va a permitir a los niños reencontrarse cada verano con sus amigos.
Los niños desarrollan habilidades y autonomía
El camping ofrece a los niños una maravillosa oportunidad de seguir aprendiendo durante las vacaciones, y de desarrollar habilidades y destrezas que les servirán para toda la vida.
Para empezar, el contacto con la naturaleza y las actividades al aire libre fomenta el desarrollo de habilidades físicas, como la coordinación motora, el equilibrio, la resistencia o la orientación espacial. Participar en caminatas, ciclismo, natación y otros juegos al aire libre ayuda a fortalecer su condición física para enfrentar diferentes terrenos y desafíos.
Además, el camping promueve el desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, trabajo en equipo y resolución de conflictos. Aprenden a hacer nuevos amigos, compartir recursos y participar en actividades grupales, lo que contribuye a su desarrollo social y emocional.
El camping también estimula la creatividad y la imaginación, pues al estar en un entorno natural, es frecuente que los niños se lancen a explorar y descubrir nuevas formas de juego y entretenimiento.
Fomenta un estilo de vida sencillo
Tanto si has optado por alojarte en una tienda de campaña, como si es en una caravana/autocaravana o bungalow, el estilo de vida que se lleva en un camping es muy sencillo. No hay lujos, no se dispone de grandes espacios y toca ser minimalista en cuanto a pertenencias y comodidades.
Esto obliga a centrarse en lo esencial y a apreciar lo que realmente importante. Para los niños, esta experiencia puede suponer una oportunidad de trabajar el sentido de gratitud y aprender a valorar las cosas.
Las vacaciones se disfrutan de una forma más consciente
En un camping no hay horarios estrictos, ni rutinas, ni prisas. Cada persona sigue su propio ritmo, que suele ir asociado al ciclo biológico natural. Esto hace que el día a día se viva más intensamente y las vacaciones en familia se disfruten de forma más consciente.
Indudablemente, este estado de calma va a repercutir en la forma de relacionarnos con nuestros hijos y en un tipo de crianza más 'slow' y positiva.
Favorece la conexión en familia
Todas las ventajas propias del camping que hemos ido mencionando derivan en un beneficio común aún mayor: ir a un camping de vacaciones favorece la conexión en familia, proporciona oportunidades para compartir experiencias y crear recuerdos en familia.
Tal y como ya hemos comentado, el camping brinda la oportunidad de estar juntos como familia en un entorno natural y alejado de las distracciones de la vida cotidiana, lo que genera un espacio propicio para la interacción y la comunicación.
Por último, el estilo de vida en un camping favorece la cooperación y el trabajo en equipo. Por ejemplo, toda la la familia debe contribuir para montar la tienda o acondicionar el que será su hogar de vacaciones; entre todos tendrán que cocinar o repartirse las tareas de cocina cada día; se deberán resolver problemas y desafíos juntos; planear las excursiones en familia...
En resumen, ir de vacaciones a un camping con los niños es una experiencia muy positiva y enriquecedora, en donde tendrán oportunidad de conectarse con la naturaleza, desarrollar sus habilidades, aprender, divertirse y crear recuerdos familiares inolvidables y duraderos.
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