Durante los primeros días de vuelta al cole tras el parón del verano, son muchos los profesores que en su afán por crear un ambiente agradable y de confianza en el aula preguntan a los alumnos por sus vacaciones.
"¿Qué habéis hecho?" o "¿Dónde habéis estado este verano?" son preguntas típicas que se repiten año tras año, pero que desgraciadamente no todos los niños responden con el mismo fervor y entusiasmo (algunos, incluso no tienen nada que aportar).
Este año principalmente, la crisis de precios provocada por la elevada inflación ha dejado sin vacaciones a una de cada cuatro familias y ha obligado a reducir los días de estancia vacacional al 50% de los españoles. Esto significa que muchos niños no han podido salir de su ciudad este verano y tampoco han disfrutado de atractivos planes de ocio.
Por eso, el maestro, director de escuela y usuario en Twitter @rafa_79_av, ha reflexionado sobre cómo pueden sentirse algunos niños a quienes se les pregunta por sus vacaciones de verano: "tened en cuenta que lo más excitante que habrán hecho algunos habrá sido ir a la piscina municipal".
Una pregunta que siembra desigualdad social entre los alumnos
El tweet compartido por este profesor se ha viralizado rápidamente y son muchos los usuarios que han rememorado lo que esta pregunta les hacía sentir cada vez que volvían al colegio tras sus vacaciones de verano. Ansiedad, tristeza o vergüenza eran las emociones más comunes entre aquellos niños que no habían podido tener las mismas vacaciones que el resto de sus compañeros.
También hay padres que temen que a sus hijos les hagan esta pregunta cuando empiecen el colegio o instituto, pues son conscientes de que este verano ha tocado apretarse el cinturón:
Cómo tratar el tema sin herir sensibilidades
Muchos usuarios y compañeros de profesión han aportado ideas que ayudarían a abordar en las aulas el tema de las vacaciones de verano sin herir la sensibilidad de los niños. Así, por ejemplo, proponen preguntar por un día especial de las vacaciones, aquello que más les haya gustado, una anécdota divertida o si han hecho nuevos amigos.
No obstante, también hay quien considera que los prejuicios los tenemos los adultos y no los niños, quienes disfrutan igualmente de las vacaciones en el pueblo, la piscina o con los abuelos, que en un destino paradisiaco.
Lo que está claro es que los padres y profesores tenemos la responsabilidad de enseñar a los niños a ser agradecidos y valorar lo que tienen. En este sentido, es importante hacerles ver que el verdadero valor de unas vacaciones no radica en el dinero que hayan costado, la pomposidad de los planes que la hayan conformado o los idílicos paisajes que la hayan rodeado, sino en las anécdotas vividas, el tiempo en familia y los aprendizajes que nos han aportado.
Asimismo, es necesario que los niños comprendan que cada familia vive sus propias circunstancias, y que el hecho de no tener las mismas vacaciones que otro compañero no nos hace superiores ni inferiores.
Y vosotros, ¿qué opináis de este tema? ¿Estáis a favor o en contra de que se les pregunte a los niños por sus vacaciones de verano cuando regresen al cole en septiembre?
Foto de portada | Freepik