El 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño, un día dedicado a todos los niños y niñas del mundo, en el que además de celebrar los avances logrados, también se recuerda la importancia de velar por sus derechos y trabajar por proteger su bienestar y desarrollo en un futuro mejor.
Este año 2020, en un contexto de pandemia como el que estamos viviendo, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha querido recordar que los derechos de la infancia deben respetarse pese a la crisis sanitaria, y entre todos debemos garantizar que así sea.
Derecho a la salud
Desde el pasado mes de marzo, los pediatras de Atención Primaria han jugado un papel clave en la atención infantojuvenil, no solo en el seguimiento de los niños y adolescentes con sospecha de infección por COVID-19, sino ante cualquier otro tipo de patología, manteniendo los programas de vacunación y jugando un papel clave para reducir la presión asistencial en los hospitales durante las semanas más complicadas del mes de marzo y abril.
Pero también es fundamental recordar el derecho del niño a estar acompañado, especialmente en estos momentos que estamos viviendo. En este sentido, asociaciones como El Parto es Nuestro han denunciado que muchos bebés han sido separados de sus madres nada más nacer como medida de prevención ante un posible contagio por coronavirus, pese a las recomendaciones de la OMS
Igualmente, y también amparándose en la pandemia, han sido muchos los padres y madres a los que no se les ha permitido acompañar a sus hijos cuando se les realiza una prueba PCR, que tristemente ha pasado a convertirse en una prueba habitual en estos momentos.
Derecho a la educación
El cierre de las escuelas, decretado con anterioridad al confinamiento general de la población, constituyó una dificultad para muchos niños. Las clases on-line supusieron un reto para algunas familias debido a la brecha digital, la falta de dispositivos electrónicos y redes wifi en sus domicilios, y la imposibilidad de ayuda por parte de sus compañeros.
La AEPap, en colaboración con la ONG 'Save the Children', ha hecho notar esos problemas desde el inicio de la crisis, por lo que elaboró una propuesta para la vuelta de los niños a los colegios, teniendo en cuenta los datos de varios países de la UE que sugerían que la reapertura de escuelas no se asociaba con importantes aumentos en la transmisión comunitaria.
Derecho al juego
Durante este tiempo de pandemia, una de las quejas que con más frecuencia se ha escuchado por parte de las familias ha sido ante el cierre de parques infantiles y áreas recreativas, que ha limitado el derecho de los niños al juego y la interacción con sus iguales, tras semanas de confinamiento.
Los pediatras de Atención Primaria han defendido desde el inicio de esta crisis que las salidas de los niños al aire libre, donde las posibilidades de contagio son menores que en los espacios cerrados, con un adulto que garantice su seguridad y por un periodo de tiempo determinado con mascarilla y todas las medidas de prevención necesarias, son seguras y benefician el correcto neurodesarrollo de los menores.
Derecho a la familia
Vivimos malos tiempos para disfrutar de la familia. La pandemia ha impedido las reuniones familiares de los niños con miembros de su familia no convivientes, como primos y abuelos, y aunque durante el corto periodo de verano se pudieron retomar este tipo de reuniones, nuevamente se desaconsejan ante el nuevo aumento de los casos.
Además, es importante recordar que los abuelos son población de riesgo ante el COVID, por lo que en nuestras manos está procurar el equilibrio entre proteger la salud de nuestros mayores y a la vez garantizar el derecho de abuelos y nietos a disfrutar del tiempo juntos, pues son incalculables los beneficios que esto les aporta a ambos.
Derecho a una alimentación y viviendas adecuadas
Pero la AEPap alerta de que las limitaciones que estamos viviendo están afectado principalmente a las familias con menos recursos económicos. Además, el cese de muchas actividades laborales ha hecho que muchas familias no tengan recursos suficientes para atender a sus hijos como ellos quisieran. Las ayudas del Gobierno son limitadas y en ocasiones llegan tarde, y hay situaciones verdaderamente urgentes que no pueden esperar.
Por otro lado cabe mencionar las alarmantes cifras publicadas por UNICEF en 2019 sobre la desnutrición infantil. Según este organismo, al menos uno de cada tres niños en el mundo presenta desnutrición o sobrepeso, lo que les impide crecer y desarrollarse con todo su potencial. Si atendemos a nuestro país, los expertos llevan tiempo alertando del problema de obesidad y sobrepeso que afecta a niños y adolescentes, y que se ha visto agravado durante el confinamiento por la inactividad y una alimentación poco saludable en muchas ocasiones.
Interés superior en la infancia
En resumen, la necesidad de una alimentación adecuada, de un ocio o esparcimiento de los niños y de una educación son indispensables para su correcto desarrollo físico y social. Los niños han dado muestras de un comportamiento ejemplar en los meses más duros de la pandemia y en este día de los derechos del niño, AEPap quiere pedir a todas las administraciones del Estado que protejan sus derechos en este periodo de pandemia, teniendo en cuenta que se trata de una población de especial vulnerabilidad, pero cuyas voces y derechos deben ser escuchadas y respetadas.
Foto | iStock
Vía | Asociación Española de Pediatría de atención primaria
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