Son muchos los niños aficionados a los Lego que disfrutan creando construcciones maravillosas con unas cuantas piezas (¡a veces miles!) diminutas y coloridas. Y son muchos los beneficios que este hobby tiene para ellos, y de los que ya os hemos hablado en alguna ocasión.
Pero un reciente estudio acaba de apuntar que estos beneficios no sólo serían a corto plazo, sino que también podrían afectar al desarrollo cerebral durante la etapa adulta.
Beneficios de hacer Legos
El estudio, llevado a cabo por la compañía Lego en Japón y publicado la semana pasada, reunió a 100 graduados de las universidades más prestigiosas de ese país con el objetivo de averiguar si los juegos que habían llevado a cabo durante su infancia podían haber influído en su desarrollo académico durante la etapa univesitaria.
Y resultó que el 60 por ciento de los graduados habían jugado con construcciones de Lego cuando eran niños. De ellos, el 92 por ciento afirmó haber hecho sus propias construcciones con piezas de Lego sin seguir ningún manual de instrucciones.
Igualmente, se les preguntó sobre el efecto que creían que los Lego habían tenido en su desarrollo cerebral a lo largo de los años, y muchos respondieron que había contribuído positivamente a su organización espacial, creatividad y capacidad de concentración.
Los expertos japoneses en educación se han mostrado de acuerdo con este estudio, y han afirmado además que el hecho de que los niños inventen sus propias construcciones también también les ayuda a mejorar en la resolución de problemas, ya que se ven obligados a pensar cómo construir lo que ven en su mente.
Pero los Lego no sólo sirven para hacer maravillosas construcciones sino que también se pueden utilizar para explicar conceptos matemáticos a los niños, crear prótesis de brazo que ayude a las personas con discapacidad a coger objetos, e incluso decorar nuestra casa.
Aunque este estudio llevado a cabo por Lego no ha contado con una muestra amplia de participantes y los resultados pueden ser puramente casuales o anecdóticos, no cabe duda de que al menos durante la infancia está demostrado que jugar con bloques de construcción aporta grandes beneficios al desarrollo de los niños.
Y es que, además de los efectos positivos arriba mencionados, las piezas o bloques de construcción ayudan a desarrollar el lenguaje espacial (debajo de, encima de, al lado de, detrás de...), a entender mejor las formas, propiedades espaciales y dimensiones de los objetos, y a desarrollar habilidades motrices gracias a la manipulación de las piezas.
Por tanto, dejemos que los niños disfruten de esta maravillosa actividad mediante juegos de construcciones adaptados a su edad, como por ejemplo los MegaBloks y los Duplo para niños pequeños, y los Lego a partir los cuatro años.
Vía Geek
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