Los juguetes son herramientas que empujan a los niños a experimentar, explorar, aprender, socializar o crear, potencian su imaginación y les enseñan valores. Además, mediante los juguetes los niños representan e imitan los roles y los personajes a los que tienen acceso tanto en la familia, el colegio, la calle o en los medios de comunicación.
Por eso es tan importante la elección de un juguete que no reproduzca unos valores discriminatorios ni arcaicos, ni potencie los roles de género. Porque tanto los niños como las niñas deberían poder ser lo que quisieran, y ponerlo en práctica desde muy temprana edad a través del juego.
Los estereotipos de género son creencias generalizadas sobre los atributos que caracterizan a los hombres y a las mujeres, y que se adquieren a través de procesos de aprendizaje en los que intervienen factores culturales, como los medios de comunicación, la familia o la escuela.
Hace algún tiempo que ciertas marcas de juguetes y empresas relacionadas empezaron a tomar nota de ello. Lo hemos visto en catálogos de juguetes abiertos y libres, que apuestan por la igualdad y la integración. También en spots y en muñecas que han recreado a mujeres famosas, fuertes y valientes que animan a las niñas a ser lo que quieran ser.
Muñecas que inspiran
No a todas las niñas les gusta jugar con princesas, o con muñecas a las que cuidar, maquillar o vestir. Por fortuna, algunas empresas se van dado cuenta de lo importante que es cambiar estos estereotipos y van sacando líneas de muñecas que inspiran a las niñas a ser lo que quieran ser.
Barbie, quiero ser
Dentro de las muñecas Barbie, encontramos la línea "Quiero ser" en la que las niñas pueden jugar con las muñecas a lo que quieran ser de mayores: profesiones relacionadas con el campo de la salud, la ciencia, las artes o el deporte, sin distinción de género.
Y en la sección "Colección" también encontramos a Barbies guerreras y poderosas, porque, ¿quién dice que las niñas no pueden jugar, y ser, grandes heroínas?
Nacy, un día de aventuras
Las aventuras no son sólo cosa de chicos, por mucho que la publicidad o los catálogos de juguetes quieran transmitir.
Una niña también puede ponerse un casco y lanzarse a hacer piruetas con su monopatín, o vivir una aventura al mando de un barco pirata, o llevar a cabo una peligrosa misión de rescate en la nieve. Y la firma Famosa, a través de su línea de muñecas "Nancy, un día de aventuras", así nos lo demuestra.
Barriguitas, ¡al rescate!
Extinguir un incendio, llevar a cabo una misión de rescate o proteger a la ciudadanía tampoco son actividades exclusivas de los hombres. Cada vez es más habitual ver a mujeres bombero o formando parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad, por eso las niñas también deberían poder encontrar en sus muñecas estos roles. Y con la marca Barriguitas pueden jugar a ser bomberos y policías.
Luciana, la astronauta
La compañía American Girl Doll ha sido la última en sumarse a esta tendencia con el lanzamiento de su muñeca astronautra Luciana Vega, con la que pretende empoderar a las niñas y a animarlas a soñar a lo grande y a trabajar duro por conseguirlo.
Los roles de género en los juguetes
No hay actividades destinadas a niños y otras diferentes destinadas a niñas, aunque tradicionalmente se asocien determinados intereses o tareas a cada uno de los sexos.
Elegir un juguete debería ser una tarea libre de cada niño, pero todos sabemos que pocas veces ocurre así. Los catálogos de juguetes, la publicidad sexista, la disposición de los juguetes en las tiendas e incluso el discurso de algunos adultos, pueden incitar al niño a decantarse por un juguete o por otro al creer, erróneamente, que eso es lo que se espera de su género.
Por otro lado, y según han señalado diversos estudios, parece que niños y niñas muestran, desde muy temprana edad, unas preferencias por determinados juguetes previamente calificados para su género y rechazan los contrarios.
Los niños imitan los comportamientos asociados a su género que ven a su alrededor. Por tanto, y aunque les digamos cosas como “las chicas pueden hacer lo mismo que los chicos”, si socialmente ven que determinadas profesiones, actividades y roles se asocian a un sexo específico, acabarán interiorizando que eso debe ser así.
Por eso es importante cambiar tanto la publicidad de los juguetes para que estos no sean sexistas, como la mentalidad de la sociedad y nuestros discursos, que nos llevan, inconscientemente, a perpetuar ciertas actitudes de género y a contaminar la mente, libre de prejuicios, de los más pequeños.
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