Los avances que un bebé experimenta en su desarrollo el primer año de vida son asombrosos. En estos, el juego tiene mucho que ver, ya que se trata del mejor modo de aprendizaje y desarrollo. El juego es primordial para mayores y pequeños, incluso para los muy pequeños.
Es importante que mamás y papás jueguen con el bebé, porque aprenden muchísimo (mutuamente) y disfrutan de esos primeros juegos que para los pequeños son una gran novedad.
No hablamos de colocarlos frente a pantallas o juguetes supuestamente educativos en los que los bebés son espectadores más o menos pasivos. No hay algo que atraiga más al bebé que interactuar con las personas, en especial aquellas con las que mantiene un vínculo tan especial, con mamá y papá: somos su juguete más preciado.
Estos juegos con el bebé ayudarán a fortalecer el vínculo y a desarrollarse intelectual, emocional y físicamente, ya que estaremos estimulando todas esas facetas interrelacionadas. ¿Qué tenemos que saber los padres acerca de esto para convertirnos en los compañeros de juegos perfectos?
Jugar con el bebé, una tarea sencilla
Es fundamental que los estímulos que transmitamos al bebé a través del juego sean variados, ricos en contrastes, paulatinos y frecuentes. La repetición es fundamental, y comprobarás que el bebé no se cansa de participar en el mismo juego las veces que sea necesario.
Pero no hay que estudiar para esta "tarea" de jugar con el bebé: simplemente dejándonos llevar por el niño, el juego, las canciones, las risas, los masajes... surgen de modo automático.
Hemos de tener en cuenta que el bebé pasa de un entorno acogedor y de estímulos suaves y limitados como es el vientre materno, a un mundo de impactantes sonidos, luces, colores, texturas... Todo hace que los sentidos del bebé reciban mucha información nueva que le mantiene atento y que prácticamente cualquier actividad se convierta en juego.
De modo que tenemos que aprovechar esta receptividad y jugar con ellos desde pequeños, y aunque al principio no obtengamos respuesta evidente, pronto llegarán las primeras sonrisas del bebé. También es importante responder a los primeros juegos del bebé, desde contestar a sus gorgoteos a devolverle los objetos que va tirando al suelo.
El bebé de pocos meses es consciente del "poder" que tiene de manipular su entorno e interactuar con él y obtener respuestas por parte de las otras personas, así que muy probablemente esté realizando estos actos para que juguemos con ellos. Poco a poco, los juegos van haciéndose más complejos, pero como hemos dicho, cualquier padre es perfectamente capaz de adaptarse a lo que necesita el bebé en cada etapa.
El juego con el bebé durante el primer año de vida
Aunque en los próximos días os daremos todas las claves para jugar con el bebé y el niño en cada etapa, sirva este apartado como introducción al juego con el bebé hasta los doce meses. ¿En qué consiste? ¿Cómo ha de realizarse?
Empecemos diciendo que jugar con el bebé no ha de ser visto como una obligación sino que hay que hacerlo cuando estemos dispuestos a ello y tengamos el tiempo suficiente. También hemos de tener en cuenta el estado de ánimo del bebé. No obstante, en general tanto unos como otros tendremos ganas de pasar un buen rato juntos.
Los primeros cuatro meses, cuando el bebé tiene poca movilidad, los juegos se pueden realizar con el bebé acostado boca arriba o sentado en el carrito. El agarre para mover su cuerpo, los masajes, poner a su alcance juguetitos, sonajeros, las canciones, las voces, escondernos y aparecer, las palmas... son sus juegos favoritos durante los cuatro primeros meses.
A partir del cuarto mes, el bebé adquiere más fuerza y movilidad, y en un par de meses más se mantendrá sentado. Le siguen gustando los juegos anteriores, y además su capacidad lingüística se amplía y con ellos las posibilidades de jugar con sonidos.
Recoremos en este punto que el juego también es importante para el lenguaje de nuestros hijos, porque van desarrollando su capacidad lingüística al escuchar palabras nuevas, al emitir nuevos sonidos, gorgoteos, las primeras sílabas y palabras...
Es en esta etapa cuando el bebé ha perfeccionado el agarre y es capaz de manipular los objetos, por lo que el juego se puede basar en ofrecerle o esconderle juguetitos (recordemos que cualquier objeto no peligroso puede convertirse en un juguete), que los lance, que los busque...
Con el gateo, el campo de juego se amplía, y podemos hacer carreras, circuitos, jugar a "pilla-pilla"... Mejor jugar sobre una manta, en el suelo, que sentado para que tenga mayor libertad de movimientos. Las canciones, rimas, poemas... les atraen cada vez más y se animarán a participar en el juego.
Además, son sus favoritos los juegos de movimiento junto a mama y papá como el caballito o el tren, en el que el bebé se sitúa sobre los mayores y se canta y se balancea o se va a hombros...
Hasta los doce meses, papá y mamá siguen siendo los favoritos de los niños para jugar. Ya se sientan con seguridad y pueden dar sus primeros pasos, lo cual amplía el campo de juegos. Los ruidos, la música, los movimientos... siguen siendo buenos juegos. Juguetes de arrastre, teatro con muñecos, los juegos de gestos y de imitación,los primeros libros... les apasionan.
Divertirse, experimentar, obtener placer con el juego, son la razón de ser de los juegos. El aprendizaje y el desarrollo vienen con ello, pero no hemos de poner el punto de mira en ello, sino en la diversión, en el conocimiento mutuo, en el tiempo que pasamos junto a nuestros hijos y que nos hace tanto bien a nosotros mismos.
Cada vez más existe conciencia del importante papel del juego en el sano desarrollo de los niños, desde que son bebés. Por eso mamás y papás hemos de ponernos las pilas y no olvidar lo fundamental que es jugar con nuestros hijos y lo sencillo que es ser el compañero de juegos perfecto para el bebé.
Foto | Tim & Selena Middleton en Flickr En Bebés y más | La importancia del juego para el desarrollo de los niños, Primeros juegos con tu bebé, El juego: diversión y creatividad para niños y mayores