A la hora de buscar un regalo para nuestros peques una característica en la que no solemos reparar demasiado, y de la que seguramente nos arrepentiremos a las pocas horas de uso, es en el volumen de los juguetes. Hay algunos que superan ampliamente lo recomendable, por tanto por su salud (y nuestros nervios) esta Navidad elige juguetes sin ruido.
Ya hemos comentado que el regalo ideal de estas Navidades lleva botón de apagado. Os hemos recomendado que elijáis juguetes con botón de off para poder desconectarlo cuando lo deseéis y no se convierta en un objeto indeseable dentro de casa.
Por su parte, los expertos advierten del daño auditivo que pueden provocar los juguetes con niveles de volumen demasiado elevados.
Un límite tolerable es de hasta 80 decibelios de volumen, pero también depende del tiempo que el niño esté expuesto al ruido. Para un juguete que emita 88 dB el niño no podrá estar expuesto más de 4 horas y, si son ya 91 dB, el tiempo máximo será de dos horas.
Claro, la mayoría de los padres no vamos con un medidor de volumen a comprar los regalos, pero es cierto que en la tienda podemos creer que es moderado y al llegar a casa el condenado parece haberse potenciado. Para que os deis una idea, un simple reproductor de melodías para bebés puede alcanzar hasta los 100 dB si nos lo colocamos junto al oído.
El oído tiene memoria. La pérdida de audición por ruido es acumulativa, por tanto desde que son pequeños tenemos que cuidar su salud auditiva. El niño se acostumbra al ruido y lo hace parte de su vida, luego de adolescente escuchará la música a todo volumen perjudicando su audición y pudiendo causar lesiones auditivas irreversibles cuando sea adulto.
¿Qué podemos hacer los padres para evitarlo? Por empezar, por su salud (y nuestros nervios) esta Navidad elige juguetes sin ruido. Controla que tengan limitador o control de volumen, botón de apagado, que se pueda quitar la batería en su caso, o como último recurso, tapar los altavoces para amortiguar el volumen.
Vía | 20 minutos Foto | Nitibob en Flickr CC En Bebés y más | Top cinco de los juguetes más odiados por los padres